Septiembre y enero son los momentos ideales para poner sobre la mesa los éxitos y los fracasos alcanzados durante el año y proponerse nuevas metas a alcanzar. Te proponemos 15 objetivos para estar más sano y ser más feliz. ¿Te animas?

¡De este año no pasa! 15 propósitos saludables
  • 31 de agosto, 2015
  • Laura Muñoz - Quirónsalud

Para conseguir los fines que nos propongamos, no basta con desearlos; debemos poner algo más de nuestra parte, llegar a un firme compromiso con nosotros mismos, diseñar una estrategia y ejecutarla sin excusas. Sea cual sea nuestro objetivo -dejar de fumar, encontrar pareja, adelgazar o hallar trabajo-, el secreto está en elaborar un plan detallado de acción, contarlo a los amigos y familiares, recordar frecuentemente las ventajas de lograr el objetivo, ponerse pequeñas metas a corto plazo y recompensarse a uno mismo cada vez que se alcancen, y llevar un registro objetivo de la progresión de los frutos obtenidos.

¿Has pensado ya cuáles son tus deseos para este nuevo curso? Aquí te hacemos una propuesta de 15 objetivos saludables. Cumplirlos es todo un reto, pero también una gran aventura para estar más sanos y ser más felices.

1. Cuida lo que comes

Aunque la obesidad tiene una base genética ya incuestionable, la realidad es que si cuidamos nuestra alimentación y llevamos
una vida alejada del sedentarismo y la inactividad, reduciremos considerablemente las probabilidades de ser obesos y, con ello,
nuestro riesgo cardiovascular. Basta con mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta de que, al mismo tiempo que hemos ido
abandonado la dieta mediterránea y nos hemos vuelto más cómodos, ha crecido el número de personas con sobrepeso. Lo peor es que este proceso está afectando por igual a los adultos y a los niños. Empecemos por nosotros mismos y nuestro entorno más cercano con pequeños gestos saludables; en caso de que esto no sea efectivo, hay muchos tratamientos médicos y quirúrgicos de demostrada eficacia que nos ayudarán a perder kilos.

2. Libre de nicotina

Si recuperar el sabor de las comidas, dejar atrás el olor a tabaco del aliento y la ropa, subir las escaleras sin asfixiarnos y levantarnos cada mañana sin toser no son motivos suficientes para dejar de fumar, igual lo es el hecho de que este hábito es responsable del 11% de las muertes por cardiopatía isquémica y del 70% de los fallecimientos por cáncer de pulmón, bronquios y tráquea. Compra tu última cajetilla y cuando ya solo quede un cigarrillo, fúmalo consciente de que será el último. Evita también aquellos actos que irremediablemente llevan aparejado el consumo de tabaco, como el café de después de comer o las bebidas alcohólicas; pero pronto comenzarás a disfrutar de las ventajas de ser exfumador. Todo vale para dejarlo, pero lo que realmente cuenta es tener la firme determinación de hacerlo y, en caso de que sea necesario, apóyate en profesionales especializados en la deshabituación tabáquica.

3. Más músculo y menos sofá

Si no hacemos nada para remediarlo, llegará un día en que nos sorprendamos frente al espejo cogiendo aire para meter la barriga. Mantenerse en forma no es tan complicado, solo hay que sacar el chándal del armario y buscar el deporte que más se ajuste a nuestras necesidades y gustos: aerobic, zumba, pilates, natación, spinning, footing… Hay mil actividades individuales o en grupo que nos ayudarán a conservar tonificada nuestra musculatura, quemar calorías y hacernos sentir mejor. No obstante, si llevamos mucho tiempo sentados en el sofá, no estará de más que antes de iniciar un programa de entrenamiento nos sometamos a un chequeo médico; así podremos saber cómo está nuestro cuerpo y planificar de una manera óptima el esfuerzo y el tipo de ejercicio que mejor nos va. Evitaremos sorpresas desagradables.

4. Activa tu mente

Este año no te limites a leer los catálogos de las grandes superficies comerciales o los informes de actividad de tu empresa. Sé creativo y activa tu mente, sumérgete en varios libros y estudia idiomas. Son rutinas de entrenamiento mental ideales, como también lo son afrontar cálculos mentales o resolver crucigramas. Fomentarás el aprendizaje y potenciarás tu memoria, al tiempo que protegerás tu celebro contra el deterioro cognitivo y determinadas enfermedades neuronales, como el alzhéimer o la demencia.

