El sacerdote español Miguel Pajares, afectado por el virus del Ébola, presenta una “situación clínica estable”, según el primer informe médico facilitado tras su llegada al Hospital Carlos III de Madrid, mientras que la religiosa Juliana Bohi, que no está contagiada, se encuentra en “muy buen estado general”

El misionero con ébola está en situación clínica estable y la monja en muy buen estado
El religioso Miguel Pajares, el primer español contagiado de ébola en África a su llegada al hospital Carlos III donde murió el 12 de agosto de 2014. EFE/Emilio Naranjo
  • 7 de agosto, 2014
  • MADRID/EFE

Pajares, que ha llegado al centro hospitalario “un poco desorientado”, está estable y febril, respira espontáneamente y no tiene hemorragias, uno de los principales riesgos de contagio, según el informe sanitario facilitado hoy por la Consejería de Sanidad de Madrid en rueda de prensa.

El religioso padece el ébola desde, al menos, el pasado 1 de agosto cuando fue aislado, junto a otras cinco religiosas, en el Hospital San José de Monrovia donde había fallecido el director del centro a causa de esta enfermedad.

Tanto a Pajares como a Bohi, que están aislados, se les están practicando las pruebas para confirmar que efectivamente el primero está afectado por el virus del Ébola y la religiosa no, ya que no presenta síntomas, unos resultados que estarán disponibles aproximadamente en tres horas.

Lo que sí está confirmado es que la religiosa tiene fiebres tifoideas de las que será tratada y, si los resultados del ébola vuelven a dar negativo, le darían el alta de forma inmediata, según la consejería.

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez (2ºd) durante la comparecencia ante los medios de comunicación sobre los protocolos que se van a seguir en el Hospital Carlos III para la atención del religioso español Miguel Pajares, contagiado con el virus del ébola, hoy en la sede de la Consejería en Madrid. EFE/Hugo Ortuño

El consejero de Sanidad, Javier Rodríguez, acompañado de los responsables médicos de los hospitales Carlos III, La Paz y del servicio de Emergencias sanitarias de la Comunidad Summa 112, han comparecido en rueda de prensa para explicar los detalles del traslado a Madrid del sacerdote y de la religiosa desde Liberia y el protocolo que se ha seguido hasta su ingreso hospitalario.

El jefe de Medicina Intensiva de La Paz-Carlos III, Abelardo García, ha informado de que los dos pacientes se encuentran en la planta sexta del centro, completamente aislados, asistidos y controlados por dos médicos internistas e intensivistas -expertos en enfermedades tropicales-, cuatro enfermeras y cuatro auxiliares por turno,y el correspondiente personal de apoyo (radiólogos, biólogos, personal de laboratorio, de seguridad etcétera).

Posibilidades de mejoría

El doctor García ha explicado que Pajares “está consciente, orientado, respira bien, sin soportes de ningún tipo y no presenta ningún signo hemorrágico” lo que, ha dicho, hace que el sacerdote tenga “muchas posibilidades” de mejorar y que su curación sea tan sólo “cuestión de ganar tiempo”.

Ha señalado que la planta donde están los dos pacientes está sometida a fuertes controles de salida y entrada y los médicos personal sanitario que les atienden directamente visten trajes de protección completa para “evitar contacto con cualquier fluido o secreción” de los pacientes, el riesgo más grande de contagio.

Trajes, material sanitario y en general cualquier objeto o elemento con el que se atienda al sacerdote o a la religiosa son incinerados inmediatamente después de su uso, de acuerdo con el protocolo internacional para estos casos que, según el consejero, elimina cualquier posibilidad de contagio si se cumple adecuadamente.

Rodríguez ha hecho un llamamiento a la “tranquilidad” absoluta de los ciudadanos y les ha garantizado que la posibilidad de trasmisión del Ébola en este momento en España “es muy pequeña” e incluso el riesgo de contagio es “mucho menor” del que tuvo en su día la gripe aviar.

Ha explicado que los dos misioneros han venido a Madrid “como podrían haberlo hecho a otro lugar de España” porque lo pidió una ONG y que la Comunidad les indicó que poseía los dispositivos sanitarios “suficientes” para atender este operativo y los puso en marcha en cuanto se lo confirmaron.

Rodríguez ha confesado que desconoce que administración correrá con los gastos que está ocasionando este dispositivo sanitario de emergencia, aunque ha señalado que “no cree que los pague” el Estado y que probablemente se tendrá que hacer cargo “la ONG que les ha traído”.

Tampoco ha dicho que le consta que los médicos y el personal sanitario que ha atendido o está atendiendo a los pacientes en España hayan solicitado ninguna clase de gratificación económica por este trabajo y ha elogiado el modo y la entrega con el que lo llevando a cabo.

En cuanto al estado de Pajares y de la religiosa, ha informado de que se facilitará un parte médico diario desde la Gerencia del hospital Carlos III que, ha informado, en breve volverá a funcionar con normalidad y a atender pacientes, incluso mientras esté ingresado allí Miguel Pajares.

Por su parte, Pedro Martínez Tenorio, gerente del Summa, ha explicado que Pajares y Bohi han llegado en sendas ambulancias nuevas y medicalizadas del servicio de Emergencias, completamente aislados en cápsulas, y en el caso del sacerdote, sondado para evitar el riesgo de que la orina se expandiera.

En cada una de las ambulancias viajaban con ellos un médico, un enfermero y dos técnicos.

Respecto al hospital Carlos III, dedicado hasta ahora a enfermedades infecciosas, el consejero ha confirmado que se va a realizar obras para destinarlo a “otras funciones” pero que ahora estaba “disponible” para esta atención y, de no haber sido así, se hubiese trasladado a Pajares y a Bohi a La Paz.

Desde esta mañana en el Hospital Carlos III

Dos ambulancias equipadas con medios de aislamiento biológicos trasladaron a los dos pacientes desde la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), hasta el hospital, en el que han entrado por una puerta diferente a la habitual, mientras un helicóptero de la Policía Nacional sobrevolaba la zona.

Las ambulancias del SUMMA (servicios de emergencias médicas de Madrid), cuyos conductores iban protegidos con mascarillas, iban escoltadas por varios coches y motos de la Policía Nacional conformando una larga comitiva.

La entrada al hospital se ha producido por la puerta por la que se accede a los institutos de Investigación Cardiovascular y Oncológicos, lo que ha cogido desprevenidos al más de medio centenar de periodistas que, desde primera hora de la madrugada, hacían guardia en la entrada principal.