El grupo IMO (Instituto Madrileño de Oncología) en colaboración con la compañía de diagnóstico molecular Myriad Genetics abre en España una unidad para la prevención de los cánceres heredados y de aquellos que poseen una gran carga familiar

El objetivo de esta Unidad de Cáncer Familiar y Consejo Genético es el estudio personalizado de los pacientes para poder establecer el riesgo de cáncer en función del historial médico familiar, y en el caso de padecerlo, poder “prevenir segundos tumores o recaídas”, según el especialista en oncología y director de la unidad Mauro Oruezábal Moreno.
Entre un 5% y un 10% de los cánceres son de origen hereditario, y un 20% más son familiares.
Con respecto a las personas que sufren esta enfermedad, lo novedoso es la realización de un test genético en el que no sólo se analizan las células tumorales sino también las células normales. Conocer esta información es fundamental para el “pronóstico y el desarrollo del tumor y para salvar vidas en torno a sus familiares”, afirma el doctor Oruezábal.
Bajo la idea de que un paciente con cáncer es hablar de una familia con cáncer, otro aspecto innovador es la realización de controles genéticos a personas sanas, que en función de los antecedentes familiares, quieren conocer las probabilidades de desarrollar un tumor en el futuro.
Más del 20% de las mujeres con cáncer de mama tienen una historia familiar de cáncer, que asciende al 100% en las mujeres con cáncer de ovario.
¿En qué consiste el test genético?

Tanto si se quiere conocer la posibilidad de padecer cáncer en un futuro como el porcentaje de segundos tumores o recaídas en los pacientes oncológicos, es necesario realizar una evaluación clínica de los antecedentes familiares mediante la aportación de los siguientes datos:
- Edades de todos los miembros de la familia.
- Cánceres que tienen o han tenidos sus familiares.
- Las edades en las que se diagnosticaron.
- Información de miembros de la familia que no han tenido cáncer.
Lo que se transmite de generación en generación no es la enfermedad en sí misma, sino el riesgo de padecerla.
En función de los resultados obtenidos se realizan distintos tipos de test genéticos cuyos precios pueden oscilar entre los 300 euros los más baratos y 2.500 los más caros. A través de esta prueba se analiza el ADN del paciente para buscar cambios o alteraciones en los genes que pueden causar enfermedades.
En el caso de que el test fuera positivo, el tratamiento y seguimiento individualizado de cualquier tipo de cáncer se completa mediante un apoyo psicológico destinado a reducir la ansiedad de los pacientes oncológicos y la incertidumbre de aquellas personas con casos de cáncer entre sus familiares.
“No es lo mismo asesorar una paciente sana que a una paciente con cáncer, por ello el test genético debe ser interpretado por un especialista”, señala el doctor Oruezábal.
El propio especialista en oncología defiende que la fiabilidad del resultado es superior al 99%, por lo que cuando un paciente se somete al test, “si el resultado es negativo realmente ese resultado es negativo”, afirma.
Este alto grado de precisión se alcanza debido al sistema bioninformático desarrollado durante siete años y debido a una amplía base de datos con más de 40.000 pacientes, lo que permite obtener “un poder de asociación y de diagnóstico elevado”, afirma la doctora Noni Angulo, consejera ejecutiva médica en Myriad Genetics España.
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