El presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado, en una entrevista con EFEsalud, reclama respeto y consideración de la clase política para la enfermería y pronostica que, tristemente, el futuro de las nuevas incorporaciones de este sector está fuera de España; nos habla con claridad y resolución
Máximo González Jurado: “La sociedad valora la enfermería, los políticos no”
El sector de la salud que conforman enfermeras y enfermeros es uno de los pilares fundamentales del sistema sanitario.
Unos 250.000 profesionales trabajan en él en España para ayudar a los pacientes y a sus familiares a mantener o recuperar la salud y el bienestar.
Sobre el papel de la enfermería en la sociedad, su situación actual y sus perspectivas de futuro, EFEsalud ha hablado con el máximo representante de este sector, Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería.
Con más de dos décadas al frente de esta institución, también es protagonista destacado en los intentos de los profesionales de la salud por alcanzar un Pacto de Estado que garantice el modelo público sanitario y su sostenibilidad.
- Sr. González Jurado, ¿cómo está afectando la crisis económica a la enfermería?
La crisis económica está afectando a todo el sistema sanitario en su conjunto. Se están reduciendo costes en medicamentos y recursos humanos, pero sin orden ni planificación.
Hemos hecho un estudio con 80 especialistas que luego han validado muchos más profesionales y que propone 85 medidas para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario; lo que ahí se ve es que las más importantes están relacionadas con el ámbito de la gobernanza y las decisiones estructurales. Se han hecho muchos disparates en sanidad.
Dentro de la política de reducción de los recursos humanos, la crisis está afectando enormemente a la enfermería; somos el quinto país europeo con menos enfermeros por número de habitantes, y con una proporción de 55 enfermeras/os por 45 médicos, mientras esa media en Europa es de 71 enfermeras/os por 29 médicos. Esto antes de la crisis, ahora es peor.
Con la crisis hemos perdido un 7 por ciento en enfermería por un 0,5 los médicos. En los últimos dos años y medio se han despedido a 20.000 enfermeras, no renovándolas o amortizando sus plazas, por 1.500 médicos. Además el sector tiene una gran precariedad.
La reducción de enfermeras que se está produciendo está aumentando el riesgo para los pacientes, incrementando las listas de espera y, en general, está disminuyendo la calidad de la asistencia. La crisis afecta a la enfermería como profesión, pero también a la seguridad de los pacientes.
- Usted está en las conversaciones para intentar alcanzar un Pacto de la Sanidad, ¿por qué no se consigue?
La sanidad es un arma política arrojadiza. No debería ser así, sino un tema de Estado, como otro tipo de políticas, y ser capaces de garantizar una estabilidad en el sistema más allá del partido que gobierne, pero se buscan excusas para no llegar al Pacto.
Veo que no hay interés político en ese gran acuerdo, y me parece una irresponsabilidad y un riesgo, que no favorece a nadie. Se necesita un Pacto con las fuerzas políticas, sociales, los profesionales y, también los ciudadanos, pero, insisto, no hay voluntad política en los dos principales partidos.
- ¿Cómo se puede ahorrar en sanidad? ¿Cree que hay un gasto excesivo?
Sinceramente, creo que no se ha gastado mucho en Sanidad. El gasto en PIB está por debajo de la media europea, y los indicadores en salud, sin embargo, nos sitúan en el séptimo lugar como sistema de salud.
El gasto no ha sido desproporcionado, otra cosa es que podíamos haber sido mas eficientes; algunas decisiones de las Comunidades Autónomas, que tienen las competencias en esta materia, han sido excesivas, como la construcción de hospitales.
También ha faltado la gobernanza del sistema y señalo, como ejemplo, que una central de compras, de carácter estatal, ahorraría un 30 por ciento en las adquisiciones.
Creo que el concepto de Comunidades Autónomas se ha malinterpretado; una cosa es descentralizar, y otra crear 17 sistemas distintos e independientes.
Se debe reconocer que el traspaso de competencias ha acercado y socializado el sistema sanitario, pero se ha pervertido el sistema al crear 17 Reinos de Taifas. La eficiencia se ha resentido de forma tremenda y los gastos han sido superiores a lo previsto.
