La diálisis es la terapia que sustituye a la función renal cuando esta falla. Un tratamiento crónico que requiere una atención más personalizada para el paciente y su papel activo en la toma de decisiones. En el Día Mundial del Riñón, hablamos de humanizar la diálisis.

Humanizar la diálisis supone involucrar al paciente en esta terapia crónica de riñón
Foto cedida

Poner el foco en la prevención y en el diagnóstico precoz y empoderar a pacientes y familiares en los cuidados asistenciales son algunas de los factores para la humanización de la diálisis, una terapia para el riñón que acompañará al afectado durante años.

Este es el objetivo para la diálisis que persigue la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.), la Federación ALCER y Fresenius Medical Care unidas en la campaña “Deja huella por tu salud renal” con motivo del Día Mundial del Riñón, el 9 de marzo.

La iniciativa pone énfasis en ser conscientes de las medidas de prevención de la enfermedad renal, pero también de las herramientas que hay para que todos aporten conocimiento en la consecución de una diálisis más humanizada, dando a conocer esta terapia, sus avances y las necesidades de pacientes y familiares.

¿Qué es la diálisis para el riñón?

En 2021, los nuevos casos de enfermedad renal crónica aumentaron casi un 7%, según datos de la S.E.N., y 7.084 personas empezaron a recibir tratamiento renal sustitutivo con diálisis o trasplante, lo que supone, si se suman los casos previos, que en España hay 65.740 personas con este tratamiento, recibiendo el 46% de ellos una terapia de diálisis.

A pesar de que cada año son miles las personas que empiezan a recibir diálisis, todavía existe un gran desconocimiento sobre esta terapia que se utiliza para filtrar la sangre de toxinas, desechos no deseados y exceso de fluidos corporales.

Si se utiliza una máquina para extraer y filtrar la sangre se denomina hemodiálisis, pero si ese proceso se hace mediante el peritoneo, una cavidad situada en el abdomen, se trata de diálisis peritoneal.

El paciente puede realizar estos dos tipos de diálisis en su hogar (diálisis domiciliaria) o, si lo prefiere y se adapta mejor a él, acudir a un centro para la hemodiálisis (diálisis en centro).

“El paciente es el que decide qué tipo de tratamiento incorpora en su vida. Ese papel activo no termina ahí, en esa decisión, sino que es fundamental contar con él a lo largo del tratamiento, que es crónico, porque su implicación y la de su familia/cuidadores va a ser fundamental en su evolución”, explica Eva Baró, directora médica de FME.

Para la doctora Patricia de Sequera, presidenta de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N), “la mejora de la atención al paciente renal pasa porque la sociedad esté bien informada sobre esta enfermedad, conozca cómo detectarla y los hábitos que mantienen sano al riñón”.

“Pero también -añade- son fundamentales iniciativas que mejoren la calidad de vida de los pacientes, y ahí entra en juego la humanización de los procesos, que permitan una atención de calidad y un abordaje integral del paciente a todos los niveles”.

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La cara y cruz de la tecnología

Una excesiva tecnificación de la Medicina puede hacer que los pacientes y sus familias se sientan fuera de la toma de decisiones en su tratamiento, según las fuentes citadas.

Sin embargo, gracias a los avances técnicos, la diálisis de ahora es mucho más efectiva y cómoda en comparación a la de hace años y también permite el desarrollo de sistemas de diálisis que liberan al profesional sanitario y permiten que este dedique más tiempo al trato con el paciente.

“Contamos con dispositivos que nos dan seguridad y fiabilidad, pero el paciente necesita mucho más que lo que nos da una máquina de diálisis. Tenemos necesidades que van más allá de la parte física, y que pasan por aspectos más humanos como los emocionales, sociales, nutricionales y económicos”, señala Daniel Gallego, presidente de la Federación ALCER.

Por este motivo, la humanización de la diálisis debe formar parte del ecosistema de procesos que se llevan a cabo en torno al paciente renal.

Las unidades de hemodiálisis son lugares altamente tecnificados con máquinas complejas que podrían mecanizar los cuidados pero que también puede mermar la calidad de la atención y el bienestar del paciente.

Uno de los ejemplos para integrar al paciente es teniendo en cuenta de manera sistemática su opinión.

Diálisis y desnutrición

Por otra parte, el estudio EMID, realizado en 52 unidades de diálisis de toda España, revela que más de la mitad de los pacientes con enfermedad renal crónica en diálisis presentan desnutrición.

Esta investigación, coordinada por la doctora Guillermina Barril, jefa de sección de Nefrología del Hospital Universitario La Princesa de Madrid y el apoyo de la empresa Nutricia, ha contado con la participación de 2.748 pacientes en hemodiálisis y 189 en diálisis peritoneal de centros españoles.

Los resultados muestran que el 50,6% de estos pacientes presenta desnutrición, de los cuales en un 20,5% es moderada, severa (18,6%) y extrema (11,5%).

Además, se ha visto que el 38,3% se encuentra en riesgo de desnutrición y solo el 11% de los pacientes está nutrido en parámetros de normalidad.

La investigación también ha puesto de manifiesto que la prevalencia de desnutrición es mayor en los varones y en personas de mayor edad.

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