Trasplante de útero o gestación subrogada, “algo habrá que hacer para facilitar la maternidad a las mujeres sin este órgano de reproducción”. Así de tajante se muestra el fundador del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), Antonio Pellicer, tras años llamando a las puertas de Sanidad para que autoricen este tipo de intervención

Pellicer: trasplante de útero o gestación subrogada. Algo hay que hacer
EFE/ National Geographic Channel
  • 23 de mayo, 2017
  • MADRID/EFE/PILAR GONZÁLEZ MORENO

Pionero de la reproducción asistida en España y catedrático de Ginecología y Obstetricia, Pellicer ha relatado en entrevista a EFEsalud que lleva más de seis años llamando a las puertas de la Consejería de Sanidad de Valencia: “Creo que ni siquiera han llegado nuestras peticiones a Madrid, a la Organización Nacional de Trasplantes”.

“No sé cual es la fuerza que les mueve a no autorizarlo, quiero pensar que es un tema de dinero” y sugiere que se podría crear una fundación privada como en Suecia, donde el investigador Mats Brännström, junto a su equipo, ha conseguido hacer trasplantes viables de útero en mujeres que nacieron sin él y que, tras la intervención, han logrado ser madres.

En España, opina Pellicer, no nos dan permiso porque hay un convencimiento de que hay que ir  con cuidado en cuanto a los operaciones de trasplantes que se autorizan, “y que el útero no se considera básico para la vida como el corazón o el riñón y por eso hay muchas reticencias a autorizarlo, pero en realidad creo que es un error”.

“Y claro, la mujer que nace sin útero o se lo han tenido que extirpar no puede recurrir  ni al trasplante ni al vientre subrogado. Algo tenemos que hacer”.

Pellicer defiende que se podría discutir tanto la opción de la fundación privada para los trasplantes o ir a la regulación en España del vientre subrogado, hoy prohibido: ”o autorizas una cosa u otra”.

Sugiere además que el problema es que a los  interesados nadie los sienta en la mesa: ”hablamos los que no tenemos el problema, los que tenemos responsabilidades médicas o políticas”.

(El pasado viernes, 19 de mayo, justo una semana después de la entrevista con Pellicer, el  Comité de Bioética de España (CBE), que asesora al Gobierno sobre materias relacionadas con la ética y la salud, pedía prohibir la maternidad subrogada, al considerar que todo contrato de gestación entraña una explotación de la mujer y un daño a los intereses superiores del menor.

El organismo considera que “existen sólidas razones para rechazar la maternidad subrogada” y defiende una “prohibición universal de la maternidad subrogada internacional”).

Pellicer: Rejuvenecimiento ovárico

Pellicer/EFE/Vídeo Pilar González Moreno

Con ocasión del séptimo congreso del IVI, celebrado recientemente en Bilbao, esta institución presentó un ensayo clínico para el rejuvenecimiento ovárico  que se hizo en colaboración con el hospital La Fe de Valencia, y se han logrado varios embarazos.

Para ello se han utilizado dos técnicas, una con células madre extraídas de la médula ósea de la propia paciente y otra que se aplica con fragmentos del tejido ovárico, también de la misma mujer que desea ser madre.

La finalidad es lograr que el órgano responsable de la ovulación revierta parcialmente su proceso de envejecimiento y active los folículos durmientes, que de otra forma permanecerían en el ovario sin desarrollarse, ni siquiera mediante el uso de medicamentos.

La técnica de fragmentación del tejido ovárico se ha aplicado en mujeres de unos 34 años con menopausia precoz. De 11 mujeres, cuatro se quedaron embarazadas.

Para Pellicer ambos tratamientos son “desgraciadamente invasivos” y no están dando unos resultados “brutalmente favorables y por ello somos un poco reticentes  a vender humo”.

Así que en su opinión no se puede hablar todavía de que estas técnicas sean la última frontera contra la infertilidad, “para nada, porque hay resultados limitados y durante limitado tiempo”.

Pellicer alude al símil del libro para explicar que el ovario  es como un armario-estantería lleno de óvulos contenidos en los folículos: ”algunos folículos los podemos ver porque crecen, pero llega un momento en que éstos se acaban, y quedan folículos pequeños, como páginas sueltas que no se constituyen en libros, y con las técnicas actuales somos incapaces de verlos”.

Pellicer
EFE/Silver Young.

“Las técnicas que  llenan el ovario de óvulos no existen y la única manera hoy es coger los óvulos de una donación. A lo mejor el día de mañana se consiguen generar óvulos a partir de otras células,  pero mientras tanto lo que estamos haciendo ahora con el rejuvenecimiento ovárico es prolongar la vida del ovario poco más de seis meses”.

En cuanto a los úteros artificiales, explica que en la actualidad hay algunos experimentos que prolongan la viabilidad embrionaria, pero le parece muy difícil conseguir que haya gestaciones humanas fuera del útero materno.

“Desde el punto de vista técnico, todo lo que se hace en el laboratorio es muy imperfecto, de hecho la fecundación in vitro es, en sí,  muy imperfecta. Mantiene la  vida de los embriones muy poco tiempo, y como máximo en cinco días los reimplantamos en el útero de la madre”.

“No me imagino un embrión durante nueve meses en un útero artificial. Es una hazaña prácticamente imposible”.