Un médico que trabajó con la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) en Guinea ha dado positivo en el virus del ébola, convirtiéndose en el primer caso detectado en el estado de Nueva York y el cuarto en Estados Unidos

“Las posibilidades de que el neoyorquino promedio contraiga el ébola siguen siendo muy muy pequeñas”, afirmó el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en una rueda de prensa con otras autoridades del estado que aseguraron que “no hay motivo de alarma”.
El paciente, identificado por fuentes oficiales como Craig Spencer, de 33 años, estuvo trabajando en Guinea con la organización humanitaria Médicos sin Fronteras hasta que salió del país, el pasado 14 de octubre, y tres días después regresó a Nueva York, donde vive, tras hacer una escala en Europa.
La encargada de salud de la ciudad, Mary Travis Bassett, dijo que la prueba positiva de que el paciente estaba infectado por el virus del Ébola se hizo en el hospital donde quedó ingresado, en el Bellevue.
No obstante, señaló que se realizará otro análisis en laboratorios de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), con sede en Atlanta, y los resultados se conocerán en las próximas 24 horas.

El médico, que llegó al aeropuerto JFK de Nueva York el 17 de octubre después de una escala en una ciudad europea no identificada, realizó una vida normal hasta que esta mañana comenzó a sentir fiebre y otros síntomas propios del virus del Ébola.
Los responsables de salud resaltaron que, afortunadamente, se trata de un profesional médico que está al corriente de todos los protocolos de seguridad.
Las autoridades han puesto en cuarentena a tres amigos y a la prometida del médico, las personas que han estado más cerca de él desde que regresó a Nueva York. Como no tienen síntomas no les han hecho una prueba para saber si pueden haberse infectado.
Insistieron en que, aunque en fechas previas viajó en el metro de Nueva York no hay razón para pensar que pudo haber infectado a algún otro pasajero porque el ébola se contagia sólo con fluidos y sólo cuando hay síntomas de la enfermedad.
El caso de Nueva York es el cuarto que se produce en Estados Unidos. Un liberiano, Thomas Duncan, que estaba visitando a familiares en Dallas, murió el pasado 8 de octubre por el ébola, y dos enfermeras que lo trataron en un hospital de Dallas también se vieron infectadas, pero se están recuperando.
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