5. Pon freno al estrés

El estrés nos ayuda a estar alerta y, por lo tanto, nos protege ante los riesgos; pero también, si no lo controlamos adecuadamente, es la causa de dolores de cabeza, angustia, náuseas e hipertensión, además de dañar el pelo y la piel. Es importante, pues, mantenerlo bajo control. Identifiquemos sus causas. Una vez detectados los motivos, resulta primordial minimizarlos y abordar estrategias que contribuyan a desconectar y relajarnos; para algunos lo mejor es practicar algo de ejercicio físico, para otros la mejor receta consiste en media hora de meditación diaria. Se trata de que cada cual encuentre su manera de reducir sus efectos sobre nuestro organismo.

 6. Desconecta el móvil

¿Cada cuánto tiempo miras tu móvil? Haz la prueba y seguro que te sorprenderás pendiente de este dispositivo mucho más de lo que creías. Nunca antes una tecnología tan nueva se había integrado en nuestro día a día hasta tal punto de que ya no concebimos la vida sin ella. La supuesta libertad de esta herramienta de comunicación se ha transformado en una esclavitud y en una dependencia de tal calibre que, incluso, han llegado a definir una nueva patología: la nomofobia, que se manifiesta con un miedo extremo a estar desconectado del mundo. Para evitar padecerla, lo mejor es que marquemos los límites y hagamos un uso razonable del teléfono, lo apaguemos de vez en cuando y prioricemos la vida real a la virtual. Si no lo logramos, lo mejor es consultar a un especialista.

7. Cumple con tu agenda

Las revisiones médicas deberían formar parte de nuestra rutina; dejarlo para más tarde o no encontrar nunca el momento adecuado nos puede salir caro, por lo que no seas perezoso y cumple con tu agenda. Las visitas anuales al ginecólogo, al urólogo, al oftalmólogo o al odontólogo son claves para gozar de una buena salud. Las citas recomendadas con cada especialista y las pruebas asociadas a ellas dependerán de la edad y el sexo. Así, las mujeres tendrán que ir cada año al ginecólogo y, a partir de los 40, comenzar con las mamografías, si el especialista así lo prescribe. Es en este tramo de edad cuando los hombres incluirán en su rutina anual la visita al urólogo y, en la quinta década de la vida, o incluso antes si tenemos antecedentes familiares de cáncer de colon, todos, hombres y mujeres, debemos hacernos una colonoscopia, examen que detecta lesiones en el recto y el colon. Si seguimos este tipo de recomendaciones, lograremos diagnosticar de forma precoz muchas enfermedades que llegan a ser fatales si no se detectan a tiempo; pero que resultan muy fáciles de tratar si las encontramos en un estadio inicial.

8. Enseña más los dientes…sonríe

Está demostrado que la sonrisa tiene muchos beneficios para la salud: relaja los músculos de la cara, ayuda a una mejor oxigenación del cuerpo y regula el pulso cardíaco. Además, es la mejor carta de presentación: ¡solo tenemos una oportunidad para causar una buena primera impresión! Si quieres disfrutar del poder que da una sonrisa y, al mismo tiempo, lucir la mejor de las dentaduras, cumple unos consejos básicos y sencillos de higiene bucodental: lavarte los dientes después de cada comida y visitar al especialista, al menos, una vez al año. Con estos hábitos exhibirás una boca más sana, pero, en caso de que necesites someterte a otros tratamientos, ponte en manos de los mejores profesionales, pues manejan las últimas técnicas en implantología, blanqueamiento, ortodoncia y estética dental.

9. De mimos también se vive

Pasar más tiempo con la familia y los amigos no solo nos hace más felices, también nos ayuda a mantener nuestra salud física. Algunos estudios concluyen que no tener amigos equivale a fumar 15 cigarrillos al día o que las personas con un amplio círculo de amistades tienen muchas menos probabilidades de fallecer como consecuencia de una patología tumoral o cardíaca. Las relaciones sociales nos sirven para construir nuestra identidad, nos proporcionan bienestar y nos dan apoyo en los momentos difíciles. También son importantes para desconectar de la rutina laboral y controlar el estrés, así que no lo demores más y llama a esa persona con la que hace mucho que no hablas.

