Reforzar la sanidad. Esta parece una de las lecciones aprendidas por los políticos después del enorme castigo que la pandemia COVID-19 asestó al sistema sanitario en marzo, abril y parte de mayo, especialmente. Saturación, colapso en algunos lugares y esfuerzo titánico de los profesionales sobre todo en los hospitales. Un drama con muchas muertes, una asistencia al límite y por encima de él. y una pesadilla que los rebrotes de julio amenazan con revivir. Tal vez por ello, el dictamen de sanidad y salud pública de la Comisión de Reconstrucción en el Congreso de los Diputados ha logrado una mayoría muy amplia

Los votos obtenidos la pasada semana en el bloque de sanidad fueron 256, con 88 votos en contra y tres abstenciones.
El dictamen es el punto de partida de un documento de 33 páginas que recoge en 10 apartados las reformas a concretar y consolidar y que de momento ha sumado votos del Gobierno y del principal partido de la oposición, el Partido Popular.
Los 10 apartados del dictamen son: Gobernanza; Recursos humanos y profesionales; Atención primaria; Salud Pública; Investigación I+D+i, fármacos y vacunas; Transformación digital; Coordinación de los servicios sanitarios y sociales; Política farmacéutica, industria biosanitaria y reserva estratégica; Adecuación de la financiación sanitaria a las necesidades reales; y Modelo de atención sanitaria.
Este es un resumen del dictamen que llegará al Gobierno:
Gobernanza
El informe reafirma los valores y principios de la sanidad pública (universalidad, igualdad, no discriminación, accesibilidad, equidad, solidaridad y calidad), así como el derecho a la protección de la salud.
Defiende un nuevo pacto social por la sanidad pública que refuerce el Sistema Nacional de Salud (SNS), a través de un Pacto de Estado.
Apuesta por el fortalecimiento del Ministerio de Sanidad sin restar competencias a las Comunidades Autónomas (CCAA).
Crea un a Agencia Nacional de Salud Pública.
Aboga por la mejora de la cooperación y coordinación interautonómica y el refuerzo del Consejo Interterritorial de Salud.
“La pandemia ha puesto de relieve las dificultades en la coordinación entre las CCAA y el Ministerio de Sanidad a la hora de proponer y hacer operativas políticas sanitarias comunes, así como para disponer de la información necesaria en situaciones de crisis”, se expone.
La necesidad que el el SNS sea sostenible es otro de los puntos que incluye la gobernanza.
Recursos humanos y profesionales

Este apartado recoge el aumento con carácter general de las plantillas de la sanidad pública y acabar con la temporalidad y precariedad de los empleos, así como la defensa de modelos retributivos para los profesionales sanitarios que garanticen un nivel de vida digno.
También se alude al impulso de las políticas de igualdad de género, ya que en una profesión que cuenta con mas mujeres, los puestos gestores y directivos los acaparan los hombres.
Otras dos propuestas son un Plan de recuperación por síndrome de estrés postraumático de los sanitarios tras afrontar la crisis de la COVID-19, y un Plan de gestión y atención en epidemias.
Atención primaria
Una “atención primaria estable, firme y robusta” y una “salud pública potente“, es lo que defiende el dictamen en este apartado, para plantear un refuerzo urgente de la AP, que precisa “una inyección rápida e inteligente de recursos humanos y tecnológicos”.
Uno de los objetivos inmediatos es ubicar el rastreo de contactos en relación con el coronavirus.
Otro de los puntos es el impulso de la Enfermería Familiar-Comunitaria para incrementar los cuidados sanitarios de atención domiciliaria a los pacientes crónicos y ancianos frágiles, así como la cobertura de atención en las residencias sociosanitarias.
Dotar a las residencias de mayores de servicios de AP adecuados y mejorar la coordinación y planes de contingencia con la primaria con los servicios sociales generales y los especializados (residencias de ancianos) es otro de los objetivos.
Salud pública

