¿Es el emprendimiento una moda? ¿Un horizonte de salida profesional? ¿Una aventura y un camino para desarrollar las capacidades intelectuales y psicológicas? ¿Una oportunidad económica? Una investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), que se centra en las variables psicológicas, da un aprobado a los estudiantes en iniciativa emprendedora, con una media de 6 sobre 10. Desde luego, una moda no parece, ha llegado para quedarse en un nuevo mundo cambiante al que entramos con pasos agigantados, tal vez demasiado deprisa

Los universitarios se plantean cada vez más ser emprendedores
EFE/Anthony Anex
  • 24 de julio, 2017
  • MADRID/EFE/JAVIER TOVAR

Bajo el título "Variables psicológicas implicadas en la actitud e iniciativa emprendedora", esta investigación ha concluido hace pocos días. Su directora ha sido la profesora María Inmaculada López Núñez, del departamento de Psicología Diferencial y del Trabajo de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

Un estudio que ha contado con la colaboración de la Oficina Complutense del Emprendedor (Compluemprende), que ha evaluado a 1.222 universitarios de 27 titulaciones,  y en cuya elaboración han participado 40 profesores/as de nueve facultades diferentes.

La muestra se ha completado con 100 emprendedores reales a quienes también se ha preguntado, además de otros 200 estudiantes de Formación Profesional de grado superior.

El Objetivo

El trabajo se ha realizado con un doble objetivo: aplicar los resultados de este enfoque de iniciativa emprendedora, donde se examinan los rasgos psicológicos de los estudiantes, a la formación y la educación; y crear un mapa del perfil emprendedor del universitario.

Durante mucho tiempo, explica este proyecto en su presentación, la iniciativa emprendedora solo se ha abordado desde la perspectiva económica, pero existe una realidad humana más compleja que recoge elementos de otras perspectivas sin las cuales no se comprendería el fenómeno emprendedor.

¿Qué marca la diferencia?, se preguntan sus autores, para responder: "Las personas marcan la diferencia: la importancia del componente psicológico", un concepto más amplio que entiende emprendimiento como un modo de pensar y actuar.

Inmaculada López abunda en este objetivo en conversación con EFEsalud: "Queríamos conocer el peso que tiene la persona en la iniciativa emprendedora, más allá de los factores económicos, las oportunidades empresariales o las ayudas de la Administración. Y nos preguntamos, ¿qué podemos hacer desde la Universidad? Valorar la actitud y las variables individuales, independientemente de la aptitud y los conocimientos técnicos, y buscar un perfil del emprendedor".

Inmaculada López/Foto cedida de su página web

Con un fin añadido: pasar de la iniciativa a la acción, plantear formación, cursos y estrategias que ayuden a dar un plus a la iniciativa emprendedora de los universitarios, subraya la directora de este trabajo.

Las variables psicológicas

¿Y cuáles han sido los rasgos, las variables psicológicas estudiadas? Se centran en cuatro campos:

  • Personalidad: neuroticismo; extraversión; cordialidad; responsabilidad; y apertura a la experiencia.
  • Inteligencia emocional, con tres dimensiones: Atención emocional; Claridad emocional; y Reparación emocional.
  • Solución y afrontamiento de problemas, con otras tres dimensiones: Confianza-Inseguridad en sí mismo; Reflexividad-Impulsividad; y Estrategias de resolución.
  • Tolerancia a la ambigüedad.

"Las que predicen con mas fiabilidad la iniciativa emprendedora -dice la responsable del estudio- son la extraversión, las estrategias de resolución de problemas y la regulación emocional; y son también las que puntúan más alto en el grupo de 100 emprendedores reales".

La extraversión es sociabilidad, capacidad asertiva, activación, alegría, estimulación, optimismo...

Las estrategias de resolución de problemas se definen -explica Inmaculada- por la capacidad para evaluar diferentes alternativas, evaluar errores y fracasos, atención, recopilación de información, análisis, reflexión, estilo cognitivo, visión...

La reparación emocional es una dimensión de la inteligencia emocional, capaz de regular y controlar tanto las emociones negativas como las positivas.

"El ámbito del emprendimiento es un contexto de absoluta incertidumbre", afirma esta experta, quien destaca la flexibilidad, la capacidad de adaptación y la tolerancia al cambio como actitudes fundamentales para abrirse paso en el mundo de las decisiones emprendedoras.

Los resultados

Los estudiantes examinados presentan un nivel de iniciativa emprendedora media de seis sobre diez, siendo los alumnos del Máster y Gestión y Evaluación de los Servicios Sociales (7,75 de media); Grado Bilingüe de ADE (7,58); Logopedia (7,33) y Bellas Artes (7,29), quienes obtienen la puntuación más alta.

La menor iniciativa emprendedora se sitúa en los estudiantes de Relaciones Internacionales (3,92) y Doble Grado Derecho-Políticas (4,00).

"Un resultado de 6 de media expresa que los estudiantes han aprobado en emprendimiento. Es un dato optimista y un buen punto de partida", resume la profesora.

El estudio también concluye que quienes estudian y trabajan tienen una mayor iniciativa emprendedora, al igual que los hijos de autónomos.

Emprender en un mundo cambiante

Un caballo y un jinete galopan por una playa con el cielo nublado. Efesalud
Un caballo y su jinete galopan por la playa/EFE/Mohammed Saber

Para explicar los resultados de este estudio, Inmaculada López lo vincula con la empleabilidad: "No nos engañemos, mucha gente emprende por necesidad; hay quien hace de su profesión su empresa, y quienes sacan una nota más alta en iniciativa emprendedora es porque, entre otros factores, perciben un mercado laboral más complicado".

Por un lado, las diferencias en los resultados pudieran explicarse por la empleabilidad de las titulaciones, y por otro, están las variables psicológicas predictoras de la iniciativa emprendedora, que son las que tenemos que trabajar, añade.

"El emprendimiento es multidimensional. Esta es la perspectiva para analizarlo. Es la persona, pero es el contexto: económico, social, familiar... Nada es determinante y todo es determinante. La iniciativa emprendedora hay que educarla y fomentarla, lo que implica contemplar variables psicológicas que hay que integrar en la educación", expone la psicóloga.

El futuro del estudio

"Este trabajo indica que nuestros universitarios son conscientes de que la iniciativa emprendedora es una posibilidad de futuro", destaca Inmaculada López, quien ampliará este estudio en el próximo curso para llegar al 70 por ciento de las Facultades de la UCM y contar con la colaboración de 50 profesores.

Una persona camina con un "mar de nubes" detrás y al fondo un atardecer. Efesalud.com
Caminar en busca de nuevas metas y objetivos, metáfora del crecimiento y la superación./EFE/Rolf Haid

Su objetivo es "hacer el mapa del perfil emprendedor del universitario de la UCM" llegando al cien por cien de las titulaciones, de una Universidad que cuenta con 80.000 estudiantes.  Y que sirva para pasar de la iniciativa a la acción, mediante la formación y la educación en actitudes y rasgos emprendedores, de forma que se vea la utilidad para la sociedad de las investigaciones universitarias.

"Queremos hacer transferencia del conocimiento -dice-. Poner a disposición de la Administración, agentes sociales, institutos de innovación, escuelas de negocios y empresas el perfil actitudinal y las variables psicológicas de los jóvenes españoles en relación con el emprendimiento. Se puede aprender a ser emprendedor. El emprender nace, pero también se hace, las dos cosas".

 

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