Pese a lentas y progresivas mejoras, la ciencia y la medicina continúan siendo profesiones marcadas por la desigualdad. Margarita Salas, María Blasco, Raquel Yotti, Rosa María Alberdi y Soledad Muruaga, cinco mujeres referentes y líderes en el mundo de la salud, cuentan cómo han logrado abrirse paso en un mundo considerado, hasta hace poco, solo de hombres

Hacia la igualdad de género, el eterno reto científico
De izq. a derecha: Margarita Salas, bioquímica e investigadora española; María Blasco, investigadora y directora del CNIO; Rosa María Alberdi, primera enfermera española con el título Doctora Honoris Causa; Raquel Yotti, directora del Instituto de Salud Carlos III; ; y Soledad Muruaga, Presidenta y cofundadora de la Asociación de las Mujeres para la Salud
  • 4 de junio, 2019
  • MADRID/EFE/CLAUDIA BÖESSER/HENAR FERNÁNDEZ

Margarita Salas, bioquímica e investigadora española; María Blasco, investigadora y directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO); Raquel Yotti, directora del Instituto de Salud Carlos III; Rosa María Alberdi, primera enfermera española con el título Doctora Honoris Causa; y Soledad Muruaga, Presidenta y cofundadora de la Asociación de las Mujeres para la Salud, ofrecen su visión a EFEsalud, desde los micrófonos de "El Bisturí" y defienden el impulso de la igualdad real en el mundo de la ciencia y la investigación.

Aunque creen que el acceso a la universidad y la incorporación a la profesión es equitativo, las cinco están de acuerdo en que existen desigualdades a la hora de optar a puestos directivos y de cariz investigador.

La ausencia de mujeres dirigiendo centros de investigación y los problemas de conciliación, son algunas de las realidades que, según las protagonistas, requieren la toma urgente de medidas.

Margarita Salas: “Que no se nos dé nada, ni se nos quite, por ser mujeres”

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La investigadora Margarita Salas, EFE/Alberto Aja

A sus 80 años sigue acudiendo cada día a su laboratorio en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, en Madrid. Pionera de la biotecnología molecular, Margarita Salas es una renombrada científica que ha dedicado toda su vida a la investigación.

Aunque hoy en día es reconocida como uno de los referentes de la ciencia en España, hubo un tiempo en el que su valía como científica estuvo en entredicho por el mero hecho de ser mujer.

Discípula de Severo Ochoa, Salas empezó a hacer su tesis doctoral en los años sesenta, una época donde “se consideraba que las mujeres no estaban capacitadas para hacer investigación. Me sentía discriminada, invisible”, confiesa.

La investigadora reconoce que durante sus primeras etapas tuvo que hacer frente a actitudes machistas, pero considera que “ahora no hay discriminación, ni a la hora de entrar a un laboratorio de investigación, ni a la hora de obtener un contrato predoctoral.”

Cree, sin embargo, que “todavía hay bastante menos mujeres liderando grupos o en puestos directivos”.

A pesar de que apoya algunas de las medidas que se están tomando para favorecer el acceso de las mujeres a la ciencia, Margarita Salas tiene claro que la mujer debe ocupar en la ciencia “el puesto que le corresponda de acuerdo a su capacidad y trabajo”.

“Me parece bien que haya paridad, lo que no quiero es que haya discriminación positiva ni discriminación negativa. Que ni se nos dé nada por ser mujeres, ni se nos quite nada por ser mujeres” , resume.

María Blasco: “La falta de confianza en las mujeres”, un gran obstáculo 

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Maria Blasco, investigadora y directora del CNIO. EFE/Esteban Cobo

Investigadora y directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco siempre ha tenido a mujeres científicas de referente. Hizo su tesis doctoral con Margarita Salas y su postdoctoral con la Premio Nobel de Medicina y Fisiología de 2009, Carol W. Greider.

“Como la carrera científica está basada en méritos, es bastante equitativa. Pero al llegar a niveles más altos de responsabilidad y dirección, hay mujeres que se pierden por el camino”, explica.

Para que las científicas españolas puedan ocupar más puestos de responsabilidad, cargos hasta ahora ocupados mayoritariamente por hombres, Blasco considera esencial que se produzcan “cambios organizativos que faciliten la conciliación familiar y laboral”.

Sin embargo, cree que el primer cambio empieza con un cambio de mentalidad. “Hay sesgos importantes e inconscientes que nos hacen valorar peor el trabajo de las mujeres”, señala.

Esto, unido a “la falta de autoconfianza en las mujeres”, perpetúan la situación.

Es importante que haya más mujeres científicas referentes “para que las niñas sepan que ellas también pueden llegar a lo más alto”, concluye.

Raquel Yotti: “La percepción que tienen las propias niñas desde edades muy temprano es de no ser capaces. Algo no estamos haciendo bien”

Directora del Instituto de Salud Carlos III e investigadora del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), Raquel Yotti se considera una “afortunada”. “No he encontrado obstáculos, he encontrado personas que me han considerado, no por mi género, sino por mis capacidades”.

Durante su trayectoria profesional, Yotti no ha tenido que hacer frente a ningún tipo de discriminación sexista, pero admite que desde su “posición privilegiada”, ve que “hay muchas otras mujeres que encuentran serias dificultades”.

Al igual que María Blasco, enfatiza que “las mujeres deben cambiar su autopercepción, algo que empieza desde la escuela”.

Los clichés sobre las mujeres limitan sus expectativas desde la infancia. Hay estudios que demuestran que las niñas, con apenas seis años, creen tener menos talento que los niños.

“Como se ha visto en estudios realizados, la percepción que tienen las propias niñas desde edades muy tempranas es de no ser capaces, no poder, creer que no es algo para ellas. Esto hay que cambiarlo. Algo no estamos haciendo bien para que las propias niñas desde tan pronto se cierren a estos caminos de conocimiento”, lamenta.

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Raquel Yotti/ Foto cedida a EFE

Rosa María Alberdi:  “Que se tenga en cuenta el mérito, no la tradición”

Enfermera y docente, ha sido la primera enfermera española con el título Doctora Honoris Causa por la Universidad de Murcia. Condecorada con este título en junio de 2016, Rosa María Alberdi sí dice haberse tenido que enfrentar a obstáculos relacionados con actitudes machistas a lo largo de su trayectoria profesional, “siempre vinculadas al hecho de que soy enfermera”, recalca.

Recuerda, por ejemplo, que cuando fue directora de una Facultad de Enfermería, en el Hospital Clínic de Barcelona, al principio “las profesoras que eran enfermeras podrían tener voz en las reuniones pero no podían tener voto. En cambio, los profesores médicos tenían voz y voto”.

Años más tarde, tuvo un cargo de responsabilidad en la Junta de Andalucía. “El viceconsejero era un médico y yo coordinaba los puestos de responsabilidad en las delegaciones provinciales, ocupados, en su mayoría, por hombres. Pero, por supuesto, lo primero que entendían era que yo era su secretaria”, recuerda Rosa María Alberdi.

Alberdi aboga por seguir fomentando puestos de responsabilidad para mujeres: “Soy totalmente partidaria de las cuotas en los ámbitos en los que es difícil la distribución equitativa. Creo que las enfermeras tienen que estar en la toma de decisiones desde los ámbitos micro (hospitales, centro de salud) hasta los ámbitos macro como el Congreso y el Parlamento español”.

Para que las mujeres puedan llegar a dichos puestos de responsabilidad, Rosa María Alberdi, defiende “que, a la hora de cubrir puestos de responsabilidad, se tenga en cuenta el mérito y no la tradición”.

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Rosa María Alberdi EFE / MoNTSERRAT T DIEZ.

Soledad Muruaga:  “Hay un menor esfuerzo diagnóstico y terapéutico con las mujeres”

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Soledad Muruaga, Presidenta y cofundadora de la Asociación de las Mujeres para la Salud/Foto cedida a FE

Presidenta y cofundadora en 1987 de la Asociación de las Mujeres para la Salud, una Organización no gubernamental (ONG) en defensa de la salud y los derechos de las mujeres, ha “encontrado muchos obstáculos relacionados con actitudes machistas porque seguimos siendo muy machistas.” La clave es, para Soledad Muruaga, “ver cuales son las trampas que nos tiende el patriarcado y el machismo para ir poco a poco superándolas.”

Muruaga pone énfasis en la desigualdad latente que existe cuando se habla sobre la salud de la mujer. “Los problemas de salud de las mujeres suelen estar derivados de su rol. Las principales quejas son la artrosis, jaqueca, fibromialgia…”. Sobre todo, “mucha ansiedad y depresión”.  

Desde la  Asociación de las Mujeres para la Salud piden, entre otras cosas, la mejora en el servicio de la salud mental de las mujeres, en la atención a las mujeres mayores y en la atención a la salud sexual y reproductiva.

“La sintomatología de las enfermedades cardiovasculares, por ejemplo, son distintas en hombres y en mujeres.” explica. 

“Hay un menor esfuerzo diagnóstico y terapéutico con las mujeres. Se hacen investigaciones con hombres y se generaliza como si fuera igual para las mujeres”, completa.

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