En septiembre arrancó en España la segunda vuelta al colegio después de un año y medio de pandemia, con un llamamiento de pediatras y especialistas a mantener las medidas de “éxito” implementadas en 2020 como la ventilación de los espacios, la
distancia de seguridad, los grupos burbuja o el lavado de manos, que ayudaron a minimizar la transmisión del virus
La aplicación de estos protocolos sigue siendo necesaria, al menos durante los primeros meses lectivos, para garantizar la educación presencial en el curso escolar 2021-2022 porque, además de reducir el número de contagios de covid-19, actúan como una barrera de contención en la propagación de otras enfermedades contagiosas en las aulas.
Frente a la amenaza de una mayor transmisión de la variante Delta y la ausencia de vacunas autorizadas para menores de doce años, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) establece una serie de recomendaciones entre las que destacan “no acudir a la escuela con síntomas, mantener la distancia interpersonal, una adecuada ventilación y cumplir con las medidas de higiene”.
También aconsejan la vacunación en los alumnos mayores de 12 años, estrechar la coordinación entre sanitarios, docentes, padres y alumnos, y una revisión continua de las normas para asegurar la efectividad de las mismas frente al SARS-CoV-2.
Las medidas anticovid, aplicables a otras enfermedades
Las vías de transmisión de infecciones con predominio estacional en los colegios comparten el mismo mecanismo de propagación que el coronavirus mediante gotas de saliva, por lo que las actuales recomendaciones tienen un efecto beneficioso frente a ellas.
Así, el doctor del grupo de Patología Infecciosa de la AEPap, César García Vera, informa que la tasa de enfermedad grave y de ingresos hospitalarios por covid-19 en edades infantiles es “muy inferior” respecto a otros virus respiratorios como la gripe o el virus sincitial respiratorio.
Según el especialista, la trasmisión de otros virus dinfestisminuyó el curso pasado en los colegios, donde solo se produjeron “casos muy aislados de gripe” mientras que el virus sincitial respiratorio “no apareció en noviembre y diciembre”, meses en los que habitualmente tiene incidencia.
Los piojos, una infestación común en edad infantil
Entre las enfermedades infecciosas transmisibles más habituales en la etapa escolar, la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), enumera los catarros, la faringitis, la conjuntivitis y la gastroenteritis como algunas de las más frecuentes.
Junto a estas, otras como la aparición de piojos en niños, que deben comunicarse lo antes posible en los centros educativos por su alto riesgo de contagio en recintos que congregan a grupos numerosos escolares.
Entre sus síntomas más habituales se encuentran inflamaciones en la cabeza que generan picores y pueden producir erupciones rojizas; huevos o liendres, con un periodo de incubación de entre una y dos semanas o las propias ninfas, crías de los piojos.
La compañía aseguradora Generali señala que los “insecticidas químicos en forma de champú o lociones” sin necesidad de prescripción médica son los tratamientos más recomendados tras la detección de los piojos y aconseja el uso de lendreras, es decir, de peines especiales “capaces de atrapar a estos organismos” con el cepillado.
Patologías más contagiosas en la escuela
A pesar de que las medidas preventivas de higiene y hábitos de vida saludable funcionan para minimizar la propagación de las enfermedades contagiosas entre los más jóvenes, superar cualquiera de estas patologías mejorará el sistema inmunológico de los más pequeños al crear anticuerpos efectivos contra ellas, tal y como apuntan los profesionales.
El portal online “Guía Infantil” describe catarros o resfriados como las enfermedades más extendidas entre los alumnos de los centros escolares, ocasionando congestión nasal, mocos y fiebre, en cuyo caso los expertos recomiendan el uso de antitérmicos, pues la tos “ayuda a limpiar las secreciones de la vía aérea”.
A su vez, la conjuntivitis aguda, inflamación de la mucosa que recubre el ojo y produce enrojecimiento de los mismos, se transmite por contacto directo con la secreción ocular de las personas infectadas y por el uso de pañuelos, toallas o material escolar contaminado.
En el caso de la gastroenteritis, infección tanto del revestimiento del estómago como de los intestinos, suele provocar diarrea como síntoma más habitual en las edades infantiles, de los que el 14 % de los menores de cinco años en España padecen algún episodio al año.
Por último, existen otras patologías que pueden prevenirse con la vacunación: la meningitis, la varicela, el sarampión o las paperas no son tan frecuentes en las escuelas, pero sí muy contagiosas, motivo por el cual conviene revisarlas ante el inicio de un nuevo curso.