El dictamen defiende el fortalecimiento de los servicios y estructuras de salud pública tanto a nivel central como en las CCAA, con la unidad directiva desde el Ministerio de Sanidad.
Así como el refuerzo de la red de vigilancia en salud pública, con sistemas de alerta precoces y de respuesta rápida; y un Plan de Emergencias de Salud Pública frente a epidemias y otras crisis sanitarias.
Organizar una red nacional de depósitos de reserva de material sanitario estratégico (materiales de protección, EPI, mascarillas, sustancias desinfectantes, camas UCI, respiradores) distribuida por el territorio en coordinación con las CCAA.
Otros puntos son la actualización de la Estrategia Nacional de Equidad en Salud y la aprobación de un Plan Nacional de Salud y Medio Ambiente.
Investigación I+D+i, fármacos y vacunas
El aumento de los recursos en investigación pública en salud y el incremento de la dotación económica de ensayos clínicos no comerciales son dos aspectos mencionados, en una propuesta de aumento de inversión en 5 años en I+D+i hasta en 2 % del PIB.
Se mencionan sendos Planes de Terapias Avanzadas y de Medicina Personalizada o de Precisión.
Se plantea el refuerzo de la colaboración público-privada con la industria farmacéutica biotecnológica.
También crear a través del Instituto de Salud Carlos III una plataforma de vacunas que asocie grupos de investigación públicos, universidades e industria privada.

El dictamen defiende en los dos apartados siguientes una Estrategia de Transformación Digital del SNS y la coordinación de los servicios sanitarios y sociales.
Política farmacéutica
La evaluación rigurosa y el control de la eficacia, calidad, seguridad e información de los medicamentos se plantea en este epígrafe.
Así como programas de uso racional de medicamentos, una activa política de genéricos y biosimilares, y la eliminación de los copagos.
Es en este apartado donde también se alude a un Plan Estratégico Nacional de Prevención ante crisis sanitarias, una Reserva Estratégica de Productos Sanitarios Críticos, un Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos y el seguimiento y resolución del problema de los desabastecimientos.
Financiación de la sanidad
Sin precisar cifras concretas, el dictamen afirma que hay que asegurar una financiación sanitaria suficiente y equitativa para el SNS, aspecto este de gran calado que abordara un Consejo Interterritorial de Salud de carácter monográfico.
El dictamen se decanta por un aumento total de la inversión pública en sanidad hasta alcanzar la media europea del PIB estabilizado al final de la Legislatura.
Modelo de atención sanitaria

El documento expresa que hay que repensar el modo de relación de los hospitales con los pacientes y sus familiares en base a criterios de humanización.
Alude también directamente al refuerzo de los servicios de medicina preventiva, una Estrategia de Salud Mental, un Plan Estratégico de Prevención del Suicidio, y la detección precoz de trastornos de la población infantil como los alimentarios, la dislexia, los TEA o el TDAH.
En su párrafo final, el dictamen señala: “Para lograr que el SNS, que ha sido sometido a una presión sin precedentes, pueda seguir siendo uno de los mejores del mundo y pilar fundamental del estado de bienestar, es necesario llevar a cabo reformas estructurales, además de dotarlo con los recursos necesarios. Este debe ser un compromiso de todos que nadie debe eludir y por eso ahora, mas que nunca, todas las fuerzas políticas deberíamos alcanzar un Pacto de Estado (Pacto Cajal) por la Sanidad, que tendría que dar acogida a las propuestas que aquí aparecen recogidas, siendo el consenso político y social la mejor vía para dar estabilidad a las medidas reformadoras”.
Oportunidad perdida para una veintena de organizaciones sanitarias y sociales
Una veintena de organizaciones sanitarias, sociales y sindicales, agrupadas en la alianza “Más Sanidad”, consideran el resultado del dictamen una “oportunidad perdida” y lamentan que no se concrete un acuerdo de financiación finalista que blinde la sanidad pública.
Forma parte de esta plataforma, entre otras organizaciones, Médicos del Mundo, semFYC, Salud por Derecho, FADSP y FACUA.

Los compromisos alcanzados son insuficientes y no dan respuesta a algunos de los problemas estructurales de la sanidad española, como la falta de financiación, la necesaria reforma de la política farmacéutica o el blindaje frente a las privatizaciones, señalan.
La Comisión, aseguran, ha fracasado a la hora de evaluar las políticas sanitarias de la última década, marcadas por la austeridad y el impulso de modelos privatizadores.
“Resulta llamativo que, ante la magnitud de la crisis que hemos experimentado, el Dictamen sobre Sanidad y Salud Pública —al contrario que el resto de conclusiones de la Comisión— carezca de un diagnóstico inicial sobre el que se sustenten las medidas propuestas. No se pueden dar soluciones sin identificar las causas del problema”, añaden.
La Comisión -señalan- “ha fracasado a la hora de evaluar las políticas sanitarias de la última década, marcadas por la austeridad y el impulso de modelos privatizadores”. En consecuencia, el Dictamen definitivo que habrá de guiar las reformas necesarias del Sistema Nacional de Salud durante los próximos meses, está marcado por la ambigüedad y la falta de compromisos explícitos en materias clave para garantizar una sanidad pública y universal de calidad, afirman estas organizaciones.
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