En el nuevo episodio del pódcast “A gusto con la Tierra” descubrimos formas de organizar nuestro día a día: planificar nuestro menú nos ahorra tiempo, dinero y quebraderos de cabeza

Aunque el otoño ya vino hace mucho, seguimos en un periodo de prueba. Son muchos los que continúan en aquel limbo entre el retorno a la rutina y la desadaptación: retomar horarios, el día a día, o los hábitos saludables olvidados o pendientes de alcanzar es una tarea pendiente. Y por eso planificar un menú es esencial.
Contamos con Noelia López, nutricionista de Nestlé, para hablar de la importancia de la planificación, pieza clave después de las vacaciones.
Planificar el menú… ¿por qué?
El primer punto a tener en cuenta según la experta es nuestra realidad: debemos adaptarnos a nuestro ritmo de vida. Porque no es lo mismo la planificación de una persona que vive sola y que tiene una jornada intensiva de trabajo a una familia con horarios complejos.
La planificación es esencial por una serie de factores:
- Nos quitamos una preocupación diaria. Planificar nuestro menú evita las dudas, renunciando al recurrente “¿Qué comemos hoy?“
- No corremos el riesgo de quedarnos sin ingredientes. Organizar la comida significa que sabemos qué necesitamos y en qué cantidad, por lo que improvisar no es una opción, quedando descartado que nos falten ingredientes.
- Menos desperdicio. Calculamos para hacer lo que vamos a comer. Ni más ni menos.
- Más ahorro. Si sabemos lo que vamos a comer es más fácil garantizar un mayor cuidado en nuestra compra, por lo que será más fácil ahorrar.
- Menú más saludable. Porque dejamos la improvisación para momentos puntuales y nos ajustamos a las raciones recomendadas, variedad y a los buenos hábitos.
Y lo mejor de todo es que, aunque no lo creamos, Noelia López asegura que planificar un menú semanal… ¡no ocupa más de 20 minutos!
Cómo elaborar una buena lista de la compra
Pero para poder hacer realidad esta planificación debemos contar con una buena gestión de los ingredientes, por lo que es necesario hacer una lista de la compra que cumpla con su cometido: organizar de manera eficiente la obtención de los alimentos necesarios para planificar nuestro menú.
La nutricionista de Nestlé facilita una serie de trucos:
- Revisar nuestra nevera, la despensa, el congelador. Ver lo que tenemos es imprescindible para hacer una buena lista.
- Disposición de los alimentos en el super. Ordenar cada ingrediente o alimento en función del grupo al que pertenezcan o la zona del super en la que están dispuestos nos ahorrará tiempo y ayudará a que no se nos pase nada por alto.
- Elegir alimentos de calidad. Una buena lista de la compra siempre se adaptará a la estación del año: debemos consumir productos frescos, de temporada y de proximidad.
- Promociones, cupones. Atender a las promociones o a los cupones activos y comprar, en cierta medida, en función de eso, abarata nuestra compra y la hace más eficiente.

Alimentos básicos
Independientemente de cómo hagamos la lista de la compra, tener una alimentación sana implica tener ciertos básicos siempre en casa. En nuestra despensa nunca pueden faltar frutas y verduras frescas, legumbres, cereales integrales y derivados, huevos, frutos secos (tostados o crudos).
Pero hay ocasiones en las que, independientemente del esmero y cuidado que le pongamos, siempre hay algo que se nos queda atrás.
Alimentos que nos sacan del paso
En este sentido, hay una serie de alimentos que nos pueden sacar del apuro: fáciles de conservar, duran mucho y siempre se les podrá dar una utilidad.
Hablamos de alimentos como las conservas y congelados:
- Pimientos de piquillo
- Verduras cocidas
- Latas de legumbres preparadas
- Lentejas
- Garbanzos
- Verduras congeladas
Reaprovechamiento de sobras
Siempre podemos fallar en el cálculo: aunque planifiquemos el menú, en muchas ocasiones es inevitable que nos sobren. ¿Lo más fácil? Aprovecharlas para otras comidas de la semana, combinándolas, dándoles una segunda oportunidad. Esto implica:
- Menos esfuerzo: porque la comida ya está hecha, por lo que ahorramos el tiempo de hacer más.
- Evitar desperdicio: no tiramos nada porque lo consumimos en otra comida o de otra forma.
- Creatividad: En cierta medida, buscarle otra utilidad a un plato hace que saquemos nuestra vena más creativa y experimentemos con sabores y texturas.
Batch cooking
En este contexto, debemos destacar el llamado “Batch cooking”, aquella herramienta de planificación que permite cocinar en pocas horas para una semana. En otras palabras, la esencia de la planificación.
¿Te animas a probarlo?
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