El CIBER cardiovascular nace como un “centro de investigación sin paredes” para el estudio en red de las enfermedades cardiovasculares, que son la primera causa de muerte en el mundo, y con un objetivo fundamental: el desarrollo de la investigación cardiovascular traslacional. Esto implica trasladar las preguntas y necesidades que surgen en la investigación clínica y encontrar respuestas aplicadas a esta en la investigación básica

CIBERCV: Investigación cardiovascular “sin paredes”
Un detalle de las arterias de un brazo humano. EFE/STEFAN ZAKLIN
  • 25 de agosto, 2017
  • MADRID/EFE/ANA MARCOS

De este modo, los avances científicos en investigación cardiovascular nunca pierden de vista su meta, mejorar la vida del paciente. Así, desde el CIBER responden a los retos y cuestiones que se plantean desde los ámbitos de la prevención, diagnóstico y tratamiento.

Forman parte del CIBER cardiovascular cuarenta grupos de investigación pertenecientes a 24 instituciones de once comunidades autónomas, dirigidos por un Comité Científico liderado por el profesor Francisco Fernández Avilés, catedrático de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón.

Como explica el doctor Javier Díez, director del Programa de Enfermedades Cardiovasculares del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra, el objetivo es multiplicar la rentabilidad de los esfuerzos compartiendo desde propuestas de investigación hasta métodos.

“Este mundo se ha complejizado tanto que ningún grupo puede abarcar todas las posibilidades existentes para hacer una investigación de excelencia”, destaca el director del programa. Por ello es fundamental la cooperación.

Por qué un CIBER cardiovascular

El doctor lo define como un “centro de investigación sin paredes” cuyo objetivo es el abordaje traslacional de las dolencias cardiovasculares, que son la primera causa de muerte en el mundo.

“Las enfermedades que más afectan a los españoles son las del corazón y las arterias cerebrales”, apunta. En relación a las primeras, en los últimos años se han desarrollado avances que han permitido tratar de manera muy precisa y eficaz los problemas de las arterias coronarias que producen la enfermedad isquémica del corazón, la primera causa de enfermedad cardíaca.

Se están produciendo hallazgos que permiten no solo desobstruir las arterias que conducen a la muerte del tejido cardíaco, sino regenerarlo y devolverlo a la vida. “Es un avance fundamental: hablamos de tratar la causa, permitir que llegue más sangre para evitar que sigan muriendo las células del corazón e incluso rescatar las células ya muertas y regenerarlas”, narra el doctor con orgullo.

Además, reconoce que aunque todos estos avances son muy importantes, es necesario enmarcarlos en el contexto actual: haber empezado a tratar antes a los españoles gracias a diagnósticos más tempranos y precisos. “Todo va unido: prevención, diagnóstico y tratamiento”.

Tres retos de la investigación cardiovascular

El doctor enfatiza en que lo importante para el CIBER cardiovascular es la salud de los españoles y, por ello, su objetivo es hacer una investigación cardiovascular verdaderamente traslacional.

Tenemos un gran potencial de investigación básica en nuestro país, y el reto que tenemos es trasladar ese conocimiento a herramientas preventivas, diagnósticas y terapéuticas”, destaca.

El segundo desafío es rescatar a los investigadores jóvenes: “Su formación es fundamental porque sin ellos no habrá futuro”. El tercer reto consiste en crear empleo y desarrollar la industria biomédica española.

Aspiran a crear generaciones de científicos jóvenes ilusionados e interesados en la investigación cardiovascular, y rescatar a todos los que se ven obligados a marcharse a trabajar fuera de España sin plan de retorno.

investigacion cardiovascular traslacional
Científicos del CIMA y de la Universidad de Navarra que participan en el CIBER Cardiovascular/Imagen cedida

Los doctores Javier Díez y José Antonio Páramo -jefe del grupo de la Clínica Universidad de Navarra, se muestran orgullosos por la incorporación de sus grupos de científicos al CIBER cardiovascular. “Consolida nuestra trayectoria de excelencia en investigación cardiovascular y supone una magnífica oportunidad de trabajo conjunto”, reconocen.

Entre las cuatro líneas de investigación del CIBERCV se incluyen un programa de descubrimiento y validación de biomarcadores, esenciales para un diagnóstico temprano y  para el tratamiento específico de las enfermedades cardiovasculares -dirigido por el doctor Díez- y otro programa sobre nuevos mecanismos implicados en la patología vascular isquémica –liderada por el doctor Páramo-.

Experiencia CIBER

El CIBER Cardiovascular se enmarca dentro del consorcio público de investigación CIBER -Centro de Investigación Biomédica En Red del Instituto de Salud Carlos III-, que se encarga de agrupar y poner en común a diferentes grupos de investigadores que trabajan en un mismo ámbito con un único fin: la cooperación. Pretenden impulsar la investigación de excelencia en biomedicina y ciencias de la salud.

Su propósito es establecer relaciones entre grupos que interaccionan entre sí para que la alianza permita la optimización de recursos entre los diferentes equipos de investigación españoles.

En la actualidad existen once áreas CIBER: bioingeniería, biomateriales y nanomedicina; enfermedades cardiovasculares; diabetes y enfermedades metabólicas asociadas; enfermedades hepáticas y digestivas; enfermedades raras; enfermedades respiratorias; epidemiología y salud pública; fragilidad y envejecimiento saludable; fisiopatología de la obesidad y nutrición; cáncer; y salud mental.