El presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), Miguel Martín, resalta en un artículo para EFEsalud la labor de este grupo en promover la investigación clínica, epidemiológica y traslacional, así como el estudio y la formación médica continuada. Además, incide en la necesidad de impulsar una Ley de Mecenazgo Nacional que cuente con los recursos públicos suficientes para no detener proyectos de investigación ante la falta de financiación.

Miguel Martín es también presidente de la Sociedad Española de la Oncología Médica (SEOM) y jefe del Servicio de Oncología de Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, especialista en cáncer de mama.
Cáncer de mama: La investigación académica facilita el camino de la superación
Por Miguel Martín
Desde su creación en 1995, el Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama ha promovido la investigación clínica, epidemiológica y traslacional, así como el estudio, la formación médica continuada y la divulgación de todo lo referente a este tipo de tumor y a su tratamiento.
Tras más de 20 años de andadura, GEICAM ha realizado más de un centenar de estudios en los que han participado más de 46.000 mujeres y sus trabajos han sido publicados en revistas internacionales de máximo impacto que han sentado nuevos estándares internacionales de tratamiento en cáncer de mama.
Esto lo ha convertido en el grupo académico de investigación clínica, epidemiológica y traslacional en cáncer de mama más importante de nuestro país, cooperando con los grupos internacionales punteros en prevención, diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad.
Pero ser un grupo académico significa colaborar con las personas que se ven directamente afectadas por el cáncer de mama, es decir, las pacientes. En este sentido, GEICAM y los profesionales que lo integran trabajan para poder ofrecerles terapias más eficaces e individualizadas que contribuyan a disminuir las toxicidades y aumentar la supervivencia, redundando en una mejora en la atención a las pacientes y en su calidad de vida tras el diagnóstico.
Un Comité Científico para seguir avanzando
El Comité Científico de GEICAM nace con la vocación de discutir de forma multidisciplinaria diversas ideas que permitan seguir avanzando y mejorando en el conocimiento y tratamiento del cáncer de mama además de incorporar estudios moleculares en los ensayos clínicos que promovemos, con el objetivo de obtener más información acerca de la naturaleza de esta enfermedad y conocer las vías moleculares que condicionan la supervivencia de las pacientes y ofrecer tratamientos personalizados de acuerdo a las características moleculares de su tumor.

En este sentido, la expresión génica en cáncer de mama ha permitido identificar subtipos de tumores mamarios con un comportamiento diferente, reconociéndose que el cáncer de mama no es una enfermedad única sino un conjunto de ellas.
Esta nueva visión de la enfermedad ha sido fundamental para el desarrollo de la medicina de precisión, uno de los campos más prometedores de la última década, que es y seguirá siendo posible gracias a los grandes avances en la biología del cáncer, la inmunoterapia, la bioinformática y el desarrollo de nuevas tecnologías como la secuenciación masiva o la biopsia líquida.
El perfil pionero e investigador de GEICAM, en el que participan más de 180 hospitales de toda la geografía española y la colaboración con los principales grupos de investigación internacionales, dotan a nuestro grupo de gran potencial para perseguir y alcanzar grandes hitos en esta enfermedad.
Integrado por un equipo multidisciplinar al que, además de oncólogos, se han incorporado nuevos perfiles profesionales como biólogos, patólogos, bioinformáticos o inmunólogos de referencia en España, la misión de este Comité es convertirse en el timón del grupo, el organismo encargado de marcar las líneas estratégicas de trabajo que debemos desarrollar a futuro.
Así, profundizar en el papel de la inmunoterapia en cáncer de mama, cuya importancia ya se ha establecido en otras neoplasias como el melanoma, el cáncer de vejiga, el cáncer de riñón o el cáncer de pulmón, es una de las líneas prioritarias.
También lo es acercar a la clínica los resultados del laboratorio, sobre todo en lo relacionado con los mecanismos de resistencia en las pacientes, para poder validar las observaciones experimentales y, si procede, diseñar futuros ensayos clínicos basados en nuevos biomarcadores de respuesta o resistencia al tratamiento.
Emplear tecnologías de alto de rendimiento en proyectos innovadores para desentrañar los mecanismos implicados en la heterogeneidad tumoral y sus consecuencias a nivel clínico, estudiando los tumores primarios y sus correspondientes metástasis, es otra de las líneas de trabajo establecidas.
Por último, destaca el papel y la importancia de la biopsia líquida que ya estamos incorporando en nuestros ensayos clínicos, bien desde el estudio de células tumorales que circulan en la sangre, o bien, analizando pequeños fragmentos de ADN tumoral circulante.
La investigación es cosa de todos
Aún queda mucho camino por recorrer y hemos de tener claro que la investigación es una responsabilidad social compartida que requiere del esfuerzo e implicación de todos los agentes sociales.
La sociedad civil debe tomar conciencia de que los avances en el tratamiento del cáncer de mama proceden de la investigación básica y clínica y de que ésta precisa de mayores recursos económicos. Es una realidad que la puesta en marcha de proyectos de investigación tanto básicos como clínicos y traslacionales necesita de fondos privados.
Lamentablemente y, a diferencia de los países anglosajones, el mecenazgo en España goza de pocos estímulos fiscales, una situación que debería ser abordada por nuestros gobernantes con urgencia.

No debemos olvidar que las donaciones destinadas a entidades sin ánimo de lucro pueden suponer un notable ahorro de costes a la Administración pues se encargan de realizar aquellas labores que ésta no puede asumir.
Por tanto, la continuidad de la investigación oncológica de excelencia depende irremediablemente de un cambio legislativo en la práctica del mecenazgo privado.
Resulta imprescindible impulsar una Ley de Mecenazgo Nacional de cara a la investigación académica en oncología que cuente con los recursos públicos suficientes para no detener proyectos de investigación de importancia crucial para los pacientes ante la falta de financiación.
Porque detrás del cáncer de mama, que continúa siendo el tumor con más incidencia en las mujeres, están siempre las pacientes que lo padecen. Gracias a la investigación, a día de hoy 8 de cada 10 mujeres en nuestro país superan la enfermedad a los cinco años del diagnóstico.
Por ello debemos seguir avanzando y contar con los recursos necesarios, tanto económicos como humanos. Si queremos alcanzar la superación del cáncer de mama, la investigación es el camino.
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