Médicos Sin Fronteras acaba de completar una primera ronda de quimioprevención de la malaria estacional, un nuevo método preventivo, reconocido y recomendado por la OMS que puede salvar miles de vidas

180.000 niños reciben un nuevo tratamiento para prevenir la malaria en Níger
Imagen cedida por Médicos Sin Fronteras
  • 3 de septiembre, 2013
  • MADRID/EFE/MARIOLA AGUJETAS

Durante las semanas previas al comienzo de la temporada de lluvias, y mientras se preparaban para hacer frente a la más que posible llegada de la crisis alimentaria, varios equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) han estado distribuyendo en diversas regiones de Níger cientos de miles de tratamientos para prevenir la malaria.

En esta época, año tras año, los mosquitos comienzan a reproducirse en el agua estancada, lo cual aumenta exponencialmente el riesgo de contraer la malaria. Es la primera vez que se utiliza este tratamiento (SMC, por sus siglas en inglés)) en Níger; introducido en el país por equipos de MSF que trabajan junto a los profesionales del Ministerio de Salud, está dirigido a niños de entre tres meses y cinco años, que reciben tres dosis al mes durante los cuatro meses de la estación lluviosa.

Hasta el momento, más de 184.000 niños de unas 1.000 aldeas de los distritos de Magaria, Guidan Sori, Moulé, Tafo, Sabon Guida, Bouza y Madaoua han recibido las dosis iniciales.

Los más de 1.850 agentes comunitarios que trabajan con los equipos internacionales de MSF visitan las aldeas de la zona, sensibilizan acerca de la importancia de protegerse de la enfermedad, distribuyen el medicamento y alientan a los padres para que se aseguren de que los niños reciban las 12 dosis necesarias.

Más de 600.000 personas mueren cada año de malaria

Sin embargo, las estimaciones más recientes de la OMS indican que en la última década el número de casos ha disminuido en un 25 por ciento, lo cual viene a decir que se han logrado evitar más de un millón de muertes, la gran mayoría entre los menores de cinco años en África subsahariana.

La mejora del acceso a las pruebas de diagnóstico rápido, así como las terapias combinadas basadas en artemisinina (ACT) han revolucionado durante los últimos años el tratamiento de la malaria en los países en desarrollo.

La SMC supone un nuevo motivo de esperanza en la lucha contra esta enfermedad, pues a través de este nuevo enfoque basado en la prevención, ya se ha demostrado que el número de casos de malaria se puede llegar a reducir hasta en un 80%.

Malaria y desnutrición: combinación fatal

“Esperamos que la SMC juegue a partir de ahora un papel importante para la prevención de la malaria en Níger”, explica Wolz. “Para los niños menores de cinco años resultaría vital, ya que en esta época del año tienen que hacer frente no sólo a la malaria, sino también a las crisis alimentarias. Y ya sabemos que la malaria combinada con la desnutrición es una combinación que suele resultar fatal”.

Durante el período de transición marcado por la temporada de lluvias es cuando las reservas de alimentos comienzan a agotarse. Los precios de los productos en los mercados comienzan a alcanzar su pico anual y, a la espera de que el tiempo se estabilice, la siguiente cosecha ni siquiera se ha plantado todavía.

La desnutrición y la malaria son las dos enfermedades que más afectan a los niños durante estos meses. “Es como un círculo vicioso: sin acceso a alimentos ricos en micronutrientes, muchos niños sufren de desnutrición. La malaria por su parte debilita el metabolismo y conduce a la pérdida de apetito en los niños pequeños, así que si no es por un lado, al final es por el otro, pero lo que está claro es que ambas enfermedades tienen muchas posibilidades de acabar asociándose”, continúa Wolf.

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