La Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que unos 600,000 españoles tienen alzhéimer y que para el año 2050 esa cifra aumentará a un millón. Sin embargo, esos números están muy lejos de ser definitivos: entre un 30 y un 40% de los casos podrían estar sin diagnosticar

Que se multiplique la información sobre una enfermedad, como ocurre con el alzhéimer en los días previos a la celebración de su Día Mundial, 21 de septiembre, no garantiza la comprensión de su situación.
Para el doctor Guillermo García Ribas, coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la SEN, “la principal razón por la que existen tantos casos sin diagnosticar es por desconocimiento. Aunque se habla mucho de la enfermedad, para muchos pacientes y familiares resulta complicado diferenciar los primeros síntomas del alzhéimer de despistes o de cambios producidos por la edad”.
Diagnóstico temprano
Por eso, la SEN se empeña en recalcar que a pesar de que un 35% de los pacientes mayores de 65 años acuden al neurólogo por alteraciones de la memoria, entre un 30 y 40% de los casos de alzhéimer podrían estar sin diagnosticar.
Esta sociedad explica en una nota de prensa que la proporción de demencias no diagnosticadas está ligada a la gravedad de las mismas. “Mientras que en los estadios más graves y evolucionados están diagnosticadas en un porcentaje mayor, alrededor del 64%, se estima que en los estadios más leves sólo llegan al 5%”.
Ese porcentaje tan bajo supone un problema de grandes proporciones para el tratamiento de la enfermedad, porque el diagnóstico temprano es crucial para mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familiares.
“Todos tenemos olvidos, pero si se detectan fallos reiterados en la memoria reciente es importante acudir al neurólogo, ya que en el caso de padecer la enfermedad, se puede tratar y ralentizar”, aconseja García Ribas.
La SEN explica que aunque no existe una cura para la enfermedad de Alzheimer, se puede tratar con fármacos capaces de mejorar los síntomas cognitivos, conductuales y funcionales e, incluso, de estabilizarlos durante meses.
El diagnóstico temprano contribuye también a la planificación de los aspectos socio-sanitarios asociados a esta forma de demencia, que no sólo afecta al enfermo, sino que impacta su entorno significativamente.
Un paciente con alzhéimer necesita unas 70 horas de cuidados y en el 80% de los casos los responsables son sus familiares.
En este sentido, la SEN confía en que la Estrategia Nacional de Enfermedades Neurodegenerativas mejore el diagnóstico temprano, el tratamiento, la investigación y la atención de los enfermos y sus cuidadores.
El doctor García Ribas ve “muy necesario incrementar las unidades de diagnóstico y tratamiento de las demencias, así como implementar programas globales que permitan un diagnóstico precoz y un enfoque multidisciplinar que abarque al enfermo y a los cuidadores, con la finalidad de reducir la carga sanitaria, social y económica de las demencias”.