El té matcha es un té verde molido cuyas hojas enteras se disuelven y consumen en agua caliente (a diferencia de la típica infusión de té donde se usan las hojas o fragmentos de tallo y que posteriormente se descartan). Esta bebida, originaria de Japón, está ganando cada vez más popularidad en el resto del mundo ya que se le atribuyen diversas propiedades saludables

El té matcha, un elixir rico en antioxidantes
EFE/EVERETT KENNEDY BROWN
  • 8 de enero, 2018
  • MADRID / EFE / HENAR FERNÁNDEZ Y LAURA MARTÍNEZ TÉBAR

El matcha es una preparación ancestral originaria de Japón, a la que se le atribuyen diversas propiedades saludables aunque "no hay evidencia científica consistente que respalde estos efectos en la salud", señala Laura González, responsable de Salud y Nutrición de Nestlé y colaboradora de “El Bisturí", en la "M" del Abecedario de la Nutrición.

La preparación del té matcha comienza varias semanas antes de su cosecha. Primero, se cubren las plantas de té para ocultarlas del sol y, de esta forma, se retrasa su crecimiento y se crea un color verde más oscuro en las hojas.

Una vez recogidas, se desecan en superficies planas y se les retiran las venas y tallos para, finalmente, ser trituradas hasta obtener un polvo fino, verde intenso, con una textura similar al talco.

Para elaborar un té matcha se necesitan 1 o 2 gramos de polvo en agua muy caliente, donde se disuelven por agitación, lo que hace que se forme una espuma ligera, aportando un sabor muy delicado a la bebida.

Actualmente se comercializan preparados instantáneos; el polvo de té verde o matcha también se usa en repostería, helados o incluso en otras recetas de la gastronomía nipona.

Propiedades nutritivas del té matcha

té matcha
EFE/EPA/ERIK S. LESSER

"Al igual que la mayor parte de las plantas y sus frutos, las hojas de té matcha y, por tanto, sus productos, son ricos en antioxidantes naturales que pueden tener efectos sobre la salud aunque estos efectos todavía no han podido ser probados en estudios en humanos", afirma la nutricionista.

El hecho de que su consumo sea completo, es decir, que no se deseche la hoja una vez infusionada, hace del té matcha un té cuyo aporte de antioxidantes es mayor que en el té normal.

Sin embargo, no debe perderse de vista que la cantidad que se ingiere no es mayor de 1 o 2 gramos, por lo cual "el impacto es considerablemente menor que comer otros alimentos vegetales que se pueden o se suelen consumir en mayor cantidad (como frutas, verduras u hortalizas), donde el aporte de sustancia con actividad antioxidante siempre será mayor", remarca.

Tipos de té

Todos los tés que encontramos en el mercado provienen de la misma planta del té, la camellia sinensis. La clasificación entre los distintos tipos de té se basa en su proceso de elaboración, principalmente en función del grado de fermentación u oxidación. Existen seis tipos de té que se clasifican en seis colores:

  • Verde: Es una variedad de té que se caracteriza por proceder exclusivamente de las primeras hojas del brote de la planta del té. Estas son secadas y picadas sin que haya fermentación. A este tipo de té se le atribuyen múltiples beneficios, entre ellos, la capacidad de contribuir a la pérdida de peso tanto en forma de infusión como en suplemento de sus extractos naturales o alguno de sus compuestos. Estos efectos son atribuidos a su contenido en cafeína, así como a los compuestos con capacidad antioxidante tales como las catequinas. La cafeína que contiene el té puede acelerar el metabolismo, pudiendo incrementar el gasto de energía entre un 5-8 por ciento. Sin embargo, "varios estudios de calidad ponen en evidencia que la ingesta de té o de sus extractos no ejerce efectos estadísticamente significativos sobre el peso en adultos con sobrepeso u obesidad. Se observa un pequeño efecto sobre la disminución del porcentaje de masa grasa pero no es clínicamente relevante", aclara la nutricionista.
  • Amarillo: Sigue un proceso parecido al té verde pero con una fase de secado más corta en la que las hojas húmedas se dejan reposar y se amarillean. El aroma se confunde a veces con el té negro pero su sabor sigue siendo similar al del té blanco y el verde.
  • Blanco: Son los brotes de la planta aún sin abrir (de ahí su delicado aroma y sabor) que se secan a baja temperatura a la luz solar, sin permitir que se oxiden. Su producción es muy limitada.
  • Azul (u oolong): Es un té medianamente oxidado y tiene un sabor más parecido al té verde que al té negro. No tiene el aroma dulce y rosáceo del té negro ni las fuertes notas herbales que caracterizan al té verde. Las hojas de algunos tés oolong se enrollan en hojas largas y curvas mientras otros se prensan de forma parecidas a las bolas.
  • Negro: Se elabora con las hojas frescas de la planta del té que, tras oxidarse, cambian de color verde a un tono marrón oscuro (aunque no pierde su sabor ni su aroma con el tiempo). Es el té con más cafeína de todos, por lo que es el más estimulante. Su infusión rojiza y oscura es muy popular en los países occidentales.
  • Rojo: Originario de la provincia China de Yunnan, durante mucho tiempo se le ha conocido como el té de los emperadores por ser de su uso exclusivo. Al contrario que otros tés que suelen tomarse frescos tras su recolección, el proceso de fermentación en barricas de bambú es muy largo (pudiendo oscilar entre dos y 60 años). Se adquiere en bolas compactas que se desmoronan antes de su preparación y que resultan en una infusión de color cobrizo.

¿Lleva el té cafeína o teína?

té matcha
EPA/CHRISTIAN CHARISIUS

Al igual que el café, el té contiene cafeína. La teína es el término coloquial con el que se nombra a la cafeína del té (como si fuese una sustancia diferente a la cafeína pero en realidad no lo es).

Tanto el café, el té como el chocolate contienen la misma sustancia química: la trimetilxantina (aunque el té la contiene en menor proporción que el café).

Asimismo, la cantidad de cafeína que contenga tanto un té como un café dependerá de muchos factores (cantidad de agua, presión, temperatura, tiempo de contacto, etc).

"Cuando preparamos un té, la cafeína se extrae rápidamente en agua caliente. Si lo tenemos más tiempo siguen saliendo otros componentes como los polifenoles. Esas sustancias son las que confieren al té el color y la astringencia (aspereza). Diríamos, por tanto, que cuanto más tiempo en contacto con el agua, obtendríamos un té con más té y más astringencia", dice la experta.

"Esos polifenoles son los mismos que encontramos en el vino negro y en el sabor áspero de la fruta verde. Concretamente, estos son los denominados 'taninos', los cuales tienen un efecto de retener sustancias a su paso por el tracto digestivo, lo que puede retardar o disminuir la absorción de cafeína", añade.

Los taninos son sustancias antioxidantes y presentes en mayor proporción en el té que en el café; lo cual incide en que, cuando nos tomamos un té, la cafeína que absorbemos sea menor que la de un café.

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