Pocos hospitales españoles ofrecen la posibilidad de asistir partos en el agua. Sin embargo, dar a luz en un baño caliente, sin anestesia epidural y sin episiotomía son algunas recomendaciones de organismos internacionales y nacionales que abogan por un parto con la mínima intervención médica.

Partos en el agua
Una madre da a luz en el agua en el Hospital de Torrejón en Madrid. Foto cedida por el Hospital.
  • 2 de octubre, 2012
  • Madrid/EFE/Verónica López

Clara Fernández acaba de tener a su tercer hijo, pero esta vez ha sido diferente a las anteriores. Tras un primer parto estándar en el que pedía “casi a gritos” que la anestesiaran con la epidural, decidió informarse sobre otras posibilidades y así descubrió los partos en el agua.

“Salí tan decepcionada del primer parto y de los inicios de la lactancia que empecé a buscar otras opciones”, asegura Clara. En su segundo alumbramiento, Fernández ya utilizó el agua como analgésico aunque su hijo no nació en la bañera porque era muy pequeña, algo que sí ya ha pasado en este último.

“La intervención médica es mínima, todo lo haces tú. Saqué a mi bebé, con mis manos, y lo puse sobre mi pecho”, cuenta Clara a Efesalud.

Javier, su bebé, es uno de los últimos niños que han nacido bajo el agua en el Hospital de Torrejón (Madrid). El centro, pionero en ofrecer esta opción dentro de la sanidad pública madrileña, ha acogido en sus bañeras especiales la llegada al mundo de medio centenar de niños desde su puesta en marcha en noviembre de 2011.

Elena Rivilla, supervisora del paritorio del Hospital de Torrejón, explica que el centro da la posibilidad de sumergirse en el agua  a todas las madres que hayan tenido un embarazo sin complicaciones y que deseen tener un parto de baja intervención.

El objetivo es aliviar las molestias de las contracciones en el momento de la dilatación, pero si se sienten lo suficientemente cómodas, algunas incluso dan a luz en la bañera, como en el caso de Clara. “Es muy duro pero te hace sentir muy fuerte y muy capaz porque cuando pasas por esta experi

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Bañera para partos en el agua. Foto cedida por el Hospital de Torrejón de Madrid.

encia, sientes que puedes con todo”, comenta esta madre.

La supervisora cuenta que el mayor beneficio es que la mamá siente un alivio no farmacológico. “El agua caliente calma y a eso se le añade la flotación que aminora el peso corporal y da más libertad de movimiento, además el periné también sufre menos desgarros”, apunta.

Nacer bajo el agua no solo tiene ventajas para la madre. Según Rivilla, “el tránsito para adaptarse a la vida en el recién nacido es mucho más fisiológico puesto que sale de un medio líquido a otro similar en el agua de la bañera”.

Claudia Pariente, miembro de la Asociación el Parto es Nuestro sostiene que esta es una opción para atenuar las molestias durante el alumbramiento, aunque también hay otras como las técnicas de relajación y respiración; los masajes; el uso de pelotas de goma para adoptar posturas confortables o las inyecciones de agua estéril.

Según Pariente, para que un parto llegue a buen término sin necesidad de ayuda externa, previamente esa madre tiene que haber recibido apoyo.

“Una mamá a la que monitorizan, tumban, le ponen oxitocina sintética o un enema, al final no puede evitar pedir la epidural, pero si en cambio ha sido mimada durante el momento previo, es probable que tenga un parto menos doloroso”, afirma.

¿Dónde se ofrecen partos en el agua?

Natividad Astrain, presidenta de la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME), señala que son muy pocos los centros hospitalarios que incorporan esta opción de partos en el agua .

“Hay algunos hospitales catalogados como de buenas prácticas que sí siguen una política de asistencia al parto normal de baja intervención que recomienda el Ministerio de Sanidad”, puntualiza Astrain.

Entre estos está el Hospital de la Plana, que destaca por la aplicación de las recomendaciones de la OMS en el proceso del parto sobre información, participación de la mujer en la toma de decisiones, libertad de movimientos y fomento de la lactancia materna.

El paritorio de este hospital cuenta desde mayo de 2011 con una nueva sala de nacimientos dotada con una bañera especial para partos en el agua, pioneros también en ofrecer esta alternativa en  la Comunidad Valenciana.

Además la Consellería valenciana ha aprobado recientemente un proyecto presentado por el paritorio del hospital para llevar a cabo una investigación sobre el parto en el agua.

Otros centros que dan la opción de una bañera de agua para aliviar el dolor son el Hospital Virxe de Xunqueira de Cee en A Coruña, el Santa Caterina de Gerona o el de Huércal-Overa de Almería.

Recomendaciones institucionales

En noviembre de 2010, el Ministerio de Sanidad puso en marcha la Estrategia de Atención al Parto Normal con la distribución de una guía de práctica clínica para impulsar un modelo de parto menos intervencionista y medicalizado.

“La inmersión en agua caliente disminuye moderadamente el dolor, facilita la relajación y reduce el uso de analgesia epidural siempre que se realice durante la fase activa de la primera tapa del parto (mayor a 4 centímetros de dilatación)”, dice la guía.

Este manual para profesionales y familias con recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) pretende conseguir que las actuaciones médicas sean las mínimas  y que prácticas como la anestesia epidural, la epsiotomía (incisión quirúrgica en el perineo), o romper la bolsa de agua solo se lleven a cabo en casos indicados y no como una práctica generalizada.

.-Efesalud