El director general de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), Ion Arocena, hace balance de BioSpain 2016 y señala que es el momento de decidir si la biotecnología es una prioridad para el país; ha pedido apoyo público para el sector a largo plazo porque, "si de repente un año tambaleas no pierdes ese año, sino muchos más"

La biotecnología pide apoyo político a largo plazo y convertirse en prioridad
Ion Arocena, director general de ASEBIO. Imagen cedida
  • 30 de septiembre, 2016
  • Madrid/EFE/N.Gómez/A.M.Belinchón

"Las políticas públicas dirigidas a fomentar el desarrollo de este sector tienen que ser coherentes a largo plazo y coherentes a lo largo de la cadena, también cuando las compañías ponen sus productos en el mercado", ha manifestado a Efe Ion Arocena.

En este sentido, ha apuntado que "no puede ser que invirtamos mucho dinero en compañías 'startups' para que cuando estén en el mercado con productos y servicios la administración penalice, en algunos momentos, la compra de esos productos innovadores".

Arocena, quien ha recordado que el sector tiene largos plazos de maduración y necesidades de inversión muy largas, ha afirmado que éste "es muy dado" a la colaboración público-privada, por eso "estamos siempre a disposición para trabajar conjuntamente con el Gobierno y fomentar el desarrollo de la biotecnología española".

"Ahora que las cosas empiezan a mejorar -económicamente-, debemos decidir si esto es una prioridad", ha resaltado el director general de Asebio.

Asebio ha sido, junto a la Agencia Vasca de Desarrollo Empresarial, organizadora de la octava edición del Encuentro Internacional de Biotecnología (Biospain 2016) que durante tres días se ha celebrado en Barakaldo con 1.500 delegados de 28 países, entre ellos científicos, empresas e inversores, y que hoy ha terminado.

Terapias contra la malaria

Arranca BioSpain 2016. Foto Asebio
Arranca BioSpain 2016. Foto Asebio

Durante esta cumbre biotecnológica se ha analizado el panorama actual de la investigación en salud, concretamente, las nuevas estrategias contra la malaria basadas en nanociencia y heparina.

El Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC), el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y Bioibérica han llegado a un acuerdo para estudiar nuevas estrategias para combatir la malaria, basadas en nanomedicina y en la heparina, una molécula que en 2016 cumplió cien años.

Esta colaboración se basa en la investigación que desarrolla Xavier Fernández Busquets, director de la unidad conjunta de Nanomalaria del IBEC e ISGlobal.

"Nuestro primer paso fue demostrar que la heparina puede bloquear la adhesión y entrada de los merozoítos a los glóbulos rojos", ha apuntado Fernández Busquets.

El equipo de este científico constató que la heparina podría permitir el desarrollo de terapias antimaláricas específicas, puesto que muestra afinidad de unión específica para los glóbulos rojos infectados frente a los no infectados.

Sin embargo, debido a su efecto anticoagulante, las cantidades necesarias para el tratamiento de la malaria producen hemorragias internas, aunque ya se están desarrollando tres líneas de investigación en este sentido.

Colirio "de sangre"

También se ha profundizado en el desarrollo de un colirio a partir de un mínimo volumen de sangre del paciente que está indicado para el tratamiento de diversas patologías de la superficie ocular, como el síndrome del "ojo seco", las úlceras o algunas quemaduras.

Viales de colirio. NGG/EFE
Viales de colirio. NGG/EFE

Este colirio, creado por un equipo de investigadores vascos, ya se encuentra en el mercado y se prepara en la consulta del oftalmólogo.

El proyecto se enmarca dentro de la medicina regenerativa, que utiliza los propios recursos del organismo para regenerar tejidos y recuperar funciones dañadas, y detrás está BTI (Biotechnology Institute), una empresa de Vitoria que ha desarrollado tecnología para obtener plasma rico en factores de crecimiento (PRGF, por sus siglas en inglés) cien por cien autólogo (del propio paciente).

Los factores de crecimiento son proteínas que desempeñan una función esencial en los procesos de reparación y regeneración de tejidos.

Tecnología CRISPR

Otro de los asuntos que se han abordado en este congreso de biotecnología es la tecnol

gía CRISPR-Cas9, que permite editar genomas de manera sencilla y precisa y manipular el ADN de plantas, animales y humanos.

El profesor e investigador Francisco Martínez Mojica. EFE/Morell
El profesor e investigador Francisco Martínez Mojica. EFE/Morell

El español Francisco Juan Martínez Mojica, profesor del departamento de Fisiología, Genética y Microbiología de la Universidad de Alicante, fue el primer investigador que caracterizó y renombró la tecnología CRISPR.

Mojica ha hablado de esta técnica en Biospain 2016, junto con Lluís Montoliú, del Centro Nacional de Biotecnología (del CSIC), que fue el primero en implementar este procedimiento en animales.

La próxima semana, la Real Academia de las Ciencias de Suecia dará a conocer los Premios Nobel 2016 y Mojica figura en las quinielas para el galardón.

Telómeros

También se ha presentado en Biospain 2016 el proyecto Oncocheck, cuyo objetivo es realizar estudios clínicos con 1.200 adultos y 300 niños para probar un dispositivo que medirá la longitud de sus telómeros durante los dos próximos años.

La empresa Life Length llevará a cabo este proyecto gracias a los 3,1 millones de euros que ha recibido de la Unión Europea.

Los telómeros son las estructuras que protegen los extremos de los cromosomas y en los últimos años diversas investigaciones han demostrado la relación de éstos con el envejecimiento y el cáncer.

Descubre más desde EFE Salud

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo