Hay noticias, vídeos, historias y bromas que se difunden con gran rapidez en internet y llegan a muchos usuarios en muy poco tiempo. Los llamamos virales porque recuerdan, por su rápida propagación, a ciertas enfermedades provocadas por virus que se contagian con mucha facilidad de unas personas a otras

“Los virus son organismos vivos microscópicos, más pequeños que las bacterias. Muchos de ellos producen enfermedades infecciosas en el hombre”, explica José Miguel Cisneros, presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) en relación a los virales.
“La mayoría de las veces -explica- las enfermedades son leves y autolimitadas, como las producidas por los virus del resfriado común o de la gripe, pero otras son graves como la del VIH o las de los virus de la hepatitis A, B y C. También hay algunas que pueden causar gran mortalidad, como la del virus del Ébola”.
El especialista indica que los virus que con más frecuencia circulan entre la población son los del resfriado común y los de la gripe y, por lo tanto, cuando el médico de familia le dice a un paciente que lo que tiene es un virus, lo más habitual es que se trate de uno de ellos.
No antibióticos contra los virus
“Estos virus producen infecciones respiratorias de las vías altas que en la inmensa mayoría de los casos se curan solas”, subraya el especialista.
Asimismo, señala que el pronóstico de resfriados y gripe es bueno, pues se cura prácticamente el 100 % de los afectados “con la excepción de casos graves de gripe en embarazadas, personas con obesidad mórbida o enfermedades crónicas, donde puede haber complicaciones graves como neumonía y, ocasionalmente, la muerte”, señala.
El doctor Cisneros comenta que los síntomas que suelen causar los virus del resfriado y la gripe son tos, estornudos, picor de nariz y, en el caso de la gripe, fiebre elevada y dolores musculares generalizados.
“En general, las infecciones por estos virus no requieren tratamiento. Sólo en los casos que presentan fiebre están indicados los antitérmicos y analgésicos menores para los dolores musculares”, precisa.

En este sentido, la comunidad médica recalca que los antibióticos no son activos contra los virus, sólo contra las bacterias.
Así, los especialistas de la Comunidad de Madrid destacan que no se deben tomar antibióticos para combatir resfriados o gripes. De igual modo, advierten que “nunca hay que tomar antibióticos por nuestra cuenta, pues es el médico quien debe valorar cuándo son necesarios”.
Los expertos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) manifiestan que cuando los antibióticos no son necesarios, no harán que quien los ha tomado se sienta mejor, pero esa persona sí podría experimentar sus efectos secundarios, como sarpullido, náuseas o diarrea.
Prevención: vacunas e higiene de manos
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud destaca que el uso indebido y abusivo de los antibióticos está acelerando la resistencia de las bacterias a estos fármacos.
“Las bacterias farmacorresistentes pueden causar infecciones en el ser humano y en los animales y esas infecciones son más difíciles de tratar”, aclara.
En lo relativo al contagio de los virus, el presidente de la SEIMC indica que, “en general, son más contagiosos que las bacterias”.
El facultativo detalla que se propagan por vía aérea y también por contacto, a través de nuestras manos. Por lo tanto, afirma que la mejor manera de prevenir “es la vacunación en el caso de la gripe, así como la higiene de manos”.
De igual manera, la OMS puntualiza que la gripe estacional tiene fácil propagación y se transmite rápidamente en entornos como las escuelas y las residencias de ancianos.
“Al toser o estornudar, las personas infectadas dispersan en el aire, a distancias de hasta un metro, gotículas infecciosas (con virus), infectando así a las personas cercanas que inspiran esas partículas. El virus también puede transmitirse por las manos contaminadas. Por ello, para prevenir la transmisión hay que lavarlas frecuentemente y cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo al toser o estornudar”, advierte.
Además, la OMS explica que en los climas templados las epidemias estacionales se producen sobre todo durante el invierno, mientras que en las regiones tropicales pueden aparecer durante todo el año, en brotes más irregulares.
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