Ahora es un proyecto de investigación, pero su objetivo es demostrar que el consumo habitual de una dieta mediterránea tradicional puede mejorar los síntomas e incluso frenar el asma infantil, una enfermedad que cursa con inflamación permanente y de baja intensidad de los bronquios

¿Y si la dieta mediterránea frenara el asma infantil?
Foto cedida por la Clínica de Pediatría La Palma.
  • 4 de agosto, 2016
  • MADRID/EFE/ANA SOTERAS

Se trata de un ensayo clínico que la clínica pediátrica La Palma de Ciudad Real pondrá en marcha este otoño con dos grupos de 42 niños cada uno, de 1 a 5 años, edad esta última a partir de la que el asma infantil comienza a remitir.

Y es que el asma es, junto a la obesidad, una de las enfermedades infantiles más prevalentes. Consiste en una inflamación permanente de bajo grado de los bronquios que reaccionan agresivamente ante desencadenantes como virus o alergias provocando broncoespasmos, toses irritativas, mucosidad….que se controlan con tratamiento convencional antiinflamatorio, como corticoides inhaladas y fármacos broncodilatadores para abrir las vías respiratorias.

El doctor Fernando Calatayud. Foto cedida por la Clínica de Pediatría La Palma.

“Nuestro estudio de investigación pretende ir al fondo de la cuestión, saber por qué se inflaman los bronquios en los niños. Creemos que está relacionado con la alimentación”, explica el pediatra Fernando Calatayud, responsable de la clínica La Palma.

Esa creencia tiene su base en otro estudio analítico realizado por equipo del doctor Calatayud con un solo grupo de cien niños (de 1 a 5 años)  con asma a los que se les impuso, durante un año, además del tratamiento convencional, una dieta mediterránea tradicional en el ámbito familiar. “Lo más importante era que evitaran los alimentos no saludables”, apunta el doctor.

Los resultados de este estudio, publicado el pasado mes de abril en la revista “Alergología e Inmunopatía”, reflejan que “en el 95% de los casos no presentaron síntomas de asma tras hacer esa dieta de calidad”, explica el autor.

“Nosotros no podemos demostrar estos resultados analíticamente, pero sí clínicamente cuando observamos que desaparecen los síntomas”, precisa el doctor Calatayud.

Por eso ahora, en el nuevo proyecto de investigación se dan varios pasos más: el primero, comparar a dos grupos de niños con tratamientos convencional contra el asma, pero uno con dieta mediterránea y el otro con la dieta que habitualmente consuman.

El segundo paso, y destacado, es medir en ambos grupos los marcadores inflamatorios en saliva al inicio, a los cuatro meses y al cabo de un año.

“Desconocemos qué respuesta tendrá, es una técnica muy novedosa. Tenemos la esperanza de que algún marcador aparezca y que, al poner el tratamiento farmacológico y nutricional, se produzca una bajada de parámetros, lo que confirmaría que se puede corregir la inflamación”.

Unas pruebas todavía no disponibles en la práctica clínica habitual y que se van a realizar con la colaboración de la Universidad San Pablo CEU de Madrid.

Una dieta con productos frescos

EFE/ Juan Herrero
EFE/ Juan Herrero

La dieta mediterránea que consumirán los niños de uno de los dos grupos del estudio está inspirada en las recomendaciones y decálogo de la Fundación Dieta Mediterránea.

“Está basado en una dieta mediterránea tradicional con productos frescos, de temporada, procedentes de los mercados tradicionales, evitando los alimentos procesados y reduciendo los alimentos de origen animal”, indica el responsable del estudio.

Por eso, limitan las carnes y embutidos a 2/3 veces a la semana o recomiendan los lácteos fermentados (como yogur y queso) 1 ó 2 veces al día. También el pescado 2 ó 3 veces por semana, mientras que se aumenta la frecuencia de las legumbres y, por supuesto, de todo tipo de frutas y verduras, además de los cereales, aceite de oliva virgen extra, frutos secos o semillas.

“Consideramos -precisa- que el pan es un alimento excesivamente procesado porque se hace con harinas refinadas, mejor es el de harina integral”.

El ensayo clínico comenzará en octubre y a los cuatro meses ya se ofrecerá un primer balance de resultados para ver el nivel de significación.

La inflamación, detrás de muchas enfermedades

Este ensayo clínico ha recibido una de las ayudas a la investigación que cada año otorga la Fundación Mutua Madrileña. Este año la cantidad destinada al total de proyectos (18) es de 1,7 millones. Un programa anual que pretender contribuir al mantenimiento y desarrollo de la investigación científica en España.

Una ayuda que para el pediatra Fernando Calatayud permitirá abrir una línea de investigación que demuestre que “la inflamación está detrás de la mayoría de la enfermedades infantiles, y de muchas en los adultos, y que comer mal ocasione esa inflamación de bajo grado que genera patología.

En su opinión, “muchas enfermedades infantiles pueden resolverse con nutrición. Estamos trabajando con un tratamiento nutricional complementario con niños con otitis de repetición, rinosinusitis, catarros…Las enfermedades infecciosas son los desencadenantes, pero lo que genera la inflamación es un frágil sistema de defensa y un mal sistema inflamatorio”.

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