Cuando se cumplen tres meses de la guerra en Ucrania, la ONU ha dado la voz de alarma sobre la necesidad de intensificar urgentemente los esfuerzos para proporcionar a los niños vulnerables apoyo especializado y psicosocial, en medio de las “tremendas” necesidades de salud mental y los continuos peligros que supone para los niños la invasión rusa, entre otros, la violencia sexual y de género

Ucrania: voz de alarma por los traumas mentales

“Estimamos que las cifras en términos de todas las formas de violencia contra los niños se contarán seguramente en decenas de miles“, ha afirmado Aaron Greenberg, asesor regional de protección infantil de UNICEF para Europa y Asia Central, preocupado por los traumas mentales que esta guerra les va a ocasionar.

La situación en los orfanatos

Antes de que estallara la guerra, los orfanatos, internados y otras instituciones de Ucrania albergaban a más de 91.000 niños, alrededor de la mitad de ellos con discapacidades.

En la actualidad, y según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), solo un tercio de ese número ha regresado a casa, incluidos los evacuados del este y el sur,

El impacto de la guerra en estos niños ha sido particularmente devastador“, ha explicado Greenberg.

Ucrania: traumas mentales

Tras condenar la muerte de cientos de pequeños en los bombardeos, la agencia de la ONU ha adverdtido que otros muchos han sufrido graves traumas mentales relacionados con la “experiencia directa” de la violencia, tanto física como sexual.

A pesar de todo, el asesor de UNICEF resaltó que, gracias a su natural resiliencia, muchos niños afectados “se recuperarán” si pueden volver a la escuela y empezar a sentir cierta normalidad en sus vidas.

Otros necesitarán un apoyo psicológico mayor, mientras un número más pequeño, pero importante, presentará síntomas de trastorno de estrés postraumático generalmente después de dos a cuatro meses de su experiencia.

Los traumas mentales de este último grupo necesitarán un apoyo intensivo por parte de los profesionales.

Los problemas se acumulan

Una de las prioridades de la agencia de la ONU es incrementar las inversiones en proveedores de salud mental de las ONG locales para ayudar a los niños y jóvenes que aún están bajo tutela, apoyando al gobierno ucraniano.

Sin embargo, Greenberg destaca que no es sencillo encontrar suficientes profesionales ya que estos también se han visto afectados por el conflicto.

“Hay niños que permanecen en instituciones que no fueron evacuadas ni interna ni externamente, y hay niños en familias de acogida cuyos pagos se interrumpieron temporalmente, y hay niños en régimen de tutela, un número significativo, así que cuando todo esto se acumula, el número de niños necesitados que eran vulnerables antes de la crisis y cuyas vulnerabilidades ahora se han acelerado, es increíblemente alto“.

En toda Ucrania, UNICEF ha desplegado 56 unidades móviles para proporcionar servicios sanitarios especializados a los niños traumatizados, así como 12 equipos móviles dedicados a la violencia en el este.

Más de 7.000 mujeres y niños han recibido servicios de prevención de la violencia, mitigación de riesgos y respuesta a la violencia, incluida la de género, incluso en las zonas del este del país.

Colapso en el sistema de salud

Por su parte, la ONG española Médicos del Mundo ha referido que el colapso del sistema de salud es una de las consecuencias más dramáticas que sufre la población en estos tres meses de conflicto en Ucrania. 

De acuerdo con esta organización, además de los ataques perpetrados contra infraestructuras sanitarias, las líneas de suministro no funcionan y las necesidades de salud de la población se disparan.

Por un lado, la falta de medios materiales y humanos ha afectado directamente a los programas regulares de salud.

Por ejemplo, el programa de vacunación infantil corre el riesgo de no alcanzar sus objetivos de cobertura. Y los programas de tuberculosis y VIH se han interrumpido, lo que impide el acceso a los medicamentos de los pacientes y un retraso o paralización en su tratamiento. 

La escasez de medicamentos y suministros médicos es otro gran obstáculo. Las empresas farmacéuticas ucranianas y sus centros logísticos estaban situadas en el centro, este y sur del país, lo que ha dificultado su distribución a la población. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el número de ataques contra instalaciones sanitarias en Ucrania desde el inicio del conflicto armado ya ha superado los dos centenares.

Del total (235 ataques), 167 han afectado a instalaciones sanitarias,  28  al transporte, incluidas las ambulancias, y se han cobrado 75 vidas y herido a 59 personas.

En las zonas sitiadas, los servicios esenciales se han interrumpido, especialmente la atención médica, debido a que la población se ha visto obligada o sobrevivir durante largos periodos sin acceso a alimentos, agua, electricidad, bajo la amenaza de bombardeos.  

Y, aquellas áreas libres de ataques, a pesar de ser lugares más seguros, sufren la presión hospitalaria al ser refugio para cerca de 8 millones de personas que, según ONU, se han desplazado internamente.   

Esto posiciona a las personas mayores en una situación de especial vulnerabilidad. Y es que se estima que el 20 % de la población ucraniana tiene 60 años o más, siendo la proporción más alta de personas mayores en un entorno humanitario

Un dato que preocupa ya que las personas mayores suelen estar afectadas por enfermedades crónicas a las que no pueden hacer frente por falta de tratamientos. 

trastornos mentales
Una sanitaria de Médicos del Mundo mide la presión arterial de una paciente en una clínica de Ucrania/©Médicos del Mundo/Foto cedida por esta organización

Ucrania: defender el derecho a la salud

El diagnóstico de la salud en Ucrania es grave, pero también existe un compromiso por revertir esta situación. 

“En un contexto de conflicto, curar heridas y apoyar la salud mental de las personas no solo es un derecho inalienable e incuestionable, es además la base de todo lo demás”, ha señalado Nieves Turienzo, presidenta de Médicos del Mundo, organización humanitaria que trabaja en Ucrania desde 2015, que anteayer ofreció un encuentro abierto a periodistas en su sede en Madrid. 

Lo más urgente en un conflicto armado es tratar las heridas causadas por la guerra, pero también lo es hacer frente a los trastornos y traumas de salud mental y psicológicos que se producen y que no se ven

La distribución de material sanitario, evaluación de necesidades, atención primaria directa tanto en unidades móviles como en centros sanitarios son algunas de las funciones que desarrolla esta ONG en Ucrania.

La mejora de la salud mental de la población es otro pilar fundamental de su intervención, que consiste en sesiones de apoyo grupal, asistencia psicosocial individual y apoyo a la atención primaria con atención psicológica a pacientes con somatizaciones, llegando a zonas tan afectadas por la violencia y desapariciones como el distrito de Bucha, a las afueras de Kiev.

El conflicto bélico, concluye la citada ONG, tiene un impacto devastador en los 7,5 millones de niños del país.

Cientos han muerto y muchos más han sido heridos y sufren profundos traumas mentales por la violencia que les rodea. 

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