Siendo un país que no gasta lo que otros en sanidad, ya que está por debajo de la media; con resultados en salud muy superiores, los niveles de eficiencia por problemas de gobernanza se han resentido. Se podría ser más eficiente con menos dinero. Al político hay que exigirle responsabilidad, porque no se ha tenido suficiente responsabilidad política en el sistema nacional de salud.
- ¿Cree que se puede conseguir esa responsabilidad en el futuro?
Creo que no; se está perdiendo la oportunidad histórica de un Pacto de Estado entre los dos grandes partidos para reordenar las competencias de las CCAA, no para recentralizarlas, para ordenarlas.
- ¿Qué importancia y valor tiene la enfermería dentro del sistema sanitario y para los pacientes?
No soy el más idóneo para hablar de la importancia de la enfermería porque soy el responsable de ella. Pero diré, por ejemplo, que la razón de ser de los hospitales de agudos es la enfermería. Un paciente se queda en un hospital porque necesita cuidados de enfermería.
Se da un gran valor estratégico al cuidado médico, pero la continuidad en el cuidado la da la enfermería, y si no es así el proceso médico no sirve. Igual sucede en la atención primaria y en la atención sociosanitaria.
Y los pacientes necesitan estos cuidados de manera general, pero también especializada, y muy especializada, en función de la unidad sanitaria en la que se encuentre.
Se requiere, por tanto, dentro de la profesión de enfermería, especialización, primaria, sociosanitaria y otras, y con distintos niveles de responsabilidad y cualificación.
- ¿Cree que la enfermería está suficientemente valorada por las autoridades y por la sociedad?
Por la sociedad sí, por las autoridades no.
La valoración de la sociedad está en las encuestas; la enfermería es la profesión más valorada en los sondeos a pacientes dentro de todo el sector de la salud.
Y en las encuestas del INE a la ciudadanía general, donde se pregunta por todas las profesiones, la segunda es la enfermería, solo detrás de los médicos.
Mi reflexión es que las autoridades no creen en los profesionales de la enfermería, lo dicen pero no lo demuestran. Tal vez hemos sido humanistas, menos reivindicativos, conformistas, pero el caso es que no se está ayudando a la profesión desde los poderes públicos, incluso diría que estamos rabiosos contra las autoridades sanitarias porque no están permitiendo que la enfermería ocupe el sitio que merece por méritos propios, académicos, dedicación, esfuerzo y compromiso con el sistema sanitario y los pacientes.
Pondré algún ejemplo, las especialidades de enfermería están aprobadas desde 2005, pero estamos en 2013 y no están desarrolladas.
La prescripción en enfermería cuenta con un mandato para llevar a cabo en un año; han pasado cuatro y no se ha regulado, aún está pendiente de formalizar.
Las autoridades no creen en la profesión; la clase política nos desprecia en algunos casos.
- ¿Cuáles son las principales reivindicaciones del sector?
Que se nos respete y tenga consideración, nada mas. Que crean en nosotros y no digan no a todo.
El objetivo de algunos es entorpecer a la enfermería, que es una profesión muy evolucionada a nivel internacional, con herramientas académicas, máster y doctorados, con muy buena formación, tanto científica como intelectual, y buenos conocimientos. Esta es nuestra fuerza. Por muchas barreras que pongan, retrasarán, pero no frenarán el desarrollo y la evolución de la enfermería española, una de las tres mejores del mundo.
- ¿En esta complicada situación, el futuro para las nuevas enfermeras y enfermeros está fuera de España?
El futuro de la enfermería es complicado, efectivamente, y sin lugar a dudas estará fuera de España. La estadística es fría, 30.000 profesionales sin empleo, 10.000 nuevos en junio más 20.000 en paro.
Se están cerrando centros de trabajo sanitarios; la fase es regresiva, no expansiva; se está externalizando; no hay posibilidad de crecimiento; las pocas sustituciones las hacen aquellos con el mayor baremo de puntos.
En esta situación, el que sale ahora de la Universidad deberá esperar ocho años para una sustitución; hemos puesto en marcha programas para que puedan salir a trabajar fuera de España. O se van de España o se dedican a otra cosa.