El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza, ha pedido a las autoridades “valentía” para enfrentarse al virus del Ébola que ha acabado con la vida del misionero Miguel Pajares y golpea a las poblaciones de África Occidental. Durante el funeral celebrado en el Hospital San Rafael de Madrid, Rodríguez Plaza ha abogado porque la lección de vida de este religioso no se olvide

Familiares, amigos, miembros de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y diversas autoridades han dado hoy el último adiós al religioso, primer europeo muerto a causa del ébola, cuyas cenizas, en una urna, estaban ante el altar.
“Su lección de vida no la queremos olvidar”, ha destacado durante su homilía en la capilla del Hospital San Rafael de Madrid el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza, quien ha asegurado que el religioso, 18 años como misionero, “no tuvo miedo, como tantos misioneros”, porque “aman” y “esa es la clave” de su labor.
Rodríguez, que ha estado acompañado en el funeral por una treintena de sacerdotes -entre ellos el secretario general de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo; el superior general de la Orden, Jesús Etayo, y el presidente de Mensajeros por la Paz, el padre Ángel-, ha hablado de la “injusticia del ébola” para pedir que no se “achaque a Dios”.
Además, ha instado a que este tema no sea “un boom” en los medios de comunicación que luego pase y ha pedido a las autoridades que sean “valientes”.
“La razón no está en quien tiene miedo, no invierten y no quieren cambiar la situación”, según el arzobispo, que se ha preguntado cómo es posible que en una parte del mundo se pueden afrontar situaciones como esta alerta sanitaria y en otras no se haga nada.
Por ello, ha recalcado que “hace falta invertir” en los países necesitados, y ha apuntado que Miguel y sus compañeros nos dicen que “podemos cambiar” la situación.
Coordinación de Sanidad con las organizaciones internacionales
La ministra de Sanidad, Ana Mato, que ha asistido al funeral, ha mostrado su tristeza por la muerte de Pajares, y sobre el trabajo llevado a cabo por su departamento esta semana, ha afirmado que “lo importante no es el protagonismo de un ministro por las gestiones, sino la gestión en sí”.
Ha dicho que desde el primer día, Sanidad ha estado coordinada con la OMS, la UE y las comunidades, así como con los ministerios de Defensa, Asuntos Exteriores, Fomento e Interior, que han permitido, además, que se trajera el tratamiento con suero experimental, del que ha dicho que “ojalá hubiese funcionado con Pajares”.
Las cenizas de Pajares, que han sido despedidas por los asistentes al funeral -alrededor de 250- entre aplausos, reposarán en el panteón que la Orden tiene en el cementerio madrileño de San Isidro, donde han sido llevadas por su familia en un acto íntimo.
La descontaminación de la habitación de Pajares
La descontaminación de la habitación que ocupó el sacerdote Miguel Pajares, fallecido a causa del ébola, en el Hospital Carlos III, durará entre “cinco y seis horas”, según la empresa encargada de esta tarea, cuyos empleados recibirán un curso de formación especial en materia de seguridad.
La empresa Steris Iberia será la que lleve a cabo la descontaminación de la sala de la sexta planta, última fase de los trabajos de acondicionamiento del lugar donde ha estado ingresado Miguel Pajares desde su llegada a España, el pasado jueves, hasta su muerte, ocurrida ayer martes.
La descontaminación de la sala permitirá su futura utilización de manera segura y garantizará que se ha limpiado cualquier vestigio que pudiera existir en ella del virus del Ébola, que tiene un alto grado de propagación, siempre a través de fluidos corporales, y ha causado hasta el momento más de un millar de muertes en todo el mundo.
La última fase de la limpieza de este lugar se llevará a cabo en apenas medio día a partir del momento en que comiencen los trabajos, lo que podría suceder “en las próximas horas”, según ha declarado a Efe Televisión Julián Pons, responsable de proyectos de Steris Iberia.