La hipertemia es una nueva técnica contra los tumores que actúa como potenciador del tratamiento convencional de radioterapia y/o quimioterapia. Se trata de un sistema que ataca con calor a las células cancerígenas sin dañar a las sanas.

Hipertermia oncológica: calor contra el cáncer
Células cancerígenas. EFE/Rebeca Córcoles
  • 25 de mayo, 2015
  • MADRID/EFE/ANA SOTERAS

La hipertermia se utiliza ya en países como Estados Unidos, Japón, Italia, Alemania o Holanda, aunque en España no está incluida en el Sistema Nacional de Salud. Tan solo se ofrece en una clínica privada de Marbella (Málaga).

Está en marcha un estudio clínico sobre la factibilidad y tolerancia en el uso de la hipertermia local profunda con el tratamiento oncológico estándar que se lleva a cabo en los hospitales Regional Universitario de Málaga y Juan Ramón Jiménez de Huelva.

“Tras este estudio, que se cierra el 31 de mayo, se presentará un informe en el Servicio Andaluz de Salud para que valore la posibilidad de incluirlo en su cartera de servicios”, explica el doctor Jorge Contreras del Servicio de Oncología del Hospital Regional de Málaga y coordinador del Grupo de Hipertermia de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR).

Cómo funciona la hipertermia

Hipertermia local por radiofrecuencia. Foto cedida por Magna Medic System.

La hipertermia es la elevación artificial y controlada de la temperatura interior de un tumor, entre 40 y 44 grados centígrados, sin superar los límites de tolerancia de los tejidos vecinos sanos.

¿Por qué ataca a las células tumorales y respeta a las sanas? El doctor Contreras explica que los tumores son el resultado de un crecimiento desordenado de las células y tienen una estructura vascular anómala. “Cuando se aplica la hipertermia en la zona donde hay células sanas el organismo es capaz de disipar el calor por medio de vasodilatación, mientras que el tumor, debido a su circulación aberrante y vasos anómalos, es incapaz de hacerlo”, indica el especialista.

La técnica aumenta la perfusión y oxigenación de las células tumorales con poco oxígeno, que son tres veces más resistentes a la radiación que las células sanas por lo que facilita que la acción de la radioterapia sea más eficaz.

Además de la probada eficacia de la hipertermia en combinación con la radioterapia, existen ensayos clínicos sobre el efecto potenciador de la quimioterapia (según el tipo de fármaco) y de los nuevos fármacos biológicos.

Más eficaz en tumores avanzados

Imagen del doctor Jorge Contreras, coordinador del Grupo de Hipertermia de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica. Foto cedida.

Todo tipo de tumor que se vaya a tratar con radioterapia o quimioterapia se puede beneficiar si se suma la hipertermia, aunque son los tumores avanzados los que más necesidad presentan de reforzar la respuesta al conjunto del tratamiento ya que un cáncer incipiente puede tener más posibilidad de curación con el tratamiento convencional que otro avanzado.

Son los carcinomas escamosos de cérvix, de cabeza y cuello y de pulmón los que mejor responden a la combinación del tratamiento convencional con hipertermia.

“En el caso de los sarcomas, menos frecuentes pero muy agresivos, se ha visto que hay una respuesta positiva ante la hipertermia en combinación con la radioterapia y en algunas situaciones de quimioterapia”, añade el doctor Contreras.

Según el tipo de tumor se puede aplicar un hipertermia superficial, generalmente producida por un generador microondas, o profunda, a través de radiofrecuencia. Su efecto depende, en gran medida, de la temperatura y el tiempo de exposición.

“La tolerancia es buena en la mayoría de los pacientes, ya que cuando el organismo recibe altas temperaturas se activa el mecanismo de disipación del calor”, señala el especialista.

Pero además de potenciar el efecto del tratamiento oncológico, la hipertermia también propicia una mejora de los síntomas del paciente (la vasodilatación permite que los fármacos analgésicos lleguen mejor) y, además, juega un papel en la activación del sistema inmune, una característica que abre nuevas vías de investigación.

“Desde la SEOR – subraya Jorge Contreras- tenemos la convicción de que se nos presenta una oportunidad de desarrollo y proyección muy alentadora para aquellos pacientes oncológicos que actualmente no consiguen buenos resultados con los tratamientos convencionales y vamos a seguir trabajando para conseguir pronto su aplicación clínica”.

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