La leche animal, proteínas de alta calidad muy superiores a las de origen vegetal

El termino “leche” está regulado y sólo se puede utilizar la palabra sola (sin ningún acompañamiento) cuando procede de la vaca. Cuando se deriva de otros mamíferos, sí que se debe especificar acompañando la palabra “leche” con el nombre del mamífero de procedencia, por ejemplo: “leche de oveja”.

Las bebidas vegetales no es legal que se etiqueten como “leche de…” su término legal es “bebida de...” aunque es normal que haya confusión porque el consumidor está habituado a referirse a ellas así, por ejemplo suelen decir “leche de soja”, pero no son clasificadas así.

Anabel Aragón, responsable de salud y nutrición de Nestlé, nos habla hoy de este alimento, uno de los más conocidos en el mundo de la nutrición.

“Las leches en las que se añaden componentes que no les son propios como los ácidos grasos omega 3, se deben denominar preparado lácteo o bebida a base de leche”, dice la experta.

Leche animal vs. vegetal

La especialista afirma que las características nutricionales de la leche de vaca o de cualquier otro mamífero son totalmente distintas a las de las bebidas vegetales como la soja, arroz, almendras, avena, etc:

• Las proteínas de la leche de vaca (o derivados) son de alta calidad, es lo que más la diferencia de las bebidas vegetales.
• El aporte de calcio es mayor en la leche que en las bebidas vegetales (aunque ahora las suelen enriquecer).
• En la leche hay ausencia de azúcares añadidos, algo que sí es habitual en las de origen vegetal.
• La leche es fuente de fósforo, riboflavina, vitamina B12 y vitamina A.
• De todas las bebidas vegetales, la de soja enriquecida en calcio, vitaminas y sin azúcares añadidos, es la que presenta un perfil nutricional más cercano al de la leche de vaca.
• Las bebidas vegetales sin azúcar añadido aportan una energía similar a la de la leche, aunque tienen menos minerales y vitaminas.
• En cuanto al perfil graso, son mejores las vegetales si lo comparamos con la leche entera pero en cuanto a las calorías son prácticamente iguales.
• Dos tercios de la grasa de la leche es saturada por eso se recomienda cada vez más, sobre todo con el aumento del peso de los últimos años, el consumo de lácteos desnatados o bajos en grasas. En menores de 3 años, sí que se debe consumir leche entera.

Intolerancia a la lactosa

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA por sus siglas en inglés) estima que el 34% de los españoles podrían padecer molestias por déficit de la lactasa, que es la encima que ayuda a la digestión de la lactosa en mayor o menor grado.

La Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) alerta de que muchas personas afectadas o que creen estarlo, se autogestionan este problema sin someterse a unas pruebas diagnósticas y sin supervisión médica.

“Si tenemos sospecha de una intolerancia a la lactosa, lo mejor es acudir al médico para que nos derive al especialista y que nos haga un diagnóstico definitivo. La presencia de lactosa en la leche o derivados, hace que estos alimentos deban ser eliminados en la dieta de personas que tienen intolerancia”, ratifica Anabel Aragón.

La experta aclara que las personas que son “intolerantes leves sí que pueden tomar pequeñas cantidades de queso curado o yogur“.

Datos sobre el consumo de lácteos

Las guías alimentarias afirman que lo recomendable es tomar de 2 a 4 raciones al día, dependiendo de la edad y el estado fisiológico:

• Dos raciones: niños de 0 a 6 años y en hombres de más de 65 años
• De dos a tres raciones: en niños escolares y en adultos
• De tres a cuatro raciones: en adolescentes
• Cuatro raciones: en mujeres embarazadas y lactantes

El consumo medio de lácteos en la población española es de 200 gramos al día, según la encuesta nacional Ingesta Dietética realizada en 2011 por el ENIDE.

La leche es el alimento principal, seguido del yogur y el queso. Las bebidas vegetales no llegaban en ese momento a los 8 gramos persona/día aunque esta tendencia ha ido aumentando.