Especialistas mexicanos han empezado a aplicar tratamientos sin cirugía para eliminar imperfecciones del cutis con base en el cultivo de células productoras de colágeno y elastina tomadas del propio paciente, un novedoso método que se ofrece en pocos países

Tratamientos estéticos sin cirugía a base de cultivo celular
EFE
  • 15 de marzo, 2013
  • MÉXICO/EFE/EDNA ALCÁNTARA

La técnica consiste en desvanecer arrugas en el rostro y cuello mediante el uso de fibroblastos, células del tejido conectivo que producen las proteínas elastina y colágeno, que desempeñan un papel clave en el mantenimiento y la reparación de diversos tejidos.

“Es un método para el relleno facial que tiene buenos resultados de manera temporal y no deja secuelas a futuro pues el tratamiento es natural y proviene de las propias células del paciente”, por lo que no provoca rechazo, explica a EFEsalud la especialista Silvia Espinosa.

La responsable del área de Cirugía Plástica y Reconstructiva del Hospital General de México aclara que aún cuando el tratamiento “es efectivo”, sigue siendo “muy caro” (alrededor de 2.000 dólares) en comparación con otras opciones.

México, alto interés por los métodos de belleza

De acuerdo con la experta, México está a la vanguardia en métodos de belleza especializados, aunque reconoce que el principal riesgo es que las personas están cada vez más expuestas a “charlatanerías”.

Ejemplo de ello es que muchas personas, incluso celebridades, acuden a lugares no certificados como clínicas de belleza donde se aplican productos ajenos al cuerpo que son peligrosos, sostiene.

El tratamiento con fibroblastos, originalmente desarrollado en Brasil y posteriormente en Estados Unidos, sólo puede ser aplicado por médicos especializados (cirujanos plásticos o dermatólogos).

El procedimiento, que aún no es muy conocido entre los mexicanos, empieza con la extracción de fibroblastos del lóbulo de una oreja del paciente por parte de un médico, explica a EFEsalud Rodrigo Riquelme, responsable del área de ventas de la empresa mexicana Banco de Cordón Umbilical (BCU).

La muestra es llevada “en condiciones especiales” a un laboratorio especializado, donde se inicia su cultivo para que en un lapso de entre seis y ocho semanas se obtengan alrededor de 10 millones de fibroblastos, a partir de los cuales se prepara una fórmula que es aplicada por el mismo médico, apunta.

“Los resultados se pueden ver a partir de los seis meses o hasta un año desde la primera aplicación, y a diferencia de otros productos como el botox, que es una toxina y una sustancia ajena al cuerpo, es una célula propia que ayuda a recuperar la textura de la piel”, señala Riquelme, quien agrega que el efecto dura cuatro años.

Cuidar el aspecto físico

Según el ejecutivo, el interés de cuidar y mejorar el aspecto físico de los mexicanos “va en aumento”, por lo que esta es una buena opción “para devolver la belleza, juventud, seguridad y confianza a hombres y mujeres que buscan revertir las imperfecciones.

Si bien es más caro que otras opciones no quirúrgicas, en comparación con una cirugía estética facial, que cuesta hasta 90.000 pesos (unos 7.000 dólares), el tratamiento con fibroblastos es relativamente accesible con 25.000 pesos (unos 2.000 dólares).

Una ventaja adicional, expone Riquelme, es que parte de esas células pueden ser guardadas por unos 78 dólares en el BCU, centro pionero en México en la criopreservación de células madre del cordón umbilical, más una pequeña cuota anual, y en el futuro ser usadas para otra aplicación.

El BCU ha cultivado hasta ahora unas 350 muestras de fibroblastos (70 % de mujeres y 30 % de hombres de entre 40 y 50 años).

Entre los efectos positivos del tratamiento, la cosmetóloga Mónica Amor indica qué disminuye las manchas, cicatrices y las secuelas del acné, hidrata la piel y cierra los poros.

La piel luce “fresca y lozana”, señala al explicar que se trata de un tratamiento “muy natural” que ella misma probó antes de introducirlo en su clínica de belleza y quedó impactada con los resultados.

Explica que en los últimos meses ha aplicado el tratamiento a unas 50 pacientes hombres y mujeres que quieren cuidarse y sentirse bien, la mayoría en el rostro, aunque también puede ser cuello, escote, manos y hasta rodillas.

Mónica Amor está trabajando en un protocolo de investigación después de que la aplicación de fibroblastos en un hombre que padecía psoriasis tuvo resultados muy positivos. “Vamos a hacer un protocolo para infiltrarle en espinilla para ver cómo reacciona la psoriasis”, informa.