Los médicos y enfermeros que forman parte de organizaciones humanitarias tienen una madera especial. Su formación profesional y su perfil personal deben ser idóneos para trabajar fuera de su país en situaciones límite. Comparten varias cosas: el sueño de cambiar el mundo, un alto compromiso social y el “gen de la inquietud”

Médicos cooperantes, el gen de la inquietud
Fotografía de archivo de 2005 de la médico española Mercedes García examinando a un niño en el campo de refugiados de El Fasher (Darfur), Sudán. Esta médico fue secuestrada en la región somalí de Puntlandia. EFE/Martyn Broughton
  • 9 de septiembre, 2013
  • MADRID/EFE/ANA SOTERAS

“Desconozco si existe el gen de la inquietud pero es posible que algo de eso haya. Pienso que hay algo que nos une a todos los cooperantes, creer que somos capaces de cambiar pequeñas cosas”, comenta José Félix Hoyo, vocal de  Cooperación de Médicos del Mundo.

Secuestros, ataques, enfermedades, accidentes…Ser médico o enfermero en una organización humanitaria es claramente una profesión de riesgo que se ejerce en la guerra – como ahora la de Siria-, en las catástrofes, en la pobreza.

Trabajar en “tierra hostil” a veces llega al límite. Médicos Sin Fronteras (MSF) se ha retirado recientemente de Somalia por las reiteradas situaciones de violencia extrema que ha costado la vida a 16 de sus cooperantes en 22 años de trabajo en uno de los países más peligrosos del mundo.

En Siria, a finales de agosto, más de 3.000 afectados con síntomas neurotóxicos fueron atendidos en hospitales de este país respaldados y apoyados por MSF; esta organización ha advertido a gobiernos, como el de Estados Unidos, que su información médica no puede ser utilizada como una prueba para certificar el uso de armas químicas, ni para atribuir la responsabilidad del suceso.

Otra guerra, la de Bosnia en 1991, fue el primer proyecto de Médicos del Mundo en España. Desde entonces los protocolos de seguridad son tan importantes como el objetivo humanitario de la misión.

“Intentamos que la seguridad sea una cosa que lleve dentro el cooperante, como algo genético. No somos héroes, lo que queremos es trabajar y si nos secuestran no podemos hacerlo. Por eso, de entrada, intentamos minimizar los riesgos”, apunta el representante de Médicos del Mundo.

El perfil del cooperante

Médicos cooperantes, el gen de la inquietud
Campaña de vacunación contra la meningitis y el paludismo de Médicos Sin Fronteras en Angola en 2005. EFE

Pero no todos los profesionales sirven para trabajar en situaciones límite. Si la Medicina ya es vocacional, ejercerla en condiciones extremas y alejadas de la vida cotidiana conlleva un plus de entrega.

Médicos Sin Fronteras España, con 38 proyectos en 19 países, busca personas dispuestas a trabajar en un objetivo en el que se involucren a fondo. Que su contribución no sea sólo un paréntesis profesional, sino una etapa completa con perspectivas de futuro dentro y fuera de la organización. Ahora, 420 expatriados y 3.600 contratados locales trabajan sobre el terreno.  La mayoría de los que viajan por primera vez tienen entre 25 y 40 años.

No existe una única razón que lleve a los profesionales sanitarios a trabajar con MSF, pero todos comparten un mismo espíritu de entrega y un alto grado de compromiso con las poblaciones a las que atiende, apunta esta  organización.

Para superar los desafíos humanitarios, el acceso a las poblaciones o la complejidad de las acciones médicas, cada vez demandan mayor variedad de perfiles profesionales.

Los requisitos básicos que exige MSF son:

  • Dos años de experiencia laboral.
  • Dominio de inglés y/o francés. Se valora el dominio del árabe, castellano y portugués.
  • Compromiso de 12 meses seguidos en el terreno o dos salidas de un mínimo de seis meses (tan solo en especialidades como cirujano o anestesista se permiten estancias mas cortas).
  • Disponibilidad para trabajar en contextos de conflicto o inestables (más de la mitad de los proyectos de MSF se desarrollan en este tipo de contextos).
  • Conocimientos de informática a nivel de usuario.

Pero también tiene en cuenta otros criterios personales:

  • Motivación personal.
  • Flexibilidad, tolerancia y autocontrol.
  • Capacidad de adaptación al entorno.
  • Capacidad de trabajo en equipo.
  • Sentido de la responsabilidad y sociabilidad.

El proceso de selección dependerá de la disponibilidad de posiciones en el terreno y del perfil del candidato. MSF lleva a cabo una selección continua de personas que viajarán al terreno. Una vez superado el proceso de selección, el elegido recibe un curso de preparación antes de la partida.

Cirujano, anestesista, comadrona…

Médicos cooperantes, el gen de la inquietud
Cooperante de Médicos del Mundo con un niño afectado por el terremoto de Haití. Foto: Médicos del Mundo

El perfil sanitario central es el médico, cuya tarea es la atención directa a los pacientes, además de la formación y supervisión del personal local.

Se valoran sus habilidades de gestión y organización, así como la formación en medicina tropical y la experiencia previa en países en desarrollo. Los médicos que mejor encajan en los perfiles de MSF son los médicos generalistas, de familia, internistas y pediatras.

Los tipos de proyectos a los que puede ser asignados son muy variados, desde atención primaria de salud a proyectos verticales (VIH, Chagas…).

Por especialidades, cada día son más demandados los cirujanos, ginecólogos y los anestesistas, profesionales con la flexibilidad y habilidad suficiente para poder trabajar con recursos limitados, personal en ocasiones poco formado y en condiciones de trabajo complicadas, como conflictos armados o catástrofes.

Pero también la comadrona es un profesional valioso en contextos culturales diversos y puede participar en proyectos que van desde la apertura de una pequeña maternidad en un ámbito rural o en programas de respuesta a la violencia sexual, entre otros.

En el caso de los enfermeros, todos deben tener la capacidad de formar y supervisar a un gran número de personas locales que muchas veces también transmiten conocimientos muy valiosos, como por ejemplo, en el caso de las enfermedades tropicales.

Los enfermeros con experiencia en pediatría, enfermedades tropicales, urgencias, quirófano, campañas de vacunación y salud pública son muy útiles sobre el terreno.

Motivación económica

Médicos cooperantes, el gen de la inquietud
Psicólogos de la Cruz Roja Española antes de partir hacia Perú para trabajar en las labores de apoyo a las víctimas del sismo que en el año 2007 azotó el país. EFE/Víctor Lerena

“Queremos asegurarnos de que la gente no viene por una motivación económica”, señala Andreu Maldonado, director de Finanzas de MSF España.

“Nunca tenemos dificultad para cubrir las plazas de la gente que sale por primera vez con MSF, el problema es retener a la gente con experiencia, que siga trabajando a medio y largo plazo con la organización”, asegura.

MSF ofrece oportunidades de crecimiento y apuesta por el desarrollo de la carrera profesional mediante un sistema de promoción, formación técnica de ámbito internacional, ayuda económica para acceder a formación externa, posibilidad de contratos de larga duración y planes de apoyo en el terreno.

Todos los profesionales de MSF disponen de contrato laboral por el periodo en el que estén en el proyecto. Existe una escala salarial estructurada en tres únicas categorías de puestos (generales, coordinación y jefe de misión). A su vez, en cada una de estas categorías se establecen hasta 14 niveles salariales en función de los años de experiencia.

Además del salario, MSF cubre a todo su personal en el terreno con un seguro privado que incluye cobertura médica y hospitalaria e incapacidades, así como cualquier tipo de evacuación.

¿Y la crisis ha hecho que la cooperación se convierta en una salida laboral? “Es difícil decirlo -indica el director de Finanzas de MSF- Puede ser que haya alguno más pero no es un aumento extraordinario. Seguimos exigiendo años de experiencia profesional antes de salir y los profesionales sanitarios tienen oportunidades laborales mejor remuneradas en otros países europeos. Aunque también habrá personas que quieran hacerlo y piensen que es el momento”.

La filosofía de Médicos del Mundo

Para llevar a cabo los 28 proyectos en marcha en 19 países de Centroamérica, Sudamérica, África Subsahariana y Oriente Medio, Médicos del Mundo España tiene unas cuarenta personas españolas, expatriados, sobre el terreno.

“Nuestra filosofía es que los países son de sus ciudadanos y gran parte de su personal es contratado local y puede superar los 500” entre personal sanitario, logistas, administrativos…

Sobre todo hay países, como en América Latina, donde es más fácil organizar los proyectos con personal local tanto por cuestiones de seguridad, como porque llegan mejor a la población.

Pero los médicos españoles que optan por Médicos del Mundo, al igual que MSF, deben tener un perfil profesional y humano adecuado a este tipo de trabajo muchas veces complicado. Y un compromiso social desde una perspectiva de derechos humanos y de genero. “Trabajamos con la intención de hacer un cambio social”, indica Hoyo.

Médicos del Mundo tiene un sistema de selección general, con una convocatoria abierta y otro más restringida que exige un perfil más alto, como para las emergencias y guerras. El tiempo medio de permanencia en América Latina es de tres años, uno en África y entre dos y cuatro semanas en las emergencias.

La figura del “flyer” también es un clásico en una organización humanitaria. Son sanitarios y logistas que están disponibles para salir inmediatamente ante cualquier emergencia.

El 70% de los expatriados de Médicos del Mundo son mujeres. “Para trabajar en sanidad es una necesidad tener equilibrado el genero e incluso tirar más hacia las mujeres, como en los proyectos de los países árabes”.

Los riesgos y las complicadas situaciones de trabajo muchas veces quedan en segundo plano cuando se consigue salvar una vida y aliviar el sufrimiento. Es el reto diario del sanitario cooperante.