Son ocho de los mejores estudiantes españoles de Bachillerato de 2014. Seis chicas y dos chicos que con 18 años empiezan ya a prepararse para cumplir su sueño, la investigación cardiovascular de la mano del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y de director, Valentín Fuster

Jóvenes promesas con un sueño: la investigación cardiovascular
Los ocho jóvenes del programa Acércate y el Dr. Fuster/ Foto cedida por CNIC
  • 11 de agosto, 2014
  • MADRID/EFE/PAZ OLIVARES

Con una media de 10 en 1º y 2º de Bachillerato, son los afortunados que han recibido una beca en el programa Acércate, que organiza el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC).

¿El objetivo? Se trata de una apuesta personal del reconocido cardiólogo Valentín Fuster:  “Atraer y formar a los jóvenes más brillantes desde las edades más tempranas para crear una cantera de investigadores de excelencia en el campo cardiovascular”.

Este año los ocho estudiantes escogidos son seis mujeres y dos hombres, de forma que se repite la tendencia al predominio femenino. A lo largo de las nueve ediciones del programa, han participado en total  45 chicas y 27 chicos desde que comenzó en 2006.

Asimismo, la convocatoria, que está abierta a alumnos de todo el territorio nacional, ha tenido en esta ocasión a dos andaluzas, una alicantina, una canaria, un castellano leonés, dos gallegos y una cántabra.

Durante los 15 días que dura su estancia en el CNIC, realizan diversas actividades que les ayudan a entrar en contacto con la investigación, como prácticas de transgénesis, medicina comparada, proteómica, genómica o bioinformática.

La medicina es la vocación mayoritaria de los estudiantes que participan este año. De hecho, son seis los que empezarán en octubre esta carrera, mientras que, los otros dos se decantan por estudios de Bioquímica y Biotecnología.

Dos jóvenes con un futuro prometedor

Ana Gallego y Ester Lobato. Con solo 18 años y procedentes de Cantabria y Alicante, respectivamente, sueñan con llegar a ser dos científicas de renombre. Durante 15 días, ellas y otros seis alumnos más han sido protagonistas de un curso en el que han visto la ciencia desde un punto de vista totalmente distinto al habitual. EFEsalud ha estado con ellas.

¿Cómo habéis vivido la experiencia?

Fachada del CNIC. Efesalud.com
EFE/Juan M. Espinosa

Ana Gallego: somos muy afortunadas de estar aquí, lo hemos vivido como la gran oportunidad que es. Nos han dividido en grupos de cuatro personas, de forma que pudiéramos manejar con mayor facilidad, movernos mejor en el laboratorio y colaborar todos.

Ester Lobato: ha sido una experiencia muy interesante. No siempre tenemos una imagen de la ciencia como algo cotidiano y esta ha sido una de las primeras veces en las que nos hemos encontrado con la labor diaria del investigador.

¿Cuál es vuestro sueño?

A.G: Ya sé que quiero dedicarme a la investigación y me encantaría descubrir la cura a alguna enfermedad que afecte a mucha gente para lograr algo para la humanidad.

E.L: Me gustaría contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas. Este es un campo muy amplio en la medicina, así que, según avance en mis estudios, veré a qué me dedico. Este programa me ha ayudado a saber en qué consiste la investigación biomédica.

Ana comenzará la carrera de Biotecnología en Salamanca y Ester se convertirá en una profesional de la Medicina en Alicante.

¿Y vuestro ejemplo a seguir?

A.G: Los científicos que me he encontrado aquí son mi modelo. He visto que trabajan a gusto, les gusta lo que hacen, saben muchas cosas y se nota que es un placer trabajar cuando lo que haces te apasiona.

E.L: No hace falta que un científico sea un genio o una eminencia, sino que hoy en día se trabaja en equipo y, más que admirar a una sola persona, se toma ejemplo del trabajo que realizan todos en conjunto.

¿Qué aficiones tenéis?

A.G: Voy a clases de baile moderno y me encanta hacer actuaciones con mis amigas. Además, me gusta ir al cine y practicar deporte.

E.L: Uno de mis hobbies es escribir. De hecho, tengo algún relato publicado. Escribo por placer y, de vez en cuando, lo mando a algún concurso. También me gusta aprender idiomas y viajar.

¿Tenéis miedo de vuestro futuro laboral?

Una estudiante con bata blanca mira por el microscopio. Efesalud.com
Una estudiante de farmacia en el laboratorio de prácticas/Foto cedida por Paloma Olivares

A.G: Yo tengo un poco de miedo porque, teniendo en cuenta que entro en una carrera muy específica de investigación, sé que me voy a tener que ir fuera de España.

E.L: Dentro del programa nos han recomendado irnos al extranjero, no solo por la formación en otro idioma, sino por conocer otros puntos de vista y contrastar cómo es investigar en otros países.

¿Cuándo comenzó vuestro interés por la investigación?

A.G: Desde pequeña siempre me ha gustado hacer experimentos a ver qué pasaba mezclando distintos líquidos. Por otro lado, también me atraía la Medicina, pero no me veía a mí misma en un quirófano o tratando con alguien muy de cerca.

E.L: Hace unos años, participé en otro programa de investigación, realicé un proyecto, me invitaron a un congreso y, a medida que avanzaba, me di cuenta de que esto era lo mío.

¿Se han cumplido vuestras expectativas?

Las dos están de acuerdo en que el curso ha sido todo un éxito, “al entrar, nos topamos con algo inesperado: un material puntero, unos profesionales muy bien preparados, unas instalaciones muy buenas, unas prácticas y un trato maravilloso”, asevera Ana Gallego.

“Lo que más me ha sorprendido es la forma que tienen aquí de enfocar la ciencia, es decir, lo que hacen es plantearla como una cotidianeidad, es decir, como algo que forma parte de nuestras vidas. Yo creo que en España muchas veces lo que falta es eso, y es que la ciencia vive en un mundo apartado”, comenta Ester Lobato.