El Consejo de Ministros ha aprobado la creación del Observatorio de Salud y Cambio Climático (OSCC) con el fin de promover una cultura de autoprotección, especialmente entre las personas más vulnerables, frente a los fenómenos meteorológicos -como las olas de calor- y los efectos de los mismos en la salud pública y en el Sistema Nacional de Salud.

Nace el Observatorio de Salud y Cambio Climático para promover la autoprotección
EFE/Fernando Alvarado

El Observatorio de Salud y Cambio Climático (OSCC) se encargará de tres objetivos principales: definir los riesgos sobre la salud de las personas asociados al cambio climático, crear un sistema integrado de avisos y alertas por amenazas para la salud derivadas del clima y promover una cultura de autoprotección en la sociedad, especialmente en los grupos más vulnerables.

La ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha asegurado a EFE que el OSCC “reforzará y perfeccionará los sistemas de alerta temprana” para que todas las personas puedan estar preparadas para afrontar el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos, que “son cada vez más complicados de gestionar”.

“Es importante prepararnos y desarrollar capacidades contando con la implicación de las instituciones, para facilitar que esta olas de calor, cada vez más recurrentes, no se cobren nuevas vidas”, porque en realidad, “el cambio climático mata”, tal y como nos recuerdan los científicos, ha señalado Ribera.

El Observatorio se sustenta en tres ministerios: Ciencia, aporta el conocimiento y la investigación de los centros públicos y privados; Sanidad, sus indicadores permitirán generar información válida de las afecciones en salud; Medio Ambiente, proporciona las políticas climáticas y la incorporación en el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC).

Para la vicepresidenta, este organismo aumentará la capacidad de divulgación hacia los ciudadanos, “muy importante” cuando se produce una ola de calor, aunque ha destacado que, Europa, por ejemplo, es probablemente el continente más seguro desde el punto de vista de la capacidad de respuesta frente a fenómenos meteorológicos extremos como el calor y frío extremo.

Ha lamentado que la semana pasada se sucedieron 3 días en los que se fijaron consecutivamente los récords de máxima a escala global y a día de hoy se siguen batiendo todos los récords de temperatura en el océano Atlántico, datos que, a su juicio, ponen de manifiesto hasta qué punto en nuestro día a día vivimos en una “normalidad diferente”.

Ha apostado por renunciar a esa “normalidad” atípica que ponga en riesgo la calidad de los suelos, por la capacidad de asegurar el alimento y agua, combatir la desertificación y por la reducción de emisiones, “una de las acciones que mejor podemos hacer, porque todavía, y durante mucho tiempo padeceremos los efectos del cambio climático”.

En este punto, la ministra, y número dos por Madrid en las próximas elecciones del 23J, ha manifestado su preocupación por la existencia en el panorama político español de partidos negacionistas del cambio climático.

Me parece una “irresponsabilidad” adoptar esa postura, ha incidido Ribera, para señalar que lo peor que se puede hacer ante un peligro es “negarlo o ignorarlo” y ha recordado que el cambio climático es una gran amenaza para las personas y los ecosistemas, pero también para la estabilidad económica y el progreso de los sectores económicos.

Por eso -ha continuado- cuando el Foro Económico Mundial, el Banco Mundial y las instituciones multilaterales ponen de manifiesto que el cambio climático es una de las grandes amenazas para la estabilidad económica mundial, hay que tomarlo en serio.

“Algunos partidos niegan su existencia haciendo demagogia al respecto o prefieren mirar para otro lado porque les molesta, pero lo peor que podemos hacer es evitar el debate”, ha finalizado la ministra.

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Un hombre se refresca en una fuente para aliviar las altas temperaturas. EFE/Salas

El cambio climático afecta a la salud

Según el documento ‘Informes, Estudios e Investigación 2013’, del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en el marco de las funciones asignadas al Observatorio de Salud y Cambio Climático está que el cambio climático puede afectar a la salud directa o indirectamente.

Señala que de forma directa influyen los cambios de temperatura, las precipitaciones y los eventos climáticos extremos, mientras que de manera indirecta incluyen la transmisión de enfermedades, la disponibilidad de agua y alimentos y la calidad del aire, que provoca enfermedades cardiorespiratorias.

En 2022, en Europa más de 61.000 personas murieron de forma prematura por calor, de acuerdo a un estudio publicado por Nature Medicine, coincidiendo con la primera ola de calor de ese año en España.

Según estos datos, en España fallecieron 11.324 personas el año pasado por el calor, el país con más fallecidos solo después de Italia (18.010), en un año en el que se registraron récords de temperaturas en toda Europa, pero que afectaron principalmente al sur del continente.

No obstante, el estudio del Ministerio de Sanidad señala que se estima que en Europa habrá un incremento de entre un 1 y un 4 por ciento de la mortalidad por cada grado de temperatura que aumente, lo que se traduce en un ascenso de más de 30.000 fallecimientos por año en la década de 2030 y entre 50.000 y 110.000 para la década de 2080.