El misionero Miguel Pajares, contagiado por el virus de Ébola en Liberia, ha fallecido hoy en el Hospital Carlos III de Madrid, han informado a Efe fuentes sanitarias

Pajares ha sido el primer español y europeo afectado por el virus del Ébola, para la que por el momento no existe vacuna, si bien desde el pasado sábado estaba recibiendo el suero experimental, el ZMapp, el medicamento que se está administrando en Estados Unidos a los enfermos de ese país.
El religioso fue trasladado el pasado 7 de agosto desde Monrovia (Liberia) para ser tratado en el Hospital Carlos III de Madrid, tres días despúes de conocerse que se encontraba aislado en el Hospital de San José de Monrovia donde el 2 de agosto murió su director, el hermano Patrick Nshamdze a causa del virus.

El pasado sábado también esta enfermedad acabó con la vida de la misionera Chantal Pascaline y, ayer, con la del religioso George Combey, ambos compañeros del misionero español.
Junto a Pajares también fue repatriada a España la monja de origen guineano y pasaporte español, Juliana Bonoha, que no padecía la enfermedad pero que continúa ingresada en el Hospital Carlos III de Madrid donde nuevas pruebas han descartado que tenga ébola y malaria.
Mientras tanto permanece ingresada en el Hospital ELWA de Liberia, gestionado por la ONG Médicos Sin Fronteras, la hermana Paciencia Melgar.
Desde el pasado mes de marzo se intensificó el brote actual de ébola en Guinea Conakry, que se ha extendido a poblaciones de Liberia, Sierra Leona y Nigeria.
Según los datos suministrados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), este brote es del tipo ébola-Zaire y ha infectado a más de 1.8oo personas, de las cuales más de mil han muerto.
La cepa Zaire es una de las más agresivas y letales, dado que tiene uno de los índices de mortalidad más elevados -en torno al 90 por ciento- entre los virus patológicos humanos.
Hay cinco variedades del virus del Ébola: Sudán, Zaire, Reston, Côte d’Ivoire y Bundibugyo, de las cuales, Sudán, Zaire y Bundibugyo se han asociado a importantes brotes de fiebre hemorrágica en África.
El virus es transmitido al ser humano por animales salvajes y se propaga en las poblaciones humanas por contacto directo con sangre, líquidos orgánicos o tejidos de las personas infectadas.
Los primeros síntomas de esta enfermedad son fiebre repentina y alta, debilidad intensa y dolor muscular, de cabeza y de garganta, seguidos de vómitos, diarreas, erupción cutánea, funciones renal y hepáticas alteradas e intensas hemorragias internas y externas. El periodo de incubación -intervalo desde la infección hasta la aparición de los síntomas- varía de 2 a 21 días.
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