La gestión de la comunicación de la administración, las autoridades sanitarias y los medios de información, tras el caso de ébola de la auxiliar Teresa Romero, ha generado dudas y críticas. Alipio Gutiérrez, presidente de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), analiza en EFEsalud los errores y aciertos

La confirmación de contagio del virus del ébola en la auxiliar Teresa Romero, el día 6 de octubre, daba inicio a un duro reto sanitario, social y comunicativo para las instituciones políticas y sanitarias, así como para los medios de comunicación.
Estos ámbitos políticos e informativos se enfrentaban a la necesidad de dar información instantánea bajo bases como la veracidad, la transparencia y el rigor, tal y como aconsejaba ANIS en unos criterios básicos publicados el día 8 de octubre.
“En general las cosas se han hecho bien, eso no quita para que se puedan hacer mejor”, señala Alipio Gutiérrez.
La parte positiva se encuentra en el cambio en la gestión de la comunicación realizada por el gobierno y en aquellos medios que han proporcionado una información veraz, han seleccionado fuentes expertas y han evitado la aparición de rumores.
La parte negativa hace referencia al desconcierto originado desde la administración y a aquellos medios que han caído en la banalización, la falta de respeto a la intimidad de los afectados y la utilización de fuentes no expertas.
Comunicación desde las instituciones, dos etapas informativas
La administración de la información por parte del gobierno no puede ser analizada de forma conjunta, ya que Alipio Gutiérrez considera que la creación del comité especial para el seguimiento de la crisis del ébola supuso un punto de inflexión en el tratamiento informativo.
“La rueda de prensa que da la ministra es un ejemplo de cómo no se debe de dar una rueda de prensa”, afirma.

La primera etapa, que se inicia con la citada rueda de prensa presidida por la ministra de sanidad Ana Mato, se caracterizó por “un tratamiento informativo nefasto” debido a, en opinión de Alipio Gutiérrez:
- La precipitación.
- La información inadecuada.
- La intervención de varias personas.
- El lenguaje no verbal mediante “caras acaloradas y gestos de tensión”.
- Falta de información al ciudadano a través de las páginas web institucionales.
“No generaron una confianza, en una situación de crisis, que supuestamente tenían que contrarrestar”, explica.
Aunque la creación de un comité especial para el seguimiento de la crisis del ébola el viernes 10 de octubre persigue resolver la mala gestión comunicativa anterior, Alipio Gutiérrez todavía plantea ciertas dudas debido a que “seguimos sin una voz única que unifique los criterios en relación a este asunto”.
La información del ébola en los medios de comunicación.
A pesar de la dificultad para desarrollar un marco genérico del tratamiento informativo en los medios, el presidente de ANIS considera que “en general las cosas se han hecho bien, lo que no quita para que se puedan hacer mejor”.
“En algunos casos se han traspasado líneas que nunca deberían de superar los periodistas”, destaca.

Dentro de los aspectos negativos, Alipio Gutiérrez indica como una de las “líneas rojas” que no se deberían de haber cruzado, la publicación de imágenes íntimas de Teresa Romero en la habitación del hospital Carlos III de Madrid.
Este tipo de publicaciones podría poner en duda la profesionalidad de los medios, ya que “no aportan nada”, y además “no respetan el derecho a la intimidad, al honor y a la imagen, que está por encima del derecho a la información”, explica el presidente de ANIS.
“Tampoco podemos elevar una anécdota a una categoría superior de la que tiene”, apunta.
Según Alipio Gutiérrez, esta falta de equilibrio a la hora de valorar el peso de cada noticia se ha producido en algunos medios con respecto al tratamiento informativo del sacrificio de Excálibur, perro de Teresa Romero, donde ha añadido que respeta a los animales, pero “en una situación en la que está en juego la vida de una persona, lo que le pase al perro me parece una anécdota”.
Otros errores informativos cometidos por los medios de comunicación en el tratamiento de la crisis del ébola son:
- La Banalización del tema mediante bromas o escenificaciones.
- La redundancia de algunos medios en el mensaje de culpabilicación de la paciente iniciado por Javier Rodríguez, Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
- La falta de la opinión de expertos contrastados.
Las redes sociales y la necesidad de aprender
Aunque Alipio Gutiérrez reconoce que el mundo de las redes sociales es complejo, debido a que “no vale más la opinión de un experto sobre la de alguien que no lo sea”, también señala la necesidad de que las instituciones profesionalicen su actividad dentro de este entorno.
“Deberían tener personas que sepan moverse en las redes sociales para trasladar la opinión de la institución de una forma adecuada”, indica.
Este sería el punto de partida de las autoridades para dar inicio a una nueva forma de comunicar, en la que también deberían de entrar los medios de comunicación, ya que el objetivo final es “aprender de estas situaciones para que no vuelvan a ocurrir”, subraya el presidente de ANIS.
Sin embargo, aprender significa comenzar un camino cuyo primer paso hace referencia a la necesidad de “ser críticos de verdad y no tener miedo para reconocer dónde hemos fallado, para que esto no vuelva a ocurrir”, afirma.
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