Las dos semanas que la doctora Carmen Hernández trabaja más en todo el año son las que destina en Turkana (Kenia) a proyectos de cirugía. Pero también son sus dos semanas más gratificantes. Esta labor queda reflejada en “A solo 6 horas”, un detallado documental que se ha alzado con el primer Premio de Cortometrajes sobre Derechos Humanos de la Universidad Rey Juan Carlos I

El proyecto de cirugía en Turkana, galardonado por la Universidad Rey Juan Carlos I
El equipo de cirujanos españoles en Turkana en quirófano. Foto cedida por Carmen Hernández
  • 1 de diciembre, 2015
  • MADRID/EFE/MARÍA MILÁN

El proyecto quirúrgico Cirugía en Turkana se lleva a cabo en esta remota región keniana desde 2004. Once años en los que los ciudadanos esperan ansiosos la llegada de un equipo integrado por cirujanos, anestesistas, voluntarios y otros profesionales sanitarios. Y con ellos, la llegada de la salud.

La doctora Carmen Hernández, cirujana general de aparato digestivo, es una de las almas de este proyecto de 2007 y la directora del documental “A solo 6 horas”, galardonado con el Premio de Cortometrajes sobre Derechos Humanos de la Universidad Rey Juan Carlos I.

“Ha sido un estímulo muy importante recibirlo, una inyección de energía para seguir adelante”, reconoce la doctora Hernández, que espera este reconocimiento sirva para que “todas las Turkanas del mundo salgan a la luz, que la gente sea consciente de que hay muchos sitios donde la gente necesita ayuda”.

¿Qué vamos a encontrar en “A solo 6 horas”?

A Turkana le separa de Ibiza, Mónaco o Cannes solo 6 horas. Así comienza el documental y de esta premisa extrae su título. A solo seis horas el hambre, la desnutrición, la enfermedad y la muerte son el día a día de miles de personas.

Los veinte minutos que dura el documental están narrados por Carmen Hernández, que explica en qué consiste el proyecto, lo que han conseguido en once años y sus retos.

Los doctores José Beleña y Marcos Martínez Borja, ambos anestesiólogos; el cirujano general Juan Tejerina y el doctor Gilchrist Lokoel, director médico del Hospital de Lodwar-Turkana-Kenia, acompañan con sus declaraciones el relato de la doctora Hernández.

Carmen Hernández y una compañera con habitantes de Turkana. Foto cedida por C.H.

“El público va a encontarar en estos veinte minutos un proyecto solidario, va a ver la cooperación real”, apunta la especialista en cirugía.

Las imágenes en movimiento se mezclan con fotografías estáticas que datan de todos estos años de experiencia. En ellas, como indica Carmen, hay detalles de mejoras.

“El hospital era inmundo e indigno. Nos hace ilusión pensar que el hecho de que estemos allí a ellos les sirve de aliciente para intentar mejorar las condiciones”, reconoce la doctora. Limpieza, pintura o alicatado son algunas de esas labores de mejora que han quedado filmadas.

En el video se pueden ver también secuencias de operaciones, del trabajo de los profesionales o de la vida en Turkana y su gente. Unos habitantes que, a pesar de las dificultades, no dejan de sonreír a la cámara.

Once años de cooperación en Kenia

Todos los años, el equipo de Carmen Hernández viaja esas seis horas para encontrarse durante dos semanas con unos pacientes “que nunca han visto un médico”. Los meses previos, un equipo de enfermeras y cirujanos recorren la zona buscando casos para tratar.

Los pacientes de Turkana son frágiles, desnutridos y anémicos. Su cirugía es diferente a la de cualquier país desarrolado, “más delicada, no se puede derramar ni una gota de sangre”.

No es nada fácil, en diez días llegan a ver hasta 400 pacientes. “Yo al principio me preguntaba si tenía sentido estar allí. Con los años cambia, te das cuenta de lo necesaria que es tu labor allí y que somos parte de su sistema sanitario”, confiesa la directora del corto.

Familiares, amigos, empresas, concursos, ayudas estatales y otras fuentes proporcionan recursos económicos para costear un proyecto que cumple once años y que aspira seguir dando visibilidad a esta situación gracias a premios como los de la URJC que, en esta ocasión, se quedan en la repisa de Turkana.