10. Sienta la cabeza

Si hiciéramos una encuesta, probablemente la mayoría de las parejas contestaría que nunca es el momento ideal para crear o ampliar una familia. Tener hijos es una gran responsabilidad y siempre se espera a tener estabilidad emocional, económica, familiar, etc. Si decides sentar la cabeza e ir a por todas, lo primero que debes hacer es abandonar los malos hábitos y eliminar o reducir al máximo aquellos factores que perjudican la fertilidad, como el estrés, la mala alimentación, el alcohol y el tabaco. Algunas veces los resultados son casi inmediatos, pero lo normal es que se tarde entre siete meses y un año en logar un embarazo. Transcurrido este periodo deberemos consultar a un especialista para que estudie nuestro caso y establezca el tratamiento más adecuado.

11. Haz las maletas

Organizar, al menos, una escapada al año nos permitirá expandir nuestros horizontes, pero también nuestras mentes. Fija las fechas con amigos o familiares o, si lo prefieres, planea un viaje en solitario y empápate de nuevos lugares, culturas y costumbres. Las vacaciones son el momento ideal para relacionarse con personas desconocidas y diferentes, disfrutar de la naturaleza, descansar, leer, meditar y dormir más. Todo ello nos ayuda a cargar las pilas, a desconectar del trabajo y la rutina y a relajarnos.

12. Cumple un sueño

Hacernos un regalo de vez en cuando nos ayudará a sentirnos mejor y a reforzar nuestra autoestima. Si no quieres seguir con esas líneas de expresión en tu rostro o llevas años pensando en guardar para siempre las gafas en el cajón, no lo retrases más, invierte en sentirte y verte mejor. Atrévete, da el paso, ponte en manos expertas y cumple ese sueño a veces inconfesable.

13. Verde que te quiero verde

Probablemente no somos del todo conscientes de cómo la polución afecta a los cultivos y al agua de los ríos y mares; sin embargo, la regla de tres está clara: a más contaminación, peor calidad del agua que bebemos, del aire que respiramos y de los alimentos que comemos; lo que incide irremediablemente en nuestro estado de salud y en las enfermedades que padecemos. Nuestra casa es el lugar ideal para comenzar a construir un planeta sostenible: reduce la cantidad de residuos que generas, no derroches recursos como el agua o la energía y trata de minimizar las emisiones contaminantes que produces cada día. Además, no olvides que caminar o subir las escaleras, además de ahorrar luz, nos ayuda a mantenernos en forma.

14. Sé más solidario

La solidaridad nos concede felicidad. No hacen falta grandes gestos ni viajar a países de otros continentes para ser solidarios. Basta con pequeños actos que ayuden a otras personas a vivir mejor. Cuando veas la unidad móvil de donación de sangre, atrévete a entrar. Para alguien sano, esta acción no tiene ninguna consecuencia, pero con ella está ayudando a, por lo normal, tres personas que requieren una transfusión para vivir o superar una patología. La donación de sangre, órganos o tejidos contribuye a que muchas personas enfermas recuperen el bienestar. También existen otras formas de regalar felicidad, como la donación de óvulos y semen, que ofrece a muchas parejas la posibilidad de ser padres. Hay tantas formas de ser solidarios. ¡Encuentra la tuya!

15. Que gane el optimismo

Sacúdete el pesimismo de la espalda, rodéate de gente alegre y disfruta de la vida a pesar de los inconvenientes. ¿Sabías que ser optimista mejora la salud? Pues sí, el estado de ánimo influye directamente sobre nuestro estado general. Un estado emocional eminentemente negativo puede llegar a provocar daños a nivel físico, esto es lo que ocurre con las enfermedades psicosomáticas. Ser optimista o pesimista es una elección vital. ¡En tu mano está!

 

Este artículo ha sido elaborado a partir de las reflexiones de los especialistas de los hospitales Quirónsalud Tenerife y Quirónsalud Costa Adeje.

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