¿Te quemas con el sol aunque utilices protector solar? Te revelamos qué errores puedes estar cometiendo y cómo evitarlos para que tu piel permanezca sana e hidratada a pesar de la exposición al sol. Además te explicamos las bondades de los fotoprotectores “water resistant” y te mostramos las mejores opciones en cremas solares según tu tipo de piel

Protección solar: claves para lograr el mejor efecto
La aplicación de la crema solar debe ser 30 minutos antes de la exposición a los rayos del sol. EFE/Migeul Villagran
  • 3 de agosto, 2016
  • MADRID/EFE/MARÍA FERNANDA AYALA

Tomar un baño de sol no tiene por qué convertirse en una pesadilla que se repite año tras año. Por esa razón debemos seguir las recomendaciones de uso de los productos con factor de protección solar y observar si se presentan cambios en la piel, como enrojecimiento, irritación o sensación de picazón.

Con estos signos nuestra piel expresa que “no hemos hecho algo bien”, como no aplicar la crema un mínimo de 30 minutos antes de la exposición o saltarse la reaplicación del producto cada dos horas, según la doctora Elia Róo, dermatóloga de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

La especialista explica que el nivel de protección se potencia si somos generosos con la cantidad de crema que aplicamos y si reiteramos esta practica frecuentemente, mientras estemos bajo los rayos del sol.

La doctora Róo recomienda que “al salir del agua, si nos frotamos con la toalla, o si sudamos mucho, tenemos que volver a aplicar la crema solar”.

Pero también es clave cubrir todas a zonas expuestas al sol y no descuidar los dedos de las manos, los pies, las orejas y la nuca, sobretodo “los hombres que llevan camiseta, porque a veces se les olvida” añade la doctora Róo.
gafasveranoY para alejar un mayor peligro de quemadura solar, se recomienda evitar la exposición en las horas centrales del día (entre las 12 y las 17 horas) y protegerse con ropa, sombrero y a la sombra.

Los ojos también requieren de cuidado en verano. “Es indispensable llevar gafas de sol” que protejan tanto de los rayos UVA como de los UVB, ya que “no existe una crema que nos proteja por completo”, señala la experta.

En los días menos soleados, no hay que bajar la guardia. Aunque sea cierto que se filtra menos radiación ultravioleta, “hay que tener cuidado con las nubes altas, blancas, y claras, porque éstas dejan filtrar mucha radiación”, advierte la especialista.

Elegir la crema solar según el tono de piel

La dermatóloga recomienda para las pieles “muy claritas” un factor de protección más alto. Particularmente, cuando la persona ha tenido cáncer de piel o tiene antecedentes familiares, debe utilizar un Factor de Protección Solar (FPS) 50+, que el más alto. En pieles medias se recomienda un FPS de 30.

¿Grasa, seca o mixta?

Para el rostro es preferible el uso de texturas más ligeras, en forma de fluidos, emulsiones o los llamados toque seco, ya que se absorben rápido y dejan la piel libre de grasa, según explica la doctora Elia Róo.

Asimismo, afirma que “también existen cremas y polvos con color que sirven de protección solar y maquillaje”. Sin embargo, si la piel es seca y áspera, debido a que son más frágiles, se sugiere consultar al especialista y comprobar que las cremas no causen enrojecimiento.

En el cuerpo con frecuencia se aconseja el uso de las cremas y las lociones. Hasta para al cabello se pude utilizar protector solar capilar que protege contra los rayos UVA. Y para mantener los labios hidratados, podemos aplicar un bálsamo labial.

EFE/Kai Försterling
EFE/Kai Försterling

¿El protector solar pierde la efectividad al salir del agua?

Cuando nos frotamos con la toalla se elimina el 80% de la crema, indica la doctora Róo, algo que también ocurre si el tiempo de inmersión es muy largo.

En los productos “water resistant” (resistentes al agua) permanece el 70% de la fotoprotección, hasta 40 minutos después de la inmersión (dos baños de 20 minutos). Los bloqueadores solares “waterproof” (muy resistentes al agua) aumenta la protección, de forma que resiste cuatro baños de 20 minutos cada uno.

En cualquier caso, se recomienda aplicar nuevamente la crema tras un baño de más de 20 minutos.

¿Podemos compartir la misma crema solar con los niños?

“Generalmente, los protectores solares para los niños suelen tener más filtros físicos porque el niño puede tener una mayor absorción de producto químico, por tanto es mejor aplicarle una crema específica para su cuidado, por lo menos hasta los seis años” explica la dermatóloga de la AEDV . Los filtros físicos reflejan los rayos UVA, y evitan su penetración en la piel.

Incluso, advierte que “los niños se deben cubrir siempre con ropa, y los muy pequeñitos no se deben exponer al sol de forma directa”.

¿Y qué pasa con la fecha de caducidad de las cremas solares?

La especialista señala que “si la crema está en mal estado, puede ocasionar una dermatitis irritativa, o una erupción cutánea”. Algunas veces, aunque la crema no haya caducado, “al estar expuesta al sol y a la humedad, se puede estropear” y por eso, aconseja “almacenar el producto en un lugar seco, y bien cerrado”.

Si se nota alguna reacción anormal con el uso de la crema, se debe suspender su uso. Asimismo, tras la exposición solar, es indispensable hidratar la piel con cremas o lociones que alivian la piel y regeneran las células. En caso de quemadura, éstas evitan la picazón y suavizan los tejidos.

Complementa el cuidado con cápsulas fotoprotectoras

Las pieles sensibles que tienden a irritarse con el sol, aún con loción protectora, requieren de un tratamiento especial con fotoprotectores orales, recomendados por los dermatólogos. Uno de ellos, el “Fernblock” está compuesto por un extracto estandarizado y patentado de Polypodium leucotomos, un helecho nativo de la regiones tropicales. Este producto aumenta la protección de la piel ante los rayos del sol, tiene un efecto rejuvenecedor y previene los daños cutáneos que pueden causar un cáncer de piel. Se debe tomar una cápsula diaria con el desayuno o antes de exposiciones intensas. 

Otra alternativa son las cápsulas con extractos vegetales, selenio y vitamina C, que tienen un efecto antioxidante, dado que protegen la piel de los radicales libres. Para prevenir los signos del fotoenveje­cimiento cutáneo y evitar la aparición de manchas y arrugas, sobretodo en el rostro, se recomienda empezar a tomarlas un mes antes y un mes después.

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