La Sociedad Española de Contracepción (SEC) ha llamado a la tranquilidad a las mujeres que tomen anticonceptivos hormonales combinados porque, como han constatado las agencias de medicamentos de la UE, sus beneficios superan a los posibles riesgos de tromboembolismo

El presidente de la SEC, José Vicente González, e Isabel Ramírez, presidenta de la Confederación Iberoamericana de Contracepción, han defendido hoy la seguridad de los anticonceptivos hormonales combinados (AHC), tras el informe del PRAC -el comité científico de la Agencia Europea de Medicamentos-, que confirma el bajo riesgo de tromboembolismo venoso, asociado a su uso.
De este informe dio cuenta la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) el pasado día 14, cuando emitió una nota informativa tras finalizar la revisión sobre el riesgo “ya conocido de tromboembolismo venoso (formación de coágulos sanguíneos en las venas), vinculado a estos anticonceptivos.
Un riesgo, subraya la Aemps, “pequeño”, incluso, según los doctores, mucho menor del que existe cuando se está embarazada y en el puerperio que le sigue, ya que se incrementa en seis veces en el primer caso y en 60-70 por ciento en el segundo. Además, ese riesgo difiere ligeramente en función del tipo de progestágeno, que contenga cada medicamento.
Estos anticonceptivos están compuestos por la combinación de dos tipos diferentes de hormonas, un estrógeno y un progrestágeno, y están disponibles tanto en comprimidos (la conocida como píldora anticonceptiva), como en parches sobre la piel y anillos vaginales.
El 17 por ciento de las mujeres en edad fértil toma la píldora, un porcentaje que se eleva al 22 si se suman las que usan parches y anillos.
Según la Aemps, el riesgo más bajo lo tienen los anticonceptivos que contienen los progestágenos levonorgestrel, norgestimato o norestisterona. Cada año pueden producirse entre cinco y siete casos de tromboembolismo venoso por cada 10.000 mujeres que los usan.
El riesgo menor lo tienen los que llevan progestágenos etonogestrel y norelgestromina (entre seis y doce casos anualmente por cada 10.000 mujeres).
En mujeres que no utilizan anticonceptivos y que no están embarazadas se ha estimado que ocurren dos casos anuales por cada 10.000 mujeres.
Ante los resultados de la agencia europea, que realizó la revisión de los anticonceptivos tras la alerta suscitada en Francia por su posible relación con la muerte de cuatro mujeres, los expertos quieren incidir en que son “un método muy eficaz en la prevención del embarazo no deseado y que los beneficios superan a los posibles riesgo”.
Basándose en las recomendaciones del PRAC, estos especialistas coinciden en señalar que el riesgo de sufrir un trombolembolismo venoso es bajo y que éste es mayor durante el primer año de uso o bien cuando se comienza de nuevo después de haber estado cuatro semanas sin haberlo utilizado.
Por ello, según Ramírez, “no hay ninguna razón para que las mujeres que los estén tomando, sin experimentar problemas, interrumpan su tratamiento”.
No obstante, también insisten en que es necesario que los profesionales, antes de iniciar un tratamiento, valoren los factores de riesgo de tromboembolismo en la mujer.
Entre esos factores de riesgo están que la mujer tenga antecedentes de tromboembolismo o de algún familiar de primer grado, que sufra cefaleas vasculares, cardiopatías severas o un ictus, que sea obesa, y que tenga más de 35 años y fume.
Hay que consultar al médico ante cualquier duda porque son los profesionales los que deben valorar esos factores de riesgo y hacer un seguimiento de la paciente.