El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha prometido que revisará el sistema sanitario cuando pase la epidemia del coronavirus para reforzarlo y ha pedido a los partidos “unidad política” para afrontar esta crisis. “Lo más duro está por llegar”, asegura.

El jefe del Ejecutivo, en una comparecencia en el Congreso de los Diputados con apenas una treintena de asistentes, ha señalado que el momento más complicado de esta epidemia de coronavirus y se producirá cuando el sistema sanitario “reciba el impacto de mayor número de personas contagiadas”.
España se enfrenta a una enfermedad “silenciosa y cruel” que castiga lo que más “nos hace humanos: la necesidad de vivir juntos, pensar juntos y actuar juntos en comunidad”.
El virus no distingue de ideologías, ni clases, ni territorios. “Nos golpea a todos, a nuestros padres, nuestros abuelos, nuestras parejas, nuestros hijos y nuestros seres queridos”, ha lamentado.
Revisión de la sanidad cuando pase el coronavirus
Sánchez ha avanzado que cuando pase esta situación el Gobierno impulsará una comisión de estudio y evaluación que analice “con rigor” la situación de la sanidad y elabore un libro blanco con los “ajustes y cambios” que muestren necesarios.
“Puede ser la primera lección de esta emergencia, que protejamos el sistema salud y reforcemos el estado de bienestar, ha dicho el jefe del Ejecutivo, quien al comienzo de su discurso ha recordado a los fallecidos por esta enfermedad y ha enviado un mensaje de cariño a sus familias y amigos.
Además, Sánchez ha confirmado que cuando concluya esta pandemia el Ejecutivo presentará el proyecto de unos presupuestos generales del Estado de “reconstrucción social y económica” para los que espera contar con el “apoyo de todas las fuerzas políticas”.
“Estamos hablando de unos presupuestos para reconstruir nuestro país”, ha subrayado Sánchez, quien ha reiterado que estas cuentas serán “extrasociales” e irán “hacia la defensa de la economía y la protección de las familias y las empresas”.

“Ahora nosotros somos la vacuna” contra el coronavirus
El presidente del Gobierno ha justificado el momento en el que se decretó el estado de alarma, que fue, según ha dicho, “cuando se tuvo la certeza de que resultaba imprescindible”, porque “los derechos que restringe y los bienes que pone en juego son suficientemente valiosos para ser preservados hasta ese instante”.
“Hasta que la vacuna llegue, nosotros somos la vacuna”, ha dicho Sánchez para después pedir “sacrificio y unión” e insistir en que cada persona que se quede en casa “suma para salvar vidas y ayuda a doblegar la curva”. “Cada uno de nosotros somos el cortafuegos que puede frenar este incendio y ponerle fin lo antes posible”, ha señalado.
La réplica de los partidos parlamentarios
El líder del PP, Pablo Casado, empezaba su réplica al presidente prometiendo a Sánchez que “no está solo” y contará con el apoyo de su partido para el decreto de medidas económicas, pero le ha echado en cara falta de “autocrítica y humildad”.
“Tiempo habrá de dirimir responsabilidades, negligencias o retrasos”, ha dicho Casado, quien ha insistido en que apoyará al Ejecutivo para no dejar a nadie atrás, pero le ha pedido medidas adicionales para autónomos y clases medias.
Vox, sin embargo, ya ha advertido de que recurrirá al Constitucional el decreto de medidas económicas y sociales por incluir una disposición que garantiza al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, su presencia en la comisión de seguimiento del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Su portavoz, Iván Espinosa de los Monteros, ha ofrecido a Sánchez el apoyo de Vox, pero al mismo tiempo le ha reclamado que aparte de sus cargos a Iglesias y a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y coloque en su lugar a personas con “más capacidad, menos ideología y mayor credibilidad”.
Otro portavoz muy duro con Sánchez ha sido el de ERC, Gabriel Rufián. “La demora y la incompetencia que tenemos enfrente no comporta pérdida de votos, comporta pérdidas de vidas”, ha dicho Rufián, quien también ha pedido “menos Guardia Civil y Ejército” patrullando las calles “y más recursos” para la sanidad.
Portavoces como Joan Baldoví, de Compromís; Tomás Guitarte, de Teruel Existe; o Íñigo Errejón, de Más País, han mostrado su apoyo al Gobierno y han puesto sobre la mesa algunas propuestas adicionales, como la de ampliar la moratoria a los alquileres, ha apuntado Errejón.
Y Pablo Echenique, portavoz de Podemos, el partido que comparte con el PSOE la coalición de Gobierno, ha expuesto a Sánchez también, “con ánimo constructivo”, medidas adicionales que su partido considera necesarias.
Entre ellas, un ingreso mínimo para que las rentas más bajas puedan afrontar esta crisis.
Cinco horas ha durado este debate insólito en democracia, por la ausencia de la mayoría de los diputados, para discutir las actuaciones ante este momento “histórico”, según ha subrayado Sánchez.
Un término, el de histórico, que, como ha admitido el presidente, se ha utilizado demasiado y cobra ahora todo su significado.
Por eso, ha insistido, al cerrar este debate, en que Gobierno y oposición deberán llegar a acuerdos que hace semanas consideraban “inimaginables” y aparcar cuestiones que han dejado de estar en el centro de la política española.
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