¿Sabrías diferenciar si lo que tienes es una gripe o un resfriado? Según un estudio, uno de cada cinco españoles (18,5%) se automedica con antibióticos ante los síntomas de estas dos afecciones. Si eres uno de ellos, no deberías. Y si no sabes identificar qué tienes, te lo explicamos.

¿Sabrías diferenciar si padeces gripe o resfriado? ¿En qué partes de España sufrimos más?, ¿Cuándo?, ¿Y por qué?. Los españoles, ¿nos automedicamos? Y si lo hacemos… ¿Lo hacemos bien? Las respuestas nos las da el “III Estudio CinfaSalud” sobre “Percepción y hábitos de la población española en torno al resfriado y la gripe”, elaborado por los laboratorios Cinfa, que cuenta con el aval de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).
La investigación, en la que han participado 3.000 mujeres y hombres, confirma que la mayoría de la gente no sabe las diferencias entre gripe o resfriado, dos de las enfermedades infecciosas más comunes en los hogares españoles.
Cifras de la gripe y el resfriado en España
Cerca del 75% de los participantes afirma sufrir gripe o resfriado al menos una vez al año. Uno de cada cinco españoles (20,6%) asegura padecerlas tres o más veces al año.
¿Dónde se padece más? A nivel regional, los castellano-leoneses (82%), los aragoneses (80,2%) y los baleares (80,1%) son los que más sufren estas enfermedades, mientras que los canarios en menor medida (63,8%).
¿Cuándo? El invierno y los cambios estacionales son las épocas del año en las que la población suele resfriarse con mayor frecuencia (40,6% y 26,8% respectivamente).
¿Por qué? Las principales causas por las que los españoles creen contraer el resfriado común o la gripe son: los cambios bruscos de temperatura (57,5%), por contagio en el entorno familiar (32,9%) o laboral (20,7%) y por tener las defensas del organismo bajas (23,1%).
“El contagio por aire o a través de objetos contaminados es la principal vía de propagación de estos virus, por lo que si alguien en nuestro entorno cercano enferma, debemos extremar las precauciones. Además, en los meses de frío aumenta su incidencia”, explica el doctor José Antonio Quintano, coordinador del Grupo de Trabajo de Respiratorio de SEMERGEN.
Los síntomas más frecuentes que presentan los españoles son mucosidad nasal (93,8%), nariz tapada (92,2%), estornudos (85,2%), cansancio (81,1%) y dolor de garganta (78,7%) y de cabeza (71,5%). Sin embargo, los más molestos e invalidantes son, principalmente, las náuseas y los vómitos, la nariz tapada y la sinusitis.
¿Medicarse, automedicarse o no tomar nada?
Ante una gripe o resfriado, más de la mitad de los encuestados sólo toma algún tipo de medicamento cuando se encuentra mal (54,1%), si bien uno de cada cuatro (24,5%) los toma por sistema siempre que se contagia.
Un 43,9% de los encuestados consulta a su médico o farmacéutico acerca del fármaco más adecuado, pero más de la mitad de los españoles (55,5%) se automedica en estos casos.
Así, el 35,8% toma siempre el mismo medicamento, que cree que le funciona por otras ocasiones; el 18,1% recurre directamente algún medicamento que tenga en casa y el 1,6% compra los fármacos que anuncian en televisión, sin consultar al profesional sanitario. A nivel regional, cabe destacar que los baleares y catalanes (65,7% y 63%, respectivamente) son los que más llevan a cabo esta costumbre.
Recurrir a la toma de medicamentos por iniciativa propia es aún más grave en el caso de los antibióticos. Como muestra el estudio, el 18,5% del total de los encuestados asegura utilizar antibióticos sin la indicación de un profesional sanitario, porque les han funcionado en otras ocasiones o porque los tienen en casa.
“Además de que los antibióticos no sirven para tratar estas infecciones, de carácter vírico y no bacteriano, el hecho de utilizarlos sin indicación médica, de manera incorrecta y con cierta frecuencia hace que nuestro organismo se haga resistente a ellos”, aclara el doctor Quintano.
Diferencias: gripe o resfriado
Cada vez hay mayor concienciación a la hora de diferenciar ambas afecciones. Así, hasta 9 de cada 10 encuestados (92,2%) aseguran que saben reconocer y diferenciar ambas patologías en función de sus síntomas, aunque casi un 8% todavía las confunde.
El 69,9% de los encuestados considera acertadamente que la fiebre alta es el síntoma clave que diferencia una gripe de un resfriado.
A este, le siguen otros síntomas distintivos como el dolor muscular (38,9%), la sensación de cansancio (31,4%) y los escalofríos (17,6%), que se padecen solamente en un proceso gripal.
La principal diferencia que podemos detectar es que los resfriados cursan sin producir fiebre alta, mientras que en los procesos gripales es normal la aparición de episodios febriles, que llegan incluso a oscilar entre los 38ºC y 40ºC, y que pueden dar origen a situaciones de mayor gravedad.
Decálogo para prevenir y aliviar los síntomas de resfriado y gripe
1. Descansar lo máximo posible. Dormir las horas necesarias permite que el organismo recupere fuerzas, especialmente si se presenta fiebre.
2. Ser precavidos con el frío y la humedad. Dado que los virus que causan la gripe y el resfriado prefieren las bajas temperaturas y la humedad, hay que evitar estos ambientes, así como los cambios bruscos de temperatura y las bebidas excesivamente frías.
3. Lavarse las manos con frecuencia. Debe hacerse con agua y jabón durante al menos quince segundos, prestando especial atención a la zona entre los dedos y debajo de las uñas. Además, conviene utilizar productos antibacterianos para limpiar las superficies de la casa.
4. Incluir vitaminas y minerales en la dieta. Las frutas y verduras son fuentes de vitaminas y minerales que ayudan a desarrollar defensas, por lo que potenciarlas en la alimentación facilitará la recuperación.
5. Beber gran cantidad de líquidos. Estos ayudan a eliminar la mucosidad, previenen la deshidratación y alivian el dolor de garganta. Por ejemplo, se pueden tomar en abundancia agua, zumos y sopas no demasiado calientes. Se deben evitar, en cambio, las bebidas alcohólicas.
6. Dejar de fumar y evitar los ambientes con humo. El tabaco irrita todavía más la garganta y las mucosas.
7. Realizar aspiraciones de agua con sal o vahos de eucalipto. En el caso de niños pequeños, se recomienda el lavado nasal con suero fisiológico quince minutos antes de las comidas y antes de ir a dormir. De esta manera, podrán descansar mejor.
8. Hacer gárgaras con agua caliente con limón y miel. Su acción emulgente calma el dolor de garganta. A pesar de la creencia popular, es preferible emplear agua frente a la leche con miel, ya que los lácteos pueden aumentar la mucosidad.
9. Consultar al profesional sanitario y evitar la automedicación. Es indispensable contar con el asesoramiento del farmacéutico o del médico a la hora de recurrir a antigripales, descongestivos o analgésicos que alivien los síntomas de estas afecciones.
10. No recurrir a los antibióticos. Además de que no son efectivos contra el catarro y la gripe, ya que estos están causado por virus y no por bacterias, utilizarlos de manera incorrecta o frecuente puede hacer que el organismo se haga resistente a ellos.
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