No son pocos los resquicios o trampas que permiten manipular o falsear la identidad de un ser humano, y tampoco son pocos los errores de intercambio de recién nacidos que se cometen o han cometido en maternidades de todo el mundo. El doctor Antonio Garrido-Lestache nos habla del problema y plantea dudas inquietantes

¿Estás seguro de tu identidad?
EFE/ROBERT GHEMENT
  • 20 de enero, 2016
  • EFE/MADRID/PILAR GONZÁLEZ MORENO

“... Doña Carmen Santarem Sánchez se casó con un hombre que tenía seis dedos en una mano, igual que su padre y su abuelo, y claro en la maternidad de Santa Cristina dio a luz una niña con seis dedos. Al día siguiente tras lavarla se la trajeron pero solo tenía cinco dedos. Al percatarse del error la madre reclamó a su hija, pero la enfermera se puso a discutir hasta que se enteró que en la habitación vecina había una bebe con seis dedos...Esto sucedió hace 50 años , pero no estamos seguros de que no se vuelva a repetir...”

“...El 30 de noviembre de 2013, Marta Montes dio a luz por cesárea en un hospital de Málaga a la niña Naia Chicón. Dos horas después se la llevaron a la habitación donde le dio el pecho. Después al cambiarla, la abuela vio que era un varón. Luego lo de siempre .”gritos, disculpas, carreras, comprobación de ADN y huellas dactilares de madre e hija...”

Este es el relato que hace de algunos casos reales el pediatra Antonio Garrido-Lestache en su nuevo libro “La Identidad del Ser Humano. Errores, falsificaciones y garantías a lo largo de la historia” (Editorial Memoralia), en el que a lo largo de 688 páginas aporta no sólo información y anécdotas sobre el robo e intercambio de bebés, sino también sobre otros temas muy ligados a la identidad como la trata de personas, la suplantación de personalidad en los regímenes totalitarios o el intercambio de sexo.

Defensor del derecho inalienable y consustancial que tiene toda persona a saber de quien ha nacido y cual es su origen, este  humanista lleva décadas luchando para que se identifique a los niños nada más nacer, mediante la toma de la huella dactilar, y ahora del ADN también.

Para el médico no se trata solo de evitar desapariciones, tráfico y explotación sexual, sino de asegurar el segundo bien más importante después del derecho a la vida.

Recogida de huellas

Antonio Garrido -Lestache/Fototeca EFE

Desde el año 2000 es obligatoria la recogida de huellas en los hospitales españoles para obtener el denominado DNI infantil “pero no se está haciendo en casi ninguno y si se hace, se hace mal, porque no ha habido un plan específico de formación y no hay docencia de dactiloscopia”,  denuncia este pediatra en una entrevista a EFEsalud.

En la declaración de nacimiento, explica, figuran desde 1990 cuatro rectángulos para unir a madre e hijo poniendo las huellas dactilares de ambos, “y yo animaría a los hijos únicos a que reflexionen si han podido ser cambiados, con o sin intención, y que contrasten su identidad.Tienen que pensar que podrían contraer matrimonio con su hermano o hermana, puesto que las maternidades no garantizan que cada hijo que nazca se vaya con su madre y además ahora el peligro es mayor con la reproducción asistida en la que el donante es anónimo”.

Recuerda el autor a aquellos niños que han sido robados y/o cambiados y dice que unas veces lo saben y otras no, y por ello defiende que “no estaría de más hacerse una prueba de ADN antes de casarse para saber la identidad de tus padres y de los futuros suegros.... podrían salir muchísimas sorpresas", apostilla.

La comunidad de Cataluña, relata el pediatra, ha creado un Instituto de Acogimiento y adopción (ICAA ) para atender a las personas que buscan sus orígenes. Así, Marina, nacida en 1987 en la Clínica Dexeus de Barcelona, pudo encontrar a su madre Alfonsa, a la que le dijeron que su hijo había muerto y pudo recuperar su identidad después de 26 años. Considera que el Gobierno podría crear un organismo igual.

EFE/ ***SOLO USO EDITORIAL***

 Un problema "morrocotudo"

Para acabar, Garrido-Lestache recuerda el caso de Rafael Sanz Aragón, hijo de Vicente y Carmen, nacido en Madrid el 22 de junio de 1964 en la maternidad de O´Donell. Era el quinto hijo de seis de un matrimonio residente en Rivas Vaciamadrid. Ahora casado y con dos hijas, al realizarse un análisis por creer el médico que padecía una enfermedad celiaca recibe la noticia de que no es hijo de su madre y no es hermano de sus cinco hermanos.

El pediatra invita a ponerse “en el pellejo de Rafael” y hacerse las mismas preguntas que probablemente se hizo: ¿ Quien soy yo? ¿Quienes son mis padres? ¿tengo hermanos? ¿soy hermano de mi mujer? Y más adelante ¿Qué pinto yo en la que ha sido mi casa? ¿tengo derecho a la herencia de los que hasta ahora han sido mis padres?....

La importancia del tema es tal que por eso el filósofo Ortega y Gasset decía que era el problema más “morrocotudo” que tiene la humanidad. “Es la Identidad y todo el mundo tiene derecho a buscar sus orígenes”, concluye.

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