Los especialistas afirman que la medicina regenerativa en ciática tiene un éxito similar a la cirugía abierta.

Doctores especializados en la unidad del dolor han manifestado que la medicina regenerativa en el tratamiento del dolor tipo ciática es una alternativa menos invasiva que la cirugía y que se muestra en la actualidad con grandes posibilidades de éxito.
Detectar cuál es la causa específica del dolor y tratarla en un periodo adecuado permitirá aumentar las posibilidades de éxito de estos tratamientos en los que los periodos de recuperación son mínimos
Estos tratamientos, según su experiencia, presentan menos complicaciones potenciales, lo que mejora la calidad de vida de los pacientes mediante procedimientos ambulatorios.
El doctor Jorge Orduña, jefe de la Unidad del Dolor de los Hospitales Quirónsalud Valencia y Quirónsalud Torrevieja, ha asegurado que lo primordial es realizar un correcto diagnóstico de la causa del dolor y conocer el nivel exacto en el que el nervio se ha pinzado o comprimido.
Para ello, ha catalogado como fundamental la visita médica y pruebas como la resonancia magnética y, en ocasiones, la electromiografía.
“Una vez sabido el nivel de compresión del nervio existen tratamientos tanto farmacológicos como intervencionistas (por infiltraciones) que permiten tratar el problema desde donde se está produciendo. Esto hace que la eficacia sea mucho mayor”, ha añadido en una entrevista a EFE.
En cuanto a las técnicas que emplean para esta dolencia, Orduña ha comentado que el valor diferencial de las unidades del dolor es tratar el dolor sin necesidad de cirugía”, por lo que ha destacado algunos métodos como la epidural lumbar con diferentes sustancias antinflamatorias, la radiofrecuencia de ganglio de la raíz dorsal del nervio raquídeo; la neuroestimulación de cordones posteriores; y tratamientos intradiscales con medicina regenerativa.
En esta línea, el doctor Juan Fernando García Henares, jefe de la Unidad del Dolor de Quirónsalud Alicante, ha detallado que generalmente se utilizan técnicas mínimamente invasivas para reducir la presión o incluso el disco afectado como el láser o la radiofrecuencia combinadas con terapias regenerativas con células madre o plasma rico en plaquetas, o ozono intradiscal.
“Todos nuestros tratamientos se hacen de forma mínimamente invasiva, es decir, ambulatoria y de forma percutánea”, ha remarcado para ahondar en que, entre sus ventajas, está “el potencial antinflamatorio, sus mínimas reacciones adversas por ser obtenida del mismo paciente y la preservación de la estructura del disco y con ello la estabilidad biomecánica de ese segmento anatómico”.
Por último, García Henares ha resaltado que cada caso se evalúa individualmente, y se priorizan estos enfoques antes de considerar la cirugía abierta, que conlleva un mayor riesgo y un mayor tiempo de recuperación.