Los vértigos, los ruidos en los oídos y la pérdida de audición son las tres señales esenciales en el síndrome de Ménière, una enfermedad que puede llevar asociados síntomas de taponamiento, náuseas y vómitos, y del que nos hablan los expertos del blog "Salud y prevención" en un nuevo post

¿Tienes vértigos, has perdido audición y oyes ruido? Conoce el síndrome de Ménière
  • 28 de febrero, 2019
  • BLOG

Tres son los principales síntomas que caracterizan al síndrome de Ménière: los vértigos rotatorios, los acúfenos (ruidos en los oídos), y la hipoacusia o pérdida de audición, según describe la Asociación Síndrome de Ménière España (ASMES). Además, puede llevar asociado síntomas de taponamiento, náuseas y vómitos, según añade la Sociedad Española de Otorrinolaringología, y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC).

En concreto, este síndrome, que debe su nombre al médico francés Prosper Ménière que descubrió en 1861 por primera vez sus síntomas, tiene mayor incidencia entre la cuarta y la sexta década de la vida.

A día de hoy es una enfermedad crónica, y para la que aún no hay cura. Afecta al oído interno, tanto a la audición como al sentido del equilibrio.

Su causa es desconocida por el momento, aunque la SEORL remarca que existen una serie de factores asociados a las crisis de Ménière, que pueden tener relación con factores anatómicos del paciente, así como genéticos, inmunológicos, o víricos (puede estar vinculado al virus del herpes) o vasculares.

Igualmente, apunta que la patología puede guardar cierta relación con la migraña, ya que parece que existe una prevalencia de migraña en pacientes con síndrome de Ménière.

“La migraña puede dañar irreversiblemente al oído interno debido a los vasoespasmos que podrían desencadenar un ‘hidrops endolinfático’, añade.

En España se registra un nuevo caso anual por cada 30.000 habitantes, lo que la sitúa ligeramente por encima del valor que define a las conocidas como ‘enfermedades raras’ señala el doctor Antonio Jiménez Luna, otorrino del Hospital Quirónsalud Córdoba, quien recientemente ha participado en el día de la concienciación sobre esta patología en el citado centro hospitalario, el pasado 7 de febrero.

Pero, ¿se sabe cómo se origina? Se ha demostrado que en los pacientes con enfermedad de Ménière se genera en el oído interno un acúmulo excesivo de líquidos que dilata sus membranas. Según este especialista, esta dilatación o ‘hidrops endolinfático’ provoca la tríada de síntomas característicos de la enfermedad antes mencionados, y que pueden ser “invalidantes durante varias horas”.

Este síndrome afecta por igual a hombres y mujeres en la edad media de la vida, según precisa el doctor Jiménez Luna, y generalmente afecta a sólo un oído, aunque un 25 % de los pacientes desarrollará la enfermedad en ambos. Además, esta patología se caracteriza por variar mucho según el paciente, e incluso se registran distintos períodos de evolución dentro de la misma persona enferma.

En concreto, el otorrino del Hospital Quirónsalud Córdoba subraya que los síntomas, en las fases inicial y media de la enfermedad, se presentan de forma episódica o en crisis. Eso sí, puntualiza que progresivamente se va dañando el oído interno, tanto en su función auditiva como en la vestibular o del equilibrio. “Esto genera un daño crónico y permanente de ambas funciones”, añade.

“Las crisis vertiginosas aparecen casi siempre en episodios repentinos que pueden durar desde 20 minutos hasta varias horas. Sin embargo, la sensación de mareo, taponamiento de oídos, y de embotamiento, puede permanecer durante más tiempo. Por lo general, los acúfenos y la hipoacusia aunque suelen fluctuar en las fases iniciales, no desaparecen en los periodos tardíos”, aclara ASMES en este sentido.

Diagnóstico y tratamiento

Con ello, el otorrino del Hospital Quirónsalud Córdoba recuerda que el diagnóstico de la enfermedad se basa en unos criterios clínicos claros definidos por la Sociedad Barany, y siempre es obligado un correcto abordaje clínico para diferenciarla de otros cuadros causantes del vértigo episódico. En los casos más complejos suelen realizarse, según apunta, una serie de pruebas complementarias de fisiología vestibular y de imagen.

Asimismo, el doctor Jiménez Luna sostiene que el tratamiento debe individualizarse, y adaptarse a la fase de la enfermedad.

Concretamente, debe comenzar por modificaciones en la dieta del paciente, así como en sus hábitos y en el estilo de vida. Por ejemplo, señala que se debe disminuir el consumo de sal y de cafeína, evitar el alcohol y el tabaco, reducir el estrés, beber más agua, procurar un sueño ordenado, además de mantener una actividad física moderada.

También dice que se suelen administrar betahistina, diuréticos, o bien ambos fármacos simultáneamente; valorando la respuesta mediante un seguimiento periódico del número, intensidad y duración de las crisis.

En los casos en los que no se responde a estas medidas, Jiménez Luna subraya que se debe continuar como siguiente escalón, con la inyección de antiinflamatorios corticoides en el interior del oído.

Desde ASMES destacan también que esta enfermedad no sólo afecta físicamente a los pacientes, sino que también los síntomas pueden afectar, aunque dependiendo de su evolución, a todas las facetas de su vida, incluyendo las relaciones de trabajo, familia, actividades sociales, y a su vez puede socavar su bienestar psicológico, su confianza, autoestima y sentido de independencia.

De hecho, es frecuente que aparezca en pacientes con personalidad neurótica, según la SEORL. “El estrés, la fatiga, las complicaciones familiares o laborales, pueden influir como disparadores en la aparición de las crisis de Ménière”, indica.

Se trata de una enfermedad que se cree que han padecido diversos personajes conocidos como Edgar Allan Poe, Jonathan Swift o Friedrich Nietzsche, quienes manifestaron síntomas de vértigo, acúfenos o hipoacusia a lo largo de su vida. Sin embargo, nunca se les llegó a diagnosticar. En la actualidad, la actriz y cantante Kristin Chenoweth, o la periodista Carme Chaparro han confesado tenerla.

Para hacer más visible esta enfermedad y promover líneas de investigación sobre la misma, pacientes de todas España, con el apoyo de varios especialistas, crearon en Córdoba en 2016 la Asociación Síndrome de Ménière España (ASMES), que tiene como uno de sus objetivos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declare el 7 de febrero como ‘Día Internacional de la Enfermedad de Ménière